
La sanidad pública en Cataluña enfrenta una crisis estructural. Un análisis de datos oficiales del Servicio Catalán de Salud, recopilados por el Portal de Transparencia, revela que entre 2015 y 2024 se registraron 18.682 muertes de pacientes que aguardaban una intervención quirúrgica, lo que representa un incremento del 80 % en la última década, alertan fuentes sanitarias.
En 2015, el número de fallecimientos en lista de espera ascendía a 1 194, cifra que aumentó de manera sostenida hasta los 2 151 en 2024, alcanzando su pico en 2020 durante la pandemia, con 2 271 muertos.
En diciembre de 2024, Cataluña registraba 196 911 personas en espera de una cirugía, con una demora media de 145 días, de los cuales el 32,5 % aguardaba más de seis meses, situando a la comunidad en cuarto lugar en tiempos de espera a nivel estatal.
Especialidades especialmente afectadas son traumatología (45 993 pacientes en lista), cirugía general y digestiva (41 529), oftalmología (33 560) y urología (17 025). Además, Cataluña lidera por número de personas en espera y presenta una alta tasa por habitante: 25,10 por cada 1 000, superada únicamente por Cantabria.
Factores estructurales detrás de la crisis
Sectores profesionales, organizaciones de pacientes y partidos políticos apuntan a una serie de causas profundas de esta situación:
Falta de inversión: Presupuestos insuficientes que no han logrado compensar el impacto de los recortes, en especial desde la crisis financiera de 2011, deterioran progresivamente la atención pública.
Recortes de personal y cierre de camas: En 2024, el Hospital Vall d’Hebron no renovó contratos de 200 profesionales para ahorrar 13 millones, mientras que el Clínic enfrentó recortes de 20 millones. Estas decisiones han llevado al cierre de camas y reducción de actividad quirúrgica.
Privatización encubierta: La derivación progresiva de servicios públicos a centros privados ha aumentado la fragmentación del sistema, afectando la accesibilidad y calidad del servicio para los más vulnerables.
Reacciones y demandas de cambio
Organizaciones de pacientes y sanitarios exigen coordinación interterritorial, refuerzo de recursos estructurales y garantías de tiempos máximos de espera; sin embargo, las respuestas del Govern y del Ministerio de Sanidad han sido consideradas insuficientes, lo que alimenta la desconfianza social.
La sanidad pública catalana atraviesa un momento crítico. Las cerca de 19.000 muertes en lista de espera en diez años no son solo una estadística, sino un indicador de un sistema que requiere intervenciones urgentes. Sin inversión, personal y camas suficientes, junto con una estrategia clara que priorice lo público, la crisis sanitaria se profundizará aún más.