Muchos revolucionarios que participan de la confluencia por la izquierda, pensarán que damos mucha importancia a los grupos dogmáticos sectarios, que solo se reconocen a ellos mismos en su pureza ideológica, pero creemos que la tiene, siempre que la reflexión la hagamos desde los procesos sociales que están sucediendo globalmente. De sus aciertos, errores, deficiencias y porque aquí también en España, adolecemos de los mismos fallos que muestran las experiencias actuales más avanzadas, de combate contra el imperialismo neoliberal hegemonizado por EE.UU, Japón y Europa. Deficiencias como ejemplos a una Grecia de rodillas aislada socialmente y a una Venezuela acosada militarmente. Lugares con gobiernos del pueblo o en procesos revolucionarios, donde el papel del comunismo histórico ha dejado y deja mucho que desear como vanguardia, al confrontar como en Grecia directamente con el gobierno reformista de YIRIZA, negando la experiencia histórica marxista y en coincidencia con la oligarquía imperialista neoliberal, principal enemiga de la humanidad o como en Venezuela, que desde un apoyo crítico a la revolución bolivariana desde afuera, inician un esperanzador proceso de confluencia de la izquierda revolucionaria de clase, en apoyo y profundización de la revolución para la conquista del socialismo. Dos procesos, que como en muchos otros países, adolecen de la falta de participación y estructuración de la clase obrera organizada, en el proceso revolucionario.
Por la experiencia histórica, conocemos la importancia de la participación de la clase trabajadora en estos procesos revolucionarios (como clase mayoritaria socialmente) para que con su ideología de clase los impregne de sentido y contenido socialista. Desde esta premisa como intención, intentamos objetivar lo sucedido en el PCPE, que provocó la implosión interna como partido de la clase obrera que es y consideramos. Después de repasar en la red los informes y declaraciones de las dos partes surgidas de la ruptura, en busca de alguna divergencia central importante, más allá de las descalificaciones mutuas que se hacen y sin quitar razones, se hizo obligatorio volver al inicio de la polémica, para ver las cosas desde el principio de la erosión, donde la influencia de la realidad económica y social modifica los pensamientos, igual que el viento y las lluvias moldean valles y montañas. Proceso que en lugares opacos y cerrados como el PCPE de cultura postsoviética tardía y jerarquizada, solo es visible en los debates y pronunciamientos a corta distancia, hechos en despachos o cafeterías, desde la cual se tejen las distintas estrategias políticas de la diferenciación para la coaptación, sustituyéndose el debate por la trama y la descalificación por el argumento. Hasta ahora.
Iniciamos el rastreo desde el artículo aparentemente inocente, presentado por Alexis Dorta como Secretario del Área Ideológica del Comité Central del PCPE, a la revista Internacional Comunista en conmemoración de los 100 años de la revolución socialista de octubre (1) que la dirección del Partido Comunista de Grecia - KKE calificó como revisionista, paralizando su publicación (2) Declaración que lo valida como inicio de la polémica, como un artículo que da una explicación de lo que no surge en el debate públicamente y que confronta con el KKE en planteamientos ideológicos, políticos y de dirección de la Internacional Comunista y donde da una visión más amplia del campo de intervención política y social, capacidad discursiva, de alianzas y creación de alternativa a la parálisis del revisionismo dogmático, ante el nuevo reformismo y el espontaneismo de las masas, por la incapacidad que tiene de situarse en el nuevo escenario internacional de crisis global del sistema capitalista de producción, hegemonizado por el neoliberalismo imperialista. Con esta aportación crítica, apoyamos el artículo del centenario con el deseo para el PCPE, de una recuperación revolucionaria en la superación de la involución dogmática iniciada en el 2008, con los recortes del gobierno en derechos y libertades por la explosión de la burbuja inmobiliaria, iniciándose por Asturias la exclusión generalizada de militantes (3)
