En plena campaña electoral de las elecciones generales del 26 de junio de
2016, la cuestión internacional entró en campaña, para asustarnos con los tópicos
de siempre al populacho, hablando de Venezuela, donde todos los partidos del
sistema, PP, PSOE, Cs defienden al fascismo venezolano en plena retirada, ante
el vacío del pueblo, que ni pagando a la delincuencia y al lumpen consiguen
adeptos los yanquis, para quemar almacenes del pueblo bolivariano o la cuestión
Siria, que a finales de la campaña electoral el tema es mejor olvidarlo. Los
mercenarios mildolaristas del EIS, cuando no cobran para poder alimentar a la
familia, tampoco pelean. De Ucrania, mejor no hablar, Rusia con su alianza
Euroasiática, sale reforzada ante el embargo de EE.UU y de la oligarquía europea parasitaria, que
en este tema obedece órdenes, para ridículo y pérdidas económicas de las
empresas y de los países europeos (especialmente los del sur que no tiene patio
trasero)
Pero en esto apareció el Brexit (referéndum sobre la salida de la Gran
Bretaña de la Comunidad Europea) y todos
los partidos nuevamente del sistema PP, PSOE y Cs, se ponen a llorar por el
peligro, que para los intereses de la actual Unión Europea, significa la salida
de la Gran Bretaña. A contrapelo, encontraron el discurso unificador a lanzar,
contra la que ellos llaman la derecha nacionalista y xenófoba, comparándola en
objetivos, con el populismo venezolano y la visión crítica que Unid@s Podemos
tiene sobre la construcción europea. Incluso apareció un fulano, que en su
fervor nacionalista y xenófobo, se lanzó emulando al islamismo terrorista y le
dio por asesinar a una dirigente política de izquierdas, en vez de ir a segar
un prau. Aún así, no ganó el neoliberalismo el referéndum.
Pero sí es el único motivo político con amplitud conocido, que generó una
campaña de miedo generalizado en la ciudadanía, con el cual, todas las fuerzas
políticas del sistema y los grandes medios de comunicación, explotaron en el
tramo final de la campaña electoral, fenómeno que sí pueden dar una explicación
al extraño y desconcertante resultado electoral surgido este 26 J, aparte de otras
valoraciones más técnicas, de estancamiento con pérdida de votos de Unid@s
Podemos y de nueva victoria con crecimiento del PP.
Pero, volvamos al Brexit, en realidad ¿qué esconde el referéndum sobre la
permanencia de la Gran Bretaña en la actual Comunidad Europea? más tarde o más
temprano, historiadores, economistas, sociólogos y politólogos transversales,
que intentan interpretar el mundo para que podamos transformarlo, nos dirán que
sencillamente, es una ruptura o cambio de alianzas entre las distintas
oligarquías europeas imperialistas, provocada por la agudización de la crisis
global del sistema y fruto de las contradicciones en este caso, entre los
distintos sectores de la burguesía dominante del Reino Unido, probablemente la
más patriótica, tratada como nacionalista y xenófoba y la neoliberal como
unitaria y democrática, pero leal aliada de la oligarquía neoliberal euroalemana,
dominante en Europa.
Probablemente, una confrontación de intereses en la política económica a
seguir y en lo fundamental, de cómo superar unos beneficios empresariales y
bancarios en reducción continua, a la que todavía falta por gestionar
gubernamentalmente. La clave estará en la política monetaria a seguir en Europa
y quién ostenta el control del euro, con
todas las implicaciones que tiene en la exportación, importación, política
fiscal y de beneficios para el pago de la deuda privada de la banca y empresas.
Sería interesante conocer los intereses reales de EEUU en este juego cuando
Obama desdramatiza el resultado del Brexit.
El tablero político europeo está cambiante y los intereses económicos
contradictorios entre las distintas oligarquías europeas, en la actual
situación de crisis, lo transformarán aún más. Las políticas neoliberales
practicadas bajo la hegemonía euroalemana, que se lleva todos los beneficios (arrimándolos
como sardinas a su ascua) han explotado por el eslabón más débil de la alianza,
el de los intereses de la oligarquía o de una fracción importante del Reino
Unido.
Es una situación, de fuertes movimientos en el tablero político europeo y
también en el de su aliado EEUU, con la recuperación por la izquierda del
Partido Demócrata bajo el candidato socialista Sanders. Se consolidan gobiernos
de izquierdas populares en Grecia y Portugal, está también, la ruptura del bipartidismo
en España, con un Unid@s Podemos que busca la hegemonía de la izquierda para
ganar a la derecha o la erupción por la izquierda del laborista Corbyn en el
Reino Unido. Todo esto tendrá una enorme
influencia en el resto de partidos socialdemócratas y revolucionarios en el
resto de Europa.
De todas formas, este movimiento es solo el inicio de la reorganización de
las alianzas entre los distintos sectores de las oligarquías dominantes en la
Europa neoliberal. La relación que indiquen con respecto a Rusia y China por un
lado y con EEUU por otro, serán las que nos digan, el camino escogido por cada
una de las fracciones del gran capital imperialista en lucha. Por nuestra
parte, que nos queda, cuando las clases trabajadoras y los pueblos tenemos
intereses antagónicos con estos sectores.
