viernes, 23 de agosto de 2024

Notas sobre el acuerdo de gobierno catalán de nueva ruptura de la Hacienda Pública española


Alonso Gallardo militante comunista … agosto del 2024


Ante el debate abierto en la izquierda con respecto a la cesión a Cataluña de la Hacienda Pública, a cambio de la participación de los republicanos en un gobierno con el PSOE y SUMAR apoyado por comunistas, bajo un acuerdo que amplia la ruptura de la caja de la Hacienda Pública, sumándolo al concierto posfranquista vasco y navarro, creados para dividir al pueblo y para la desigualdad actual, que nada tiene de progresista y menos, al gobierno nacionalista al que han llegado con la pequeña y mediana burguesía catalana de ruptura del Estado de todo el pueblo, con la premisa idealista de que bajo el Estado burgués, la hegemonía que ejercen política, económica e ideológica es democrática. Ante ello, los comunistas debiéramos tener claro que las funciones del Estado son una cuestión de principios atravesadas de pleno por la lucha de clases, cosa que en este pronunciamiento de IU no queda claro, más bien lo contrario y que utilizo para la reflexión y la crítica (1).

De todas las frases de Lenin en "El Estado y la revolución", elijo ésta por situar una visión en la que cabe la del Estado moderno de Gramsci "En el Manifiesto Comunista se resumen los resultados generales de la historia, que nos obligan a ver en el Estado un órgano de dominación de clase y nos llevan a la inevitable conclusión de que el proletariado no puede derrocar a la burguesía si no empieza por conquistar el Poder político, si no logra la dominación política, si no transforma el Estado en "el proletariado organizado como clase dominante" y de que este Estado proletario comienza a extinguirse inmediatamente después de su triunfo, pues en una sociedad sin contradicciones de clase el Estado es innecesario e imposible". Gramsci más tarde, desarrolla la táctica para la conquista del Estado moderno burgués con la teoría de la hegemonía ideológica y cultural, consecuencia de la reflexión sobre los fracasos insurreccionales en Europa posteriores al triunfo de la revolución rusa, por la hegemonía ideológica y cultural que el Estado burgués proyecta socialmente entre la clase trabajadora y el pueblo, sobre la base de "su" democracia.

IU manifiesta, que lo que pretende para España es un modelo federal solidario que "beneficie a la clase trabajadora en función de sus necesidades y no del territorio", que más allá del idealismo de la frase pues no vivimos bajo el socialismo, evita así entrar en el debate a fondo sobre la realidad del Estado Autonómico español, que por imperativo constitucional confederó competencias en los conciertos vascos y navarros en sus inicios, que ahora niega a los catalanes por ser un privilegio, cuando lo coherente con el constitucional sería aceptarlo por la igualdad de derechos soberanos, pero entonces entraría en contradicción con el modelo federal planteado. Por eso solo cabe decir por lógica, que la única salida que hay para lograr la igualdad planteada es la de anular el privilegio vasco y navarro, igualándolos al resto de las comunidades en consecuencia con lo que bien se dice: "Izquierda Unida defiende desde hace años la necesidad de abordar una "reforma en profundidad del modelo de financiación autonómica, lo mismo que del modelo de financiación local", para solucionar las "desigualdades constatadas hace mucho tiempo entre territorios".

Pero para avanzar en esto, que va contra el carácter de clase de la actual Constitución o lo que es lo mismo, contra las bases del Estado burgués de defensa de los intereses de la oligarquía blindados como fundamentales, será necesario generar una táctica y un programa dirigido a la clase obrera y al pueblo como decía Lenin, para lograr la "dominación política" tal como posteriormente desarrolla Gramsci para transformar el Estado burgués. Pero ésta no es forma de definir el Estado por el que luchamos "Llevarlo a cabo requiere buscar un "modelo estable y justo para el conjunto del Estado" que garantice la "solidaridad entre territorios" y la "defensa de los servicios públicos"; porque esto es además de vago insuficiente si antes no hablamos de la soberanía nacional, porque el Estado es mucho más que los servicios públicos y más, cuando faltan los fundamentales para la defensa de la soberanía: el ejército, la judicatura y la policía. Justos, los que están demostrando los límites de la actual constitución "democrática" desde la ruptura del bipartidismo, con el acoso y derribo del gobierno progresista, mediante métodos autoritarios y engaños mediáticos y judiciales, ante las pequeñas reformas que como mucho pueden llegar hacer, por su minoría parlamentaria.

