viernes, 14 de enero de 2022

La izquierda negacionista y la reforma laboral


Alonso gallardo Florencio       enero del 2022

En el ámbito de la izquierda radical política y sindical, o sea parte del movimiento dogmático y sectario que se autodefine marxista leninista, junto al movimentismo anarcoliberal y trotskista, mimetizados en los llamado movimientos sociales y plataformas, e influenciados por el neoliberal movimiento de interseccionalidad de las luchas identitarias de nacionalidad, raza, género o sexo; ideas del marxismo posmoderno enraizado tras la derrota ideológica y fractura del sindicalismo sociopolítico de las comisiones obreras de los años setenta, ante el abandono de la ruptura con el franquismo y la división creada por el revisionismo en el movimiento comunista internacional. Ahora, cuarenta años más tarde y sombra de lo que fueron e incapaces de ser alternativa por el aislamiento social en el que viven, provocado por el dogmatismo sectario que les guía, continúan enfangados en la estrategia suicida del negacionismo infantil, de cuanto peor mejor para la clase obrera, negando toda evidencia para cambiarla por el maximalismo del todo o nada.

La visión antimarxista de estos sectores socialmente minoritarios pero con amplio movimiento en la red, les hace negar lo evidente del análisis concreto de la realidad concreta, sustituyéndolo por tesis inmutables al tiempo como las únicas verdaderas y posibles, pero antes de entrar en materia, explicar de donde les vienen esas ínfulas que les permite negar sin complejos, aquellos actos que el reformismo de izquierda con acierto o desacierto realiza. Ninguno de estos sectores sintetizaron en su historia quienes forman parte del pueblo y menos, un programa y una táctica de principios leninistas para avanzar en su unidad y organización social y política, unos por partir del izquierdista clase contra clase de la tercera internacional, más tarde autocriticado y otros desde la amalgama anarcoliberal de sujetos identitarios que la sustituyen, por el papel que el reformismo liberal ha jugado en los gobiernos burgueses, niegan que formen parte sociológica del pueblo. La segunda negación la hacen con el programa, porque al ser el principal enemigo en el interior del pueblo su reformismo lo traiciona, al tiempo que son incapaces de diferenciarlo por su lógica mecanicista, del neoliberal del PSOE de Felipe González o de la IU de Gaspar Llamazares, cuando el reformismo hoy es consciente, de que su existencia social depende tanto del rechazo del programa neoliberal como del marxismo dogmático y sectario, para ellos el único existente. Dos negaciones que los afirman en la falta de complejos a pesar de coincidir con la reacción y el fascismo, en la forma de ejercer la oposición como en la crítica al gobierno progresista.

Aclarar primero a la izquierda negacionista, que lo negociado por Yolanda Díaz nace del acuerdo de gobierno de anular la reforma de Rajoy del 2012. En ningún momento entraban la reforma de Zapatero o las más viejas de Felipe González, por eso es un ninguneo el anteponerlas como parte de las razones del rechazo a la actual reforma, cuando la crítica debiera ser al acuerdo de gobierno. Otro es negar la división entre los dirigentes del PSOE en el gobierno, cuando están defendiendo algunos tesis neoliberales contrarias a lo negociado por Pedro Sánchez, cuando todo este tiempo se ha dado un tira y afloja continuo por el cumplimiento del pacto en pensiones, salario mínimo o la anulación de la reforma laboral de Rajoy y más, cuando con la entrada de otros ministerios en la negociación, quitaron protagonismo a Yolanda Díaz y aguaron la reforma inicial acordada entre el PSOE y Unidas Podemos enviada a la Comunidad Europea. Pero la dura negociación, las presiones y la posibilidad de ruptura por Unidas Podemos si no saca trozo, la reforma sobrepasó la de Rajoy, que aunque la confluencia de la patronal con el sector neoliberal del PSOE, aguaron la pretensión de liquidar toda la reforma de Rajoy, que fue lo suscrito por el PSOE en el acuerdo de gobierno, les permitió a pesar de la debilidad política del reformismo progresista sin un apoyo social movilizado, anular reformas antiguas como la del contrato por obra y servicios. Pero veamos que nos dicen las reflexiones del colectivo asesor "Laboro" Ejemplos prácticos y cotidianos de por qué la nueva reforma laboral favorece claramente a los trabajadores. (laboro-spain.blogspot.com)