El principal problema que tenemos las clases trabajadoras y los pueblos en
Europa, son las políticas neoliberales, que solo buscan el beneficio para las
empresas y los bancos, poniéndolos por encima de los intereses generales de la ciudadanía.
Por eso han desarrollado políticas de austeridad, recortes y privatizaciones de
todo lo público (que sintetizan el estado de bienestar) para acumular capital y
salvar bancos y empresas. La gran influencia entre las clases trabajadoras de
los partidos nacionalistas y xenófobos, es el fracaso de la izquierda
socialdemócrata neoliberal y de los revolucionarios, que hasta ahora, fuimos
incapaces de dar las respuestas adecuadas, a las luchas por mejorar las
condiciones de vida de las masas.
Pero esto ha sucedido de forma desigual. El despertar en el Reino Unido y
EEUU es reciente, en Grecia y Portugal, ya están en el gobierno, pero sin
alianzas regionales europeas, será difícil que avancen en su proyecto, en
España no ha sido de ésta, pero seguimos en frente de su puerta, en el resto de
Europa, especialmente Francia e Italia, los cambios también están a dos pasos. Donde
la socialdemocracia y los
revolucionarios rectifican o el populismo y los xenófobos, serán los que
atraigan a la clase trabajadora.
¿Significa el Brexit la ruptura de Europa? El problema no se puede plantear
de esta manera, porque solo sirve para asustar al pueblo. La actual Comunidad
Europea, difícilmente puede desarrollarse, inmersa en una confrontación
interimperialista por intereses contrarios, donde hay una Centroeuropa
gobernada por el neoliberalismo euroalemán, con fuerzas crecientes
antineoliberales populistas y de izquierdas entre las masas y un sur de Europa,
gobernadas por fuerzas antineoliberales y progresistas o con fuerte presencia
en la oposición, en una situación de crecimiento continuado de las
desigualdades.
Esta contradicción se resolverá más tarde o temprano, con la ruptura de la
Comunidad Europea paralizada por sus contradicciones, tanto como si el
neoliberalismo euroalemán mantiene su hegemonía, que rompería por el sur por
referéndum o expulsión, ya que las políticas neoliberales son rechazadas
masivamente por las masas ante el empobrecimiento que traen, como por los
euroalemanes, ante la pérdida de su hegemonía y la necesidad de la defensa de
los beneficios de sus bancos y empresas. Lo mismo que ahora ha hecho o pretende
hacer, un sector de la oligarquía dominante en la Gran Bretaña, estando este
referéndum, en la agenda del día para la toma de estas decisiones, por Lepén en
Francia y por Grillo en Italia.
La unidad de Europa o se logra de forma democrática, en un desarrollo
creciente de las condiciones de vida de sus clases trabajadoras, en una
sociedad de justicia e igualdad, que es el anhelo de la mayoría de la
ciudadanía, lo cual nos implica, luchar por el mantenimiento y desarrollo de
las libertades y los derechos democráticos o nos lo intentan nuevamente imponer,
por medio de la fuerza, la represión y el posible genocidio de millones de
ciudadan@s, si es por la fuerza militar. La gran Europa por la que aspira
Alemania, es la de gran potencia que quiere competir con EEUU, Japón y el resto
de potencias europeas, por su hegemonía imperialistas en el ámbito occidental,
en la lucha contra las potencias emergentes que vienen de Eurasia, como China,
Rusia, India, Indonesia, Irán, Vietnam……
Ya sabemos del colapso del sistema capitalista por sobreproducción, que
lleva cuarenta y cinco años en descenso continuado de los beneficios empresariales.
De llevar otros tantos en continuo aumento de la inversión para mantenerlos. De
la generalización en las principales industrias transformadoras de la
telemática y la robotización, que no crea plusvalía y los beneficios que provocan
sus innovaciones, son anulados inmediatamente por la competencia, que solo les queda
para ser competitivos y mantener el beneficio empresarial, una mayor
explotación del ser humano, como productor y consumidor.
Ante esta disyuntiva que nos sitúa el sistema de capitalismo neoliberal, la
única alternativa real, que actualmente existe y que puede vislumbrar una
salida para la humanidad, se sitúa en el ámbito de las potencias económicas
emergentes, especialmente, en aquellas que con su economía de mercado
planificada, desarrollan proyectos de sociedad a los que llamamos países
socialistas.
Su desarrollo y democratización, depende de la acción consciente del ser
humano, para dirigir la producción hacia las necesidades humanas, superando el
consumismo, que nos pone al servicio del beneficio de la empresa y de la
propiedad privada. La Europa Unida de las clases trabajadoras y los pueblos,
debe ser nuestra gran aportación a la humanidad, por el desarrollo intelectual,
científico y técnico que posee. Una Europa así de ilustrada, tiene mucho que
aportar al desarrollo de la economía de mercado planificada, supeditando la
producción a las necesidades del pueblo. Una Europa, donde trabajemos tod@s, en
unas condiciones de desarrollo de la justicia y la igualdad, haciendo realidad
el sueño de Marx, de la gran aportación de la Europa desarrollada, en la
construcción del socialismo.
Alonso Gallardo militante comunista por la confluencia
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