Alonso Gallardo militante comunista … mayo del 2023
Carta a la camarada Nines Maestro, dirigente de la Coordinación de Núcleos Comunistas, en respuesta a este artículo sobre Los cambios en la situación internacional y la crítica de la caracterización de Rusia como país imperialista, donde con argumentos bien razonados y un análisis concreto, critica a sectores del marxismo leninismo y de aquellos que dentro del nacionalismo radical así se autodefinen. Coincidiendo en lo fundamental, con el papel que el Presidente Putin juega en su relación con las oligarquías rusas y la caracterización del por qué Rusia no es un país imperialista entre otras, pero rechazando el análisis introductorio sobre la socialdemocracia y el reformismo de izquierda, algo más plural que las críticas de la camarada alumbran. Sobre esto mi reflexión crítica centrada en tres puntos para sintetizar el debate.
Comienzo con la apreciación del papel de la socialdemocracia y el reformismo de izquierda, como una forma de echar balones fuera de casa. "En la actualidad, el largo proceso de destrucción ideológica, política y organizativa de la conciencia de clase y antiimperialista que refleja tanto la labor realizada por el PSOE y, sobre todo, por Unidas Podemos, como en la enorme debilidad de las organizaciones revolucionarias, se traduce en una derrota ideológica que ha permitido la expansión sin apenas resistencia del discurso imperialista". Presiento que lo que se elude aquí de los marxistas leninistas y revolucionarios, es de no asumir su cuota de responsabilidad en el estado de la defensiva desorganizada en la que vivimos la clase obrera desde la transición.
La socialdemocracia y el reformismo de izquierda son eso, socialdemócratas y reformistas y si es así, a que viene de criticarlos por ¿no elevar su nivel de conciencia de clase y de antiimperialismo? cuando ni es su función social ni principio y lo de empoderar, nada tiene que ver con la conciencia de clase. La crítica sería correcta si fueran revolucionarios y la tarea la hubieran realizado mal; pero si los revolucionarios somos nosotros la crítica nos la merecemos los comunistas, no el reformista por no hacer lo que nos corresponde a nosotros. Bastante tienen con sus limitaciones teóricas y nuestra mala crítica infantil e izquierdista, por falta de un análisis de la actual situación geopolítica y de nuestras tareas con respecto al movimiento obrero en España; aquí explico algo. Aportación para restar gresca entre Podemos y Sumar desde una línea política de masas
El segundo lo baso en la crítica por justificar la intervención de la OTAN en Ucrania, del envío de armas y del incremento del gasto militar, con la que coincido excepto en que Podemos sí lo critica y posicionado por el alto el fuego y una negociación, pero sin ir más allá. Pero de paso se les achaca el aumento de la carestía de la vida y el desmantelamiento de los servicios públicos así: "A este respecto, cabe concluir que, tanto los grandes sindicatos como la izquierda institucional, son instrumentos del estado y no tienen una lógica diferente a la de los aparatos de poder de la burguesía". Seremos consciente de que la afirmación está sin base objetiva y que blanquea al desastre del neoliberal Zapatero del PSOE y al reaccionario Rajoy del PP, que desde el 2008 y más agresivamente desde el 2011, acometieron los mayores recortes de derechos y privatizaciones en el estado español bajo órdenes de la oligarquía, rompiendo el pacto social de la transición del PCE y PSOE, de reforma del franquismo a cambio del estado de bienestar y la entrada en la comunidad europea, provocando las mayores movilizaciones de la clase trabajadora sin control de la izquierda política y sindical del sistema desde la transición y rompiéndose por fin, la práctica bipartidista en España entre la derecha reaccionaria y la socialdemocracia neoliberal felipista.
No es lógico entender la diferencia entre un Putin apoyado por sectores de la oligarquía, frente a la oligarquía prooccidental rusa o que su práctica comercial es ajena al imperialismo y no se vea, la diferencia entre el sector neoliberal del PSOE que no lo dirige Pedro Sánchez que lo confrontó, sino la Calviño entre otros miembros del gabinete impuestos por los poderes dominantes y los barones autonómicos, del ala progresista del PSOE y reformistas de Unidas Podemos y las confluencias, que negociaron el acuerdo de un gobierno en minoría parlamentaria.