Análisis concreto de la realidad concreta de las condiciones objetivas y organización e influencia social de las condiciones subjetivas Situamos literalmente uno de los varios párrafos existentes en el artículo de conmemoración de los cien años, que choca frontalmente con la dicotomía mecanicista del KKE y su entorno de influencias, en el que estaba inmerso el PCPE, “La importancia histórica de la Revolución Soviética y las lecciones que podemos trascender de ella, colocan varios elementos prioritarios; para que una revolución se dé, se tiene que producir la combinación dialéctica de dos elementos esenciales: uno tiene que ver con el propio acontecer histórico y las condiciones objetivas de desarrollo de la sociedad, las fuerzas sociales que intervienen, el grado de desarrollo de las fuerzas productivas, el nivel de acumulación de capital, la formación y madurez de la misma en la composición de las clases sociales. Todos ellos aspectos que podemos agrupar como elementos objetivos de las condiciones históricas de un proceso social. Pero a estas condiciones habría que sumar, como elementos de vital importancia, la capacidad de dirección del proceso social, su nivel de hegemonía cultural y política del destacamento de vanguardia, su implicación en la clase obrera, su enraizamiento como elemento propio en la clase obrera, la capacidad de iniciativa del partido, la organización y la cohesión interna del mismo”
Aquí vemos un escrito, que sitúa una metodología de estudio, de trabajo y de análisis socioeconómico previo para la preparación de la revolución rusa, que podemos compartir la mayoría del comunismo no dogmático, sitúa con claridad los principios del carácter de clase proletario del proceso revolucionario, del socialismo como objetivo, de los principios de la unidad del partido. Pero a lo que le damos más importancia, porque puede ayudar a superar un tremendo déficit del PCPE y del comunismo dogmático, es la incorporación de la táctica al trabajo de masas diario (praxis) como herramienta fundamental en la aplicación y desarrollo de los principios del marxismo leninismo, fundamentales para trabajar por la unidad de la clase obrera y construcción de sus organizaciones de clase como línea de masas. Sitúa al campesinado como principal aliado que conforma el pueblo y centra al enemigo principal, formado por una oligarquía feudal y burguesa entorno al zarismo.
Por su comprensión táctica con respecto al programa, al situarlo a la altura de las necesidades más inmediatas de sus aliados y de la clase trabajadora. Sintetiza a una revolución socialista de base democrática y de desarrollo del sistema capitalista de producción. Visualizándose en el escrito con claridad, que los bolcheviques que siempre realizaron una línea de masas, desarrollando sus organizaciones de masas sindicales y sociales en las fábricas y barrios, supieron superar desde ese conocimiento que da el ser parte de las masas obreras, que a pesar de que los objetivos inmediatos del proceso estaba basado en la potenciación del modelo de producción capitalista y la profundización democrática, el objetivo del socialismo, solo podía garantizarse desde el mantenimiento de la dirección política del proceso revolucionario por el partido proletario, debiendo superar no solo a la burguesía y al feudalismo, sino también a los reformistas que pretendían dejar el protagonismo a la burguesía. Para lograr ese objetivo, los bolcheviques trabajan y luchan para ganar la mayoría en las organizaciones de masas, donde superan a los mencheviques y esto les permite lanzarse con el apoyo de las masas, a la toma del poder del estado feudal-burgués para avanzar hacia el socialismo.
Desde la perspectiva de la unidad de acción del movimiento revolucionario, resaltar que este análisis socioeconómico, si lo hacemos del estado español desde el carácter de clase del proceso y del socialismo como objetivo, quienes son nuestros aliados, el reformismo y las clases medias, el estado de bienestar, el programa democrático y de respuesta inmediata a las necesidades más acuciantes para las clases populares, quién es el enemigo principal, junto con la realidad del partido, de su inserción de masas, organización y unidad, nos encontraríamos con la realidad actual, de una falta total de dirección táctica de la política proletaria a desarrollar por los destacamentos comunistas en España, incluido el PCPE, para la elevación del nivel de organización obrera, popular y conciencia política. Posiblemente no hubiéramos evitado a estas alturas, el protagonismo y la hegemonía entre las masas obreras, del reformismo en la lucha contra las políticas de austeridad, recorte de libertades y la corrupción, pero seguro, que dentro de ese movimiento unitario de lucha contra la austeridad, los comunistas y el movimiento obrero consciente, tendríamos un protagonismo superior con una línea política de construcción de organizaciones de masas, como instrumentos del poder popular y lucha, para ir condicionando las políticas de los reformistas y en su momento si actuamos bien, determinarlas.