Es difícil para las mentes objetivas entender la falta de sinceridad de la izquierda negacionista, al estar todo por escrito y siendo verificable por cualquier persona racional. Cogiendo solo la parte fuerte de la reforma, como pueden decir que la recuperación de la ultraactividad de los convenios beneficia a la patronal, cuando afora a los más débiles y fortalece la negociación colectiva. Cuando se anula todo el racimo de contratos, alguno de Felipe González como el de obra y servicios, que precarizó la vida laboral de la mitad de la clase trabajadora, cómo alguien con dos dedos de frente puede decir que favorece a la patronal, cuando fortalece la negociación colectiva y la movilización; veamos que dice "Laboro" Cuándo te tienen que hacer fijo con la nueva reforma laboral. (laboro-spain.blogspot.com). Cómo se puede decir que el aumento de la sanción al empresario por fraude en la contratación no nos beneficia, cuando decir que beneficia al patrón es de obtusos y un ultimo ejemplo aunque sea solo en la parte salarial, acaso no es una mejora para la clase trabajadora de la pequeña empresa, que el salario sea el convenio de sector y más ahora, que el contrato va a ser fijo y la sanción por fraude por cada persona que se contrate ilegalmente y por cierto, que el PIB no aumente a pesar del aumento del empleo y la afiliación a la Seguridad Social, quizás algo tenga que ver con la legalización de cientos de miles de empleos, ante la presión de la Inspección de Trabajo. Esperemos que el aumento de las multas y la inspección logren mejores resultados en la creación de empleo fijo, mejorando las condiciones de vida de la clase obrera. Qué más nos dice "Laboro" Cómo se va a cambiar a los nuevos contratos temporales y las nuevas sanciones por incumplimientos. (laboro-spain.blogspot.com)

Una vez dejado claro que dirigentes y ministros del PSOE, no han sido un grupo compacto en la concreción del acuerdo de gobierno, decir que lo mismo pasó con la derecha y la patronal, donde las divisiones han estallado sin capacidad de ponerse de acuerdo ambas partes. Las dos ven que han cedido demasiado y que crean un precedente, después de sumar recortes año tras año a la clase obrera y que aquí se les ceden derechos, pocos o muchos depende del punto de vista de clase con que se mire. Pero la división es solo de táctica y posiblemente por el miedo a que Pedro Sánchez, ante una ruptura del gobierno por la superioridad social del relato de Yolanda Díaz y los sindicatos sobre el de la derecha y la patronal, accediera sin más a la anulación total de la reforma de Rajoy. Pero quedando partes importantes como la carestía del despido y cediendo otras como las de Felipe González de precarización del empleo, les permitía tácticamente con el apoyo de los medios de comunicación destrozar gran parte del relato de Yolanda Díaz, de que la anulación de la reforma de Rajoy acordada en el pacto de gobierno no se cumplió. Cosa que es verdad a medias como se puede ver, pero no por la izquierda negacionista ante la comodidad del todo blanco o negro y sobre todo, por el protagonismo mediático en la red que están logrando aunque coincidan con la derecha reaccionaria y el fascismo. Casado en su cortoplacismo, solo mira para sus intereses electorales y a su competidor supuestamente a la derecha y por eso confronta; la patronal un poco más inteligente, busca romper o limitar a medio plazo el acuerdo de gobierno progresista.

Este acuerdo está hecho desde la debilidad electoral del reformismo de izquierdas y la debilidad de Pedro Sánchez en el aparato del partido, reflejándose en lo pactado y como vemos, en cada una de las partidas en el desarrollo posterior institucional, pero para llegar a unas conclusiones justas, debemos buscar la verdad en las palabras y los hechos de cada parte y no de los deseos. Con el PSOE de Pedro Sánchez reformista y liberal, entender, que solo con la movilización social y una buena representación institucional de la izquierda (la que hay a falta de otra) tenderá a girar a la izquierda y que la izquierda reformista como Unidas Podemos, solo existirá si realizan reformas progresistas y democráticas, al no ser un partido al uso de la izquierda revolucionaria. De aquí, su fracaso comunicacional interno con la autoanulación de sus 35 diputados nacionales, de decenas de diputados autonómicos, de cientos de concejales, de los responsables nacionales, autonómicos, provinciales y locales, incapaces de llevar el debate táctico a las asambleas de base y de cuadros intermedios: sin militancia no hay revolución.