Cuando el ilusionismo del reformista domina el debate, en la propuesta de la izquierda la lucha de clases desaparece, y así es difícil llegar a propuestas de avance para la clase trabajadora y el pueblo. "Esta formación entiende que las "necesidades reales de las personas deben estar por encima del hecho territorial en que se produzcan". Ponerlo en práctica requiere también estar muy atentos para "evitar que nadie se pueda arrogar la potestad de agitar el fantasma del enfrentamiento entre comunidades autónomas por intereses meramente partidistas o territoriales", que muchos consideran especialmente rentables, mucho más cuando la defensa de lo público nunca ha estado entre sus prioridades". Todos los nacionalismos pertenecen ideológicamente a las distintas clases y sectores de la burguesía y en su ser, está defender sus intereses, siempre contrapuestos a los de la clase trabajadora y esto es la lucha de clases. Por lo tanto "las necesidades reales de las personas" dependen de la clase social a la que pertenezcan y los servicios públicos que IU defiende, no entran dentro de los intereses de "las personas" pertenecientes al republicanismo catalán, al pasar por la gestión privada empresarial de lo público por su carácter burgués, aunque pertenezcan al pueblo por estar sometidos también por una oligarquía dominante española sin identidades nacionales, que lo enredan todo conscientemente para dividir y confundir a las fuerzas del pueblo, pero nunca será por intereses partidistas o territoriales sino nítidamente de clase.

Sobre los siete puntos que declara como necesarios, no se ve bien como pueden entenderse dentro del Estado Federal que en el cuarto punto reivindica, formando parte de la propuesta fundamental de la izquierda para la defensa de un Estado, donde todos los derechos y deberes sean los mismos para todo el pueblo; así lo dice "un modelo de Estado Federal, solidario y de suficiencia financiera vinculada al mantenimiento de los servicios públicos y a la población, y no a los territorios". El problema es que si piensas como un reformista, que cree que solo se enfrenta en el parlamento a los egoísmos de unas personas ajenas a los intereses de la ciudadanía, y no, que está confrontando con una clase social, la oligarquía, que controla todos los aparatos fundamentales del Estado burgués, los medios de comunicación y las grandes multinacionales financieras, industriales y comerciales; que lo tiene todo legislado de manera que es harto difícil lograr la mayoría social para modificar la Constitución y teniendo en cuenta, que los sistemas electorales de las Cortes Generales y el Senado, tanto por el sistema electoral Dont como por el reparto del número de escaños por provincias, igual el sistema electoral vasco con el mismo número de diputados por provincias o el catalán, similar al nacional hacen casi imposible una victoria electoral de la izquierda.

Para combatir esto y lograr lo que se reivindica cómo estado federal, necesitamos una línea política de masas de trabajo en las organizaciones sindicales y vecinales y de confrontación ideológica con el movimentismo individualista de las identidades, que luche por la hegemonía en el seno de la clase obrera con un programa de soberanía nacional y una táctica que lo concrete, sobre la base de la construcción de un frente único de la clase trabajadora y un frente unido de todo el pueblo, para la defensa de la soberanía nacional y la paz en lucha contra el enemigo principal del pueblo: la oligarquía financiera globalista española, aliada con el imperialismo estadounidense y sus guerras por mantener su hegemonía mundial en confrontación con China, Rusia y los BRICS, que defienden un mundo multipolar regido por el derecho internacional de la ONU, bajo la igualdad de todos ante la Ley. Para lograr este objetivo necesitamos la unidad comunista y al Partido Comunista de España y en coherencia por lo tanto, rechazar el acuerdo de ampliar la ruptura de la Hacienda Pública para formar gobierno en Cataluña, por ir en contra de la igualdad de todos los españoles y especialmente de la clase trabajadora, tal como bien se analiza en el pronunciamiento de Izquierda Unida, como el inicio de la recuperación de la identidad de clase y la república del trabajo.



(1) https://mundoobrero.es/2024/08/02/iu-defiende-una-amplia-reforma-de-los-modelos-de-financiacion-autonomica-y-local-con-un-sistema-justo-para-todo-el-estado-que-garantice-la-solidaridad-y-los-servicios-publ/