Alonso Gallardo
militante comunista ….. enero 2023
sobre la gravedad … una breve excursión por un tema de peso
" Pero justo cuando finalmente hemos llegado a comprender que somos los pasajeros de un planeta más bien pequeño que da vueltas en torno a una insignificante estrella perdida en algún lugar cerca del borde de una galaxia de aspecto ordinario que va a la deriva dentro de un cúmulo relativamente disperso de galaxias en una región del universo muy parecida a cualquier otra región del mismo, aprendemos que la materia de la que usted y yo y las estrellas y las galaxias estamos hechos puede que ni siquiera sea el componente principal del universo.
¿Hasta donde puede llegar esta lección de humildad?
a. zee
La consigna de unidad, es por la que todo demócrata, progresista, revolucionario o comunista debe luchar, ante las convocatorias electorales municipales, autonómicas y nacional del 2023, si se sitúa en el contexto geopolítico general, visto ya, que las pretensiones golpistas del fascismo y la derecha nacional española no van cesar, aupados por la oligarquía mediática del capital, que sigue apoyando al golpismo incrustado en los aparato del estado, intactos desde el franquismo y en la misma alianza con el fascismo internacional del golpe de estado del 1936. Organizador de los muchos instados por el imperialismo de EE.UU en América, África, Asia o Europa, donde apoyado por una Comunidad Europea sin soberanía ni dignidad, malvive bajo el cruento golpe de estado en Ucrania, ejecutado por EE.UU para enfrentándonos debilitar a Europa y a Rusia. Ante ello, la izquierda se divide entre un reformismo protoimperialista y el antiimperialismo, pero ambos sin una alternativa de sociedad y estado que ofrecer al pueblo y de momento, sin programa mínimo y sin candidaturas unitarias.
A la contradicción principal que atraviesa la izquierda marxista occidental en Europa; en España le debemos sumar la particularidad de obviar esta realidad de guerra mundial en Europa Central, como parte del cerco a China por EE.UU y la OTAN. Bien presente en España, dentro de la globalidad del hacer de la extrema derecha y el fascismo internacional, de libertad de utilización del poder judicial, policial y militar, en línea con los golpes de estado y el lawfare judicial, con el pleno apoyo de los medios de comunicación privados, públicos y la oligarquía financiera internacional, proyectando confusión en la problemática política, blanqueando el nazismo, el fascismo y la monarquía corrupta, mediante la proyección del fake news, mentiras o tergiversación de las propuestas de la izquierda o con el acoso y la cárcel, mediante la colaboración de jueces, policías y periodistas corruptos.
La coherencia y la consecuencia son hijas de la verdad y a ella nos debemos los que hacemos de la militancia política, un acto de entrega a los intereses generales de la clase obrera y el pueblo y si lo hacemos los marxistas, debe ser como un acto dentro del proceso revolucionario, y estos principios lo debemos tener en la valoración de la correlación de fuerzas, nivel de organización y capacidad de movilización del pueblo, clave para los revolucionarios en la táctica y el programa y de ahí, que hoy un mínimo análisis marxista serio nos diría, que la capacidad de confrontación de la clase obrera y el pueblo contra el capital que lo oprime es nula, y que cambiar esta situación de enorme debilidad política y organizativa, dependerá de una estrategia revolucionaria de largo plazo de construcción de los instrumentos de participación y organización obrera y popular, como el sindicato de centro de trabajo, sector, barrio, pueblo, centro de estudio y del partido unido de la clase obrera.
Pero esta realidad de la clase trabajadora y el pueblo, contiene partes que permiten la intervención política y social en la campaña electoral, con la táctica leninista de la unidad o frente popular, pero debemos superar dogmas, sectarismos y egos infantiles, para poder lanzar una fuerte ofensiva entre el pueblo, explicando, que el problema de la confrontación de clases en España es fruto de la crisis global del capitalismo de libre mercado, y de la guerra mundial que nos está llevando la oligarquía dominante en España, internacionalmente dirigida desde los EEUU y sus instrumentos de presión, la OTAN, el FMI o el BM, que explican la actual sumisión de la Unión Europea y gobierno español ante EEUU. Ofensiva político ideológica dirigida a unir dos bloques; uno, con las fuerzas populares representadas por el PSOE como opción de centro izquierda, por el otro Podemos, Izquierda Unida, PCE, las confluencias y otros partidos de izquierda o progresistas menores, con el objetivo de ganar una mayoría para formar gobierno bajo un pacto en línea del actual progresista, de cincuenta puntos y si se puede, con la movilización social y el éxito electoral superarlos.
La táctica para el conjunto de las fuerzas obreras y populares es la de unir todo lo unible contra el enemigo principal. Se podrá argumentar, que el reformismo en España no está confrontando con el imperialismo yanqui como principal enemigo de la humanidad, al no priorizar la batalla contra la OTAN, las bases americanas y las guerras imperialistas, pero en lo fundamental, esa es la misma debilidad de los marxistas, que divididos cuando no enfrentados, somos incapaces de formar un frente de presión entre las fuerzas progresistas de debate crítico contra la guerra. Pero al tiempo, debemos entender que la mayoría de las bases y cuadros del reformismo de izquierda, sí está contra el imperialismo yanqui y la guerra y que esta batalla, es la que toca dar a los revolucionarios entre el pueblo y las fuerzas democráticas, junto con la defensa del socialismo y la república, una que iguale los derechos de toda la ciudadanía, independientemente del lugar de residencia.