Pero de todo esto, a muchos marxistas leninistas y sindicalistas revolucionarios, que desarrollan sus tareas militantes en el sindicalismo de los lugares donde trabaja y vive la clase obrera, en una lucha diaria contra el economicismo del reformismo, el infantilismo sectario de ciertas izquierdas y las ideas fascistas en el seno de la clase obrera y conocedores, de la baja conciencia política y social como pueblo y de su debilidad en la correlación de fuerzas, por el abandono hace cuarenta años por los revolucionarios del trabajo colectivo en su seno, dejando la hegemonía social al reformismo socialdemócrata liberal, es el uso de la mentira para ocultar la realidad de su fracaso histórico ante la clase trabajadora y el pueblo. Cómo es posible que tanta gente que se declara de izquierda, sea capaz de reclamar al reformismo liberal y al reformismo de izquierdas, que realicen lo que ellos en cuarenta años no han sido capaces ni de soñarlo y cuando no pueden cumplir, lo tratan de traidor.

Veamos para terminar que dice el comunicado suscrito sin demora, por el llamado sindicalismo alternativo; https://www.lab.eus/wp-content/uploads/2021/12/Reforma-Laboral-definitivo.pdf  En primer lugar, llama la atención que habiendo nacido la mayoría de estos sindicatos en los inicios de los ochenta del siglo pasado, si tanto les han preocupado las condiciones de vida de la clase obrera, como es posible que no hayan sido capaces de coordinarse, no digo de unirse que sería lo más correcto, para desarrollar una movilización en la defensa de los intereses de la clase obrera. Pero la razón es clara, muchos de los firmantes solo les interesa la cuestión nacional y por eso han bloqueado durante años, el organizarse para unir a la clase obrera para luchar y ganar en España, una legislación mínimamente garantista para la clase trabajadora a nivel nacional. Nacional porque el grueso mayoritario de la clase obrera en todas las comunidades españolas, incluidas Cataluña y Euskadi, multiplica por diez a las nativas y sin ese reconocimiento de la españa vaciada de una sola nación, mayoritariamente compuesta por una sola clase obrera y una sola burguesía dominante, jamás se logrará unir a la clase obrera y menos la victoria final.

Veamos el porqué de esta crítica al sindicalismo de clase alternativo, a la luz del comunicado que han emitido. En primer lugar al negacionismo que hacen de lo que negociaban, criticándolo por no anular el acuerdo las reformas de Zapatero, Rajoy y porque no se acordaron de las de Felipe Glez, que si no también. Pero como las cosas para ellos son inmutables y todo determinado, para qué pararse a reflexionar sobre la realidad concreta; cosa que diría que anularon partes de las tres y en especial aquellas que precarizan el trabajo y este resultado, es el final de esta batalla de la lucha de clases y la correlación de fuerzas; evidentemente no es la salida ilusa del todo o nada. Critican que el convenio provincial se subordine en lo salarial al nacional por no se sabe qué principio, que el dividir por provincias debe favorece a los más débiles o será, porque tres narices les importa al sindicalismo nacionalista pequeño burgués, los intereses de la clase trabajadora de una España vaciada por una burguesía dominante, de la que también forma parte la que reside en Cataluña y Euskadi, lugares que junto con Madrid fueron el grueso de la financiación pública y la migración. También hace demagogia el comunicado con la supeditación de la reforma a los dictados de la UE, cuando si fue aceptada, es porque se homologa a la media europea y el empresario español deja de hacer dumping social con salarios de miseria y por segunda vez, los presupuestos generales del estado son inversores, es decir, todo contrario a la austeridad, recortes y precariedad a la que nos tienen acostumbrados el neoliberalismo. Pero al final dejan clara sus intenciones, con la proclama nacionalista de que son pueblo y quieren la autodeterminación y al que no guste recolonización. Con esta apuesta y su poco parecido con la realidad de la clase obrera española, incluida Cataluña y Euskadi, lo que queda claro, es que lo único que priman son los derechos e intereses burgueses disfrazados de nacionalismos, para dividir a la clase obrera y poder vencer en la lucha de clases.

Alonso gallardo Florencio de los círculos comunistas de Unidas Podemos