No todos los capitalismos son iguales, algunos son imperialistas y están a la defensiva por perder su hegemonía y son los agresores El análisis expuesto en el artículo del 100 Centenario de la Revolución de octubre es para el KKE un torpedo en la línea de flotación por su política dogmática, mecanicista, divisionista y sectaria, tanto en lo que respecta en su intervención en la situación en Grecia como a nivel internacional. Hace en Grecia, el juego a la oligarquía imperialista neoliberal euroalemana, situando en su confrontación con la crisis, al reformismo (atado por sus limitaciones teóricas y programáticas) como enemigo principal, despreciando todos los principios y tácticas de la experiencia histórica unitaria del movimiento obrero revolucionario, en la defensa de la unidad de la clase obrera, de la unidad popular y la de sus posibles aliados, dividiéndolos en las movilizaciones y campañas políticas con consignas sectarias. Práctica similar que desarrolla a nivel internacional, ante una realidad que no quieren conocer de crisis global del sistema capitalista de producción, donde no diferencia aliados, clases sociales y enemigo principal y mucho menos analiza contradicciones principales y secundarias. En síntesis, una actitud egocéntrica donde se sitúan ellos desde el simplismo, contra el resto del mundo como enemigo global, que solo produciría risa si no tuvieran consecuencias políticas, al utilizar la ruptura que provocó en el PCPE, como justificación para ahondar la división del movimiento comunista internacional. Ejemplo; esta metafísica ponencia hacia el solipsismo, dada en un foro internacional (4).
Lógica dialéctica como metodología y concepción del mundo y marxismo leninismo, como teoría política revolucionaria Pero no todo lo vemos positivo, en el escrito se introducen concepciones dogmáticas y revisionistas de la época del XX Congreso del PCUS mantenidas hasta su disolución, tesis que no se pueden separar de su trágico final y que desde la crisis iniciada en el 2008 en el PCPE se profundizaron, con el matiz que incorpora esta implosión interna, que esperamos, sea para la incorporación del partido y su militancia al proceso revolucionario, Por ejemplo “El marxismo-leninismo no debe tratarse como un recetario general de aplicación mecánica a cualquier realidad, el marxismo-leninismo no como un elemento ideológico abstracto de aplicación universal en base a una repetición mecánica de elementos asumidos de forma acrítica y no dialéctica. Sino el marxismo-leninismo como elemento, como método, de análisis de la praxis histórica y como cosmovisión integral de carácter científico, como ideología del proletariado” la primera parte de consideración del marxismo leninismo se puede asumir, pero se incorpora una segunda (en negrita nuestra) de base revisionista que la niega, sepultándola bajo la losa dogmática de la doctrina. Porque niega el materialismo histórico y dialéctico como concepción y metodología científica del marxismo leninismo, transformando los criterios de la teoría política revolucionaria de Lenin, en un pensamiento filosófico y conceptual finito del mundo, que al estar escrito no admite refutación y al mismo tiempo la hace sustitutiva de la ideología de clase.
Marx, Lenin y todos los clásicos del marxismo, siempre partieron en sus análisis de una cosmovisión o filosofía del mundo llamada materialismo histórico y materialismo dialéctico como principios y como metodología de uso (lógica dialéctica para sintetizar) Metodología y filosofía cogida de la mano para el análisis de la realidad material y del pensamiento. Como único método científico universal de análisis y del saber, porque nace del desarrollo de las ciencias en el conocimiento de la historia del universo y de la humanidad, desde un cúmulo de principios sin orden ni jerarquías y en continua evolución. Similar al inspirado en la revolución rusa, desde el bolchevismo leninista, análisis que nace desde la metodología de la lógica dialéctica. Si al marxismo leninismo le damos una categoría de cosmovisión filosófica, simplemente lo que hacemos de una teoría para la revolución, es convertirla en un catecismo como teoría ya escrita e inmutable, que no necesita del análisis de la realidad concreta que queremos cambiar, que solo vale para eso, para el adoctrinamiento no para el análisis y la elaboración teórica.
Significa negar la experiencia, conceptos y principios políticos e ideológicos generalizables en la lucha histórica de las clases oprimidas por su liberación; éxitos, fracasos, logros pendientes en los contextos sociales y económicos nacionales e internacionales, experiencia histórica de los movimientos populares y del movimiento obrero, comunista y revolucionario internacional. Del conocimiento de la historia y de la realidad del desarrollo económico y social de los pueblos, estados e imperios, de la lucha política y de la lucha de clases. Con todo ese conocimiento históricamente aportado por estudiosos y dirigentes revolucionarios con la metodología de la lógica dialéctica, elaboramos una teoría política revolucionaria al servicio de la clase obrera, clases oprimidas y pueblos en lucha por su liberación, a la que llamamos marxista o marxista leninista, porque parte de esa experiencia, que es desde la cual, el partido bolchevique y Lenin parten, como bien se dice en vuestro artículo y que puede servir de ruptura con el dogmatismo doctrinario. Por eso, porque este artículo recupera el espíritu bolchevique del profesional revolucionario que le obliga al rigor en el estudio y la argumentación desde el análisis concreto de la realidad concreta, fue condenado por el KKE y con su injerencia interna, a la ruptura.
círculos comunistas por la confluencia popular - cccp junio de 2017