Si las fuerzas democráticas, progresistas, revolucionarias y comunistas, no somos capaces de hacer que este mensaje sea hegemónico entre las masas, no de la izquierda que se le presupone, entre las masas; el pueblo se abstendrá de votar en una situación, donde la derecha y el fascismo con mayoría en los medios de comunicación públicos y privados, irán a votar mayoritariamente bien motivados, ante unas fuerzas del pueblo divididas y derrotadas ya de antemano. Pero la unidad de las fuerzas del pueblo no puede ser en abstracciones, debe estar basada en la jerarquización de los problemas económicos, políticos y sociales, por eso sin negar a nadie su identidad como pueblo, el reformismo y el posmarxismo de izquierda o aparcan su discurso de identidades y se centran en las necesidades de la clase obrera y del pueblo, sintetizándolas en un programa mínimo de soberanía nacional o este pueblo no irá a votar como hasta ahora, ganando por mayoría absoluta la derecha fascista por mor del sistema electoral, sin tener la mayoría social.
La clase obrera en España es la clase mayoritaria socialmente y de la cual, un cuarenta por ciento de ella está en una situación de graves necesidades y de exclusión social. Esto indica con claridad, aunque solo sea por imposibilidad, de que como clase trabajadora no tiene otra forma de ganarse la vida que ofreciendo su fuerza de trabajo por un salario y por lo tanto, si pasa por estas necesidades tan graves, es porque esta sociedad le niega el trabajo con derechos laborales y sociales y este es el principal mensaje, que las fuerzas populares deben proclamar y defender en la campaña electoral y en el hacer prioritario mañana de gobierno. La clase obrera necesita un trabajo con derechos y un sueldo digno, tanto el trabajador como la trabajadora, no necesitan subsidios que esclavizan de por vida. Necesitan un trabajo con derechos y un salario digno que los empoderen como personas, para montarse su familia y hogar sin ataduras ni dependencias, más allá de las sociales de convivencia y la ayuda social; hay invertirla en la ciudadanía que por los motivos que sea vive en la marginalidad, para integrarlos en la convivencia social y laboral.
La clase obrera además de derechos y libertades como el pueblo, necesita de un estado de bienestar garantizados por el estado y financiados por los impuestos de toda la ciudadanía, desde el principio lógico del que más tiene más pague y el que es fruto de herencia no del trabajo, también. El Estado debe representar por igual a toda la ciudadanía, pero no venimos todos de la misma cuna y por eso, es el Estado el que debe refrendar la igualdad de derechos en los ámbitos del estado de bienestar, en aquellas actividades que por no regirse por el beneficio económico, no pueden estar en el mercado libre de la oferta y demanda como la sanidad, enseñanza, pensiones, dependencia, comunicaciones, servicios sociales, vivienda, luz, agua, transporte, justicia o banca.
Desde el bien entender; estos datos estadísticos para que la izquierda jerarquicen en el programa el tema de las identidades, en especial las del feminismo de género y de nacionalidad: En el año 2021 en España se suicidaron 4003 personas, de ellas 2982 hombres y 1021 mujeres, 77 a la semana, 11 al día. En ese mismo año murieron en accidente laboral 705 personas, 648 hombres y 57 mujeres, casi 14 a la semana y 2 al día. Por la violencia de género fueron asesinadas 82 mujeres ese año, con media semanal de 1,57, pero los medios de comunicación es de lo único que se ocupan con el apoyo de sectores del feminismo, para desvirtuar lo fundamental de la crítica a la violencia de género, que es provocada en su mayoría por el sistema violento, opresor y patriarcal de la sociedad capitalista, igual que con la mayoría de suicidios y accidentes laborales pero con una diferencia, que los medios de comunicación con el apoyo de sectores feministas, culpan al hombre no a la sociedad capitalista, al sacarla de la lucha de clase y pensarla desde una interseccionalidad tendenciosa, para identificar al movimiento con la individualidad de las identidades y la división de las luchas.
En el tema de los nacionalismos, aporto estos datos que dejan claro dónde fue a parar la gente de la España vaciada: Vizcaya, Barcelona y Madrid, por mor de los arcos de desarrollos entorno a las vías de comunicación europeas, financiados por el estado y el capital, con la superexplotación durante la dictadura franquista y lo expropiado al pequeño campesino y republicanos asesinados o exiliados desde los años sesenta o antes. La verdad, alguien se puede creer que la salida a la ¿crisis? como nación del estado español, esta en volver a las fronteras feudales y a la recolonización del pueblo español, muy en línea con la teoría neoliberal del divide y vencerás o en el desarrollo en la igualdad, desde la pluralidad de las lenguas, culturas y costumbres, si las hubiera y la gente las quisiera. No hay otra salida o jerarquizamos el programa o perdemos las elecciones aunque haya unidad, porque de esas reivindicaciones alejadas del sentir obrero y popular y de su chanza, crece el fascismo.
Que significa para la clase trabajadora y el pueblo perder el gobierno de la nación. Reflexionemos, porque lo primero que vamos a perder, es todo lo recuperado en el ámbito laboral, de las pensiones y del estado de bienestar, aunque sean las tristes ayudas sociales a los más necesitados. Segundo, la gestión de todos los fondos y financiaciones de Europa, que quedarán sin control y se dirigirán a la empresa privada y a la corrupción y tercero, se volcarán en el apoyo a EE.UU. involucrándonos en la guerra mundial contra Rusia y China, como está haciendo con Centroeuropa e igual que hicieron en el 1936, con el golpe de estado fascista contra la república y por último las libertades. Y no, no es nada correcta la visión que muestra cierto izquierdismo de cuanto peor mejor, porque quien lo va a pagar es la clase obrera.