Sin negar la posibilidad, de que el gobierno de coalición fuera la única opción de parar el éxito de una fuerza reformista de izquierda, que una vez y otra rompía electoralmente el bipartidismo, creo fundamental situarnos en el tiempo geopolítico que estamos viviendo de crisis global y sistémica del capitalismo de libre mercado (no del planificado en pleno desarrollo) y de que Pedro Sánchez es consciente tanto antes como ahora, de que la única posibilidad de un gobierno que no sea de la derecha reaccionaria, es que la alternativa que representa Unidas Podemos mantenga una fuerte presencia en el parlamento y que genere, un desarrollo progresista de las reformas que el sistema capitalista necesita para mejorarlo, para diferenciarse de los recortes del bipartidismo de Zapatero y Rajoy. Hablamos de los reformistas no de revolucionarios y pedir peras a un olmo no es racional, por eso, el gobierno reformista es un gobierno progresista que en lo fundamental aún mantiene las condiciones de vida del pueblo, bajo un contexto internacional de acoso de la reacción y ataques a los derechos de la clase trabajadora. Aquí lo explico de forma amplia, centrándome en la reforma laboral: Golpear por la izquierda con la crítica favoreciendo a la derecha y al fascismo
Tan difícil es ver, que las armas utilizadas por los aparatos de dominio del estado burgués, policía, ejército y judicatura, dirigidos por los sectores fascistas remanentes del estado franquista, que han intervenido e intervienen en condiciones desconocidas y saltándose todas la normas básicas de la democracia burguesa. Cómo es que ante esto digamos que el reformismo de izquierda "no tienen otra lógica diferente a la de los aparatos de poder de la burguesía" es decir del fascismo; cuando desde que aparecieron rompiendo el bipartidismo han sido acosados día y noche. El análisis está fuera del momento geopolítico que estamos viviendo, no parte de la verdad de los hechos como instrumento revolucionario, de la defensa de los aliados bajo la crítica constructiva, de la crisis global sistémica por colapso del capitalismo de libre mercado y ecológico, de la guerra mundial y de que a quien nos enfrentamos es al imperialismo nazifascista yanqui y la OTAN, dirigida por la oligarquía financiera globalista unipolar; por lo cual, igual que Putin es un aliado y el grueso de los comunistas rusos así lo ven, también la socialdemocracia y el reformismo lo son, porque forman parte del pueblo hasta que los hechos en su generalidad, digan lo contrario.
Por último, de acuerdo sobre la apreciación del recorrido de grupos anticapitalistas, anarquistas y trotskistas de la caracterización de la URSS de imperialista como nada nuevo: "Lo que sí aparece en el escenario por primera vez es el análisis que están realizando organizaciones comunistas revolucionarias con posible influencia sobre nuevas organizaciones que también se reclaman comunistas y que son referentes sobre todo en Cataluña y Euskal Herria. Desde estas posiciones, autodefinidas como marxista-leninistas, se identifica al estado ruso como imperialista. Por otra parte, afirmando la defensa del Derecho de Autodeterminación de las Naciones, apenas se relaciona este derecho democrático básico y central de la posición leninista, con su reclamación concreta por parte de los pueblos del Donbass, masacrados por la Ucrania fascista y que parece ser el desencadenante inmediato de la intervención militar rusa". Sin entrar en la polémica de la interpretación leninista del derecho de autodeterminación, refuto lo siguiente.
No dudo del carácter revolucionario del nacionalismo independentista o soberanista tal como les gusta definirse, ahora tratarlos como a marxistas leninistas cuando su vocación identitaria como nacionalidad, la hacen desde el abandono del principio de prioridad de la identidad de clase y desde la falsedad del trato a la oligarquía española de colonialista; cuando en la historia nunca se diferenciaron como vasca, catalana o castellana excepto cuando reinaron. Siendo como oligarquía española partícipes de su enriquecimiento durante cuarenta años de dictadura fascista, mediante la esclavización y explotación de la clase obrera, del campesinado y de la expropiación mediante el asesinato de los bienes de los republicanos. Generando a partir de los años cincuenta los polos de desarrollo y de la desigualdad en España, en línea con las necesidades del desarrollo industrial del sistema fordista introducido por el imperialismo yanqui, redundando en poblaciones coincidentes con las líneas de comunicación europeas: el Arco del Mediterráneo vía Barcelona y el Arco del Atlántico vía Bilbao más Madrid capital financiera, creando la España vaciada ¿quién coloniza?.
