jueves, 5 de marzo de 2020

Maximalismos y cretinismos en la crítica radical al gobierno de izquierdas


No pasa un día que al hilo del goteo que provocan las reformas gestionadas en los ministerios de Unidas Podemos, no sean criticadas por la izquierda a la izquierda del gobierno de coalición por insuficientes, ante el amplio campo de posibilidad de intervención que las leyes institucionalizadas por la derecha y neoliberales del PSOE dejaron. La base ideológica de esta crítica política por falta de sustento, nace de un radicalismo infantil basado en la supuesta buena intención de quien la hace, que no entiende de correlaciones de fuerzas, ni de táctica política, ni sufre de dudas a pesar de coincidir en la confrontación con las derechas y el fascismo desde el maximalismo del todo o nada, al tiempo que tergiversan las contradicciones que el reformismo de izquierda tiene contra el actual sistema capitalista. Crítica que los medios de comunicación que apoyan al imperialismo expanden, con las mismas artimañas y mentiras que vemos en la justificación de la injerencia contra los pueblos que construyen su socialismo y soberanía, como la denuncia que Evo Morales hizo del trotskismo, por el apoyo al imperialismo yanqui-occidental en el derribo de su gobierno.

Tenía pendiente la adscripción a este infantilismo dogmático, mecanicista y sectario, que lleva más de cuarenta años con las mismas doctrinas, de una frase de Juan Luís Arsuaga, catedrático de paleontología en la Complutense de Madrid y gran comunicador social, que publicó en su (creo) último libro titulado “Vida, la gran historia” por la editorial Ediciones Destino, con fuerte contenido dialéctico y político practico “Como en la famosa carrera de la Reina Roja y Alicia (en A través del espejo), de lo que se trata aquí es de correr todo el tiempo para permanecer siempre en el mismo sitio. El biólogo evolutivo Leigh Van Valen desarrolló en 1973 una teoría -llamada precisamente teoría de la Reina Roja- para explicar por qué se extinguen las especies. En la gran competición macroevolutiva no está permitido quedarse atrás, por lo que la extinción sobreviene cuando, a una línea, su potencial genético no le da ya más de sí y es incapaz de mantener la velocidad de cambio. (Esta metáfora de la Reina Roja y la necesidad de correr sin parar para no extinguirse se utiliza mucho en los cursos de formación de las empresas, para motivar a los ejecutivos. Cuando las doy yo lo que cuento es otra cosa: que explorar, innovar y superar retos y dificultades forma parte de la condición humana, y que lo inhumano es la estabilidad, la monotonía y el tedio)”

Desde este medio que suscribe este escrito y otros alternativos para la comunicación y debate, en


ya expusimos las debilidades y sombras que este gobierno tiene con un programa de izquierdas, tanto internas por la presencia en el gobierno de personas provenientes del PSOE con fuertes inclinaciones neoliberales, como externas ante el déficit de tan solo 158 diputados y diputadas, necesitando para alcanzar la mayoría parlamentaria en las decisiones o leyes, el apoyo de fuerzas progresistas nacionalistas y de algunas de la derecha como el PNV, partido de la burguesía vasca, que buscan en la debilidad parlamentaria y sombras, réditos económicos y transferencias como la caja de la Seguridad Social, contemplada constitucionalmente como posible de transferir como la Hacienda Pública. Las mismas reivindicaciones que ERC, BILDU o BNG están contemplando, al no centralizar ellos los intereses de la clase obrera por encima de la independencia para lo que ellos llaman sus pueblos, al representar a la pequeña burguesía y la clase media aburguesada.

Posiblemente a esta izquierda agotada, les ratificaría más en su existencia (a pesar del daño que se causaría a la clase obrera y al pueblo ante la inexistencia de otra alternativa obrera o popular) que la representación de Unidas Podemos faltase al programa acordado con el PSOE, ya que cumplirlo es un ejemplo práctico de superación por la izquierda al valer un hecho más que mil palabras, por eso no valoran el paso pequeño del reformismo de izquierda, porque sobre él argumentan la negación por los demás del grande, como si con ciento cincuenta y ocho diputados se pudiera gobernar bajo el decreto ley y no hubiera que ratificarlos con una mayoría parlamentaria.

Posiblemente la táctica parlamentaria de la izquierda sea pobre en medios, fruto de la pobreza en su representación parlamentaria y que las leyes que elaboran o que anulan otros decretos, tengan que ser apoyadas por partidos como el PNV o ERC, que en ningún momento han dudado en aplicar privatizaciones en los sectores públicos del estado de bienestar y que ninguno más sea obrero, es más, uno es el representante de la oligarquía empresarial y financiera vasca y el otro de la pequeña burguesía y clase media catalana, deseosas de escalar socialmente asumiendo más competencias financieras para sus negocio empresariales y profesionales, porque saben perfectamente que en la empresa, el negocio y la transición financiera está la plusvalía, madre del beneficio económico individual, las demás son y somos, personas inadaptadas socialmente a las que hay que alimentar por lo menos de momento.

Alonso Gallardo de los círculos comunistas de Unidas Podemos marzo del 2020