Por eso es fuerte de tragar para el marxismo leninismo, la comparación del Donbass con Cataluña y Euskadi, cuando en el Donbass es de una inmensa mayoría étnica rusa, que lo único que querían era seguir con su cultura y ante su genocidio eligen la independencia de Ucrania, cuando los que componen Cataluña, Euskadi y Castilla antes de la creación de la España moderna, ha estado unida por la oligarquía feudalista y cuando en el siglo veinte millones de siervos, jornaleros y familias que vivían como esclavos, masacrados por el hambre, la miseria y la opresión abandonan lo que tienen para migrar a los polos de desarrollo en España y fuera de España, sus descendientes forman hoy en cualquier gran ciudad la mayoría de la población, superior a la autóctona del siglo XIX incluido Cataluña, Euskadi o Madrid y lo de autóctona es un decir. Solo ver los censos de los siglos XIX y XX que están publicados, cualquier análisis contradice el planteamiento del nacionalismo identitario del que participa el neoliberalismo, generado con la derrota del movimiento obrero y comunista en los setenta del siglo pasado, que asume la historia contada por el absolutismo cristiano y feudal.
Un estado unitario como en China o Rusia donde se disfrutan los mismos derechos y deberes, no niega los derechos culturales y lingüísticos de los que de ellos participen y los que voluntariamente lo quieran, pero una obligatoriedad de su conocimiento para los que a la fuerza de las necesidades obligaron a abandonar sus lugares de nacimiento, parece más un planteamiento reaccionario o un autoritarismo disfrazado del falso liberalismo progresista, porque obliga retrotraerse a los derechos feudales de antes de la España moderna, levantada con el esfuerzo de un pueblo unido en defensa de su soberanía y cuya esperanza fue una y otra vez traicionada, para prevalecer los intereses de la oligarquía feudal; en el siglo XIX con la guerra revolucionaria por la independencia contra Francia y en el siglo XX, por la derrota en el 1936 en la guerra de liberación nacional contra el nazismo, por el apoyo de los revisionistas del PCE y PSOE a la reforma de la dictadura en el referéndum de 1976 y en el 2008 con la aceptación de la constitución monárquica.
Que el problema venía de antes, cierto y a ello dedico esta frase de Adolfo Sánchez Vázquez de su libro "A tiempo y destiempo. Antología de ensayos" crítico con la URSS: "El socialismo real ha minado -y en algunas conciencias profundamente o en forma irreparable- el ideal socialista. Aunque históricamente pueda explicarse por una serie de condiciones que pueden esclarecer su realidad, pero no su inevitabilidad, el socialismo real no constituye hoy (1981) un modelo válido de nuestra sociedad. Y ello no sólo para países capitalistas desarrollados; tampoco para los países del llamado tercer mundo si en la lucha -más próxima más lejana- por el socialismo se tiene presente ante todo su objetivo liberador y no simplemente la eficacia en el incremento de las fuerzas productivas". Lo siguiente; un añadido de Andrés Martínez Lorca "Sobre la melancolía, por la diversidad cultural, contra la guerra" "Además de a la escolástica soviética, su crítica se ha dirigido también, en el ámbito político, a la dirección del PCE entre los años 1954-1957, a la que acusaba de autoritarismo y falta de democracia interna, y en el ámbito filosófico al mecanicismo de Althusser, en boga durante algunos años en los ambientes marxistas". Como se puede ver, los problemas históricos acumulados por años de injerencia imperialista, explosionan a la muerte de Stalin ganando terreno el revisionismo y el burocratismo en el PCUS.
La mayor derrota del movimiento obrero y comunista internacional y van más de cincuenta años y sin reflexión ni autocrítica por parte de los ML. Invito a la camarada y a la Coordinación de Núcleos Comunistas, a convocar reuniones amplias de cuadros comunistas al debate aquí planteado y otros que se vean, emulando al debate de Iskra por la unidad orgánica de todos los núcleos comunistas, donde no quepa la menor duda que contaréis con nuestra presencia y la aportación constructiva.