La situación política española, algo más
complejo, que las valoraciones por el sorpresivo resultado electoral de Unid@s Podemos,
al quedarse como estaban en estas últimas elecciones generales, pero independientemente
de que no fuera el esperado por sus componentes, no ha resultado un fracaso
político, viéndolo desde las consecuencias que está teniendo en el tablero
político actual, para los intereses generales de las clases trabajadoras,
criterio del que partimos los revolucionarios.
Con esto decimos que las fuerzas
políticas neoliberales que representan a la oligarquía financiera, ocultas bajo
el disfraz del bipartidismo como sistema democrático, conformados por el PP,
PSOE y partidos nacionalistas conservadores, que han gobernado hasta ahora con
total impunidad y componendas posibles, para saquear de mutuo acuerdo las arcas
públicas del gobierno de la nación, comunidades autónomas y mayoría de
municipios, donde han aplicado las políticas de la troika, de austeridad,
privatizaciones, recortes y corrupción en el desmantelamiento del estado de
bienestar, con las consecuencias de pobreza y marginación social, para los
sectores más débiles de la clase trabajadora.
Estas fuerzas políticas que representan
al bipartidismo, que no solo siguen ostentando una inmensa mayoría
parlamentaria cercana al 80% de los diputad@s, sino que la reforzaron en esta
última convocatoria electoral por voluntad de nuestro pueblo. Teniendo como tienen
en su poder, todos los medios de comunicación públicos y privados, dándoles
todo el apoyo mediático, incluidas las mentiras y tramas inventadas contra Unid@s
Podemos y sus dirigentes. Ante esto tenemos, que la sola presencia de Unid@s Podemos, resistiendo
todas las presiones inimaginables políticas, económicas, colectivas y
personales, impide de nuevo, la formación de un gobierno proausteridad, en
consecuencia, si ninguna de las fuerzas conservadoras y neoliberales del
bipartidismo hegemónico, se sacrifica al estilo Zapatero o socialistas helenos,
nos encontramos a las puertas de la convocatoria de unas terceras elecciones.
Tan cierto, que la troika euroalemana, asustada
por el bloqueo que la fuerza política de Unid@s Podemos con su sola presencia provoca,
que imposibilita con su posición coherente contra las políticas de austeridad,
la formación de un gobierno que la represente y que aplique con urgencia los
recortes inmediatos que reclaman, dan un año más de plazo para cumplir con los
acuerdos sobre el déficit de la Comisión Europea (los fuertes recortes
previstos podrían provocar una victoria de Unid@s Podemos, lo cual implica un
tercer gobierno díscolo en la Comisión Europea con capacidad de bloqueo de
muchos acuerdos) Recortes para rebajar el déficit público, pero los hechos
tozudos nos dicen, que son para pagar la deuda privada de la banca, desviada al
déficit público tras mecanismos oscuros como la subasta de los bonos del estado
y también, no lo olvidemos para obtener dinero en metálico que posibilite el
funcionamiento del Estado, para evitar así su colapso, cercano a la situación
griega y portuguesa.
De esta realidad política, interesa en
primer lugar, despejar con claridad, lo que las fuerzas bipartidistas de la oligarquía
financiera celosamente esconden, con el apoyo de los medios de comunicación
públicos y privados al servicio del gobierno de turno, para así ser premiados
con las subvenciones institucionales y a la banca, por sus deudas con ellas. Es
decir, o logran pringar a Unid@s Podemos en la aplicación de las políticas de
austeridad o el PSOE, como partido secundario en el bipartidismo, se sacrifica
en aras de los intereses de la oligarquía euroalemana, apoyando la formación de
un gobierno en cualquiera de los formatos posibles o participando directamente
en un gobierno de gran coalición como en Alemania, entre conservadores y
socialdemócratas neoliberales. No hay más evidencias que estas que expliquen,
que teniendo una holgada mayoría parlamentaria, sean incapaces de formar gobierno.
En segundo lugar sería importante
aclarar, por la tergiversación interesada para el consumo de las masas, que
desde el gobierno, el bipartidismo de conservadores y socialdemócratas
neoliberales lanzan desde los medios de comunicación (con el apoyo inestimable
del infantilismo dogmático de izquierdas) con respecto a la propuesta de Unid@s
Podemos, de un gobierno de la izquierda con el PSOE, para superar las políticas
de austeridad, recortes y privatizaciones.
Debemos partir del único criterio hoy
posible matemáticamente, que para formar un gobierno del pueblo en la
actualidad política, es necesario ganar al PP, donde el “sorpasso” al PSOE
sería una consecuencia, porque solo así sería posible (y aún así, muchos con
buenos argumentos, ven esto imposible de aceptar por parte del PSOE) formar un
gobierno alternativo a la derecha conservadora. Pero para lidiar este toro,
primero hay que resolver las contradicciones políticas con la socialdemocracia
neoliberal, hegemónicas en el PSOE y en ciertos sectores de la cúpula política
y sindical de Izquierda Unida, donde la correlación de fuerzas no es tan
favorable para Garzón como en las bases de IU.
Para llegar a las bases militantes y
votantes, influenciadas por el neoliberalismo socialdemócrata, no queda otro
camino, que el mojarse y arriesgarse, haciéndoles ver una vez y otra más, una
propuesta de gobierno del pueblo, o de izquierdas como prefieren ellos, para
echar a la derecha conservadora del gobierno español. La propuesta es a la
dirección política de la socialdemocracia neoliberal instaurada en la dirección
del PSOE, pero va dirigida también, para compartirla con las masas que les
votan y apoyan militantemente. El resultado de una dirección del PSOE diferente
daría un acuerdo de gobierno tipo portugués, pero el PSOE español,
aparentemente se asemeja más a los “socialistas” griegos. Pero esta ecuación
política, primero hay que resolverla y a falta de otro método más práctico,
políticamente solo queda para influir, la negociación programática y la dialéctica
política ante el posible suicidio del PSOE.
¿Implica esto, el objetivo de la
eliminación orgánica y política del PSOE y de IU? no, en principio no, pero,
igual que en los años treinta la UHP triunfó, uniendo a todas las fuerzas
obreras y populares, anarquistas, socialistas y comunistas, en un frente único proletario,
proclamando la defensa de la república y las libertades contra el fascismo, que
dio como resultado el fortalecimiento de las opciones revolucionarias. ¿Qué nos
diferencia ahora en sus grandes líneas, a aquellos momentos, con la actual
crisis económica, que provoca el colapso del capitalismo por superproducción,
bajo un sistema económico de capitalismo neoliberal virtual, telemático y
especulativo, como fase terminal del imperialismo, que está provocando guerras
e invasiones, en confrontación política con las potencias emergentes,
utilizando al fascismo mercenario, como fuerza militar de choque en todo el
planeta?
El ejercicio de la recuperación de la
memoria y de la historia de lucha de la clase obrera, es fundamental, porque
atesora todo el conocimiento de lucha por su emancipación, y esta nos dice, que
a la altura que está situada la lucha de clases que actualmente el pueblo
organizado encara, la prioridad ante las dificultades y debilidades sociales
que tiene (especialmente en el movimiento obrero y sindical) se sitúa en estos
momentos, en la crítica y la superación, por una parte, del infantilismo
dogmático en nuestras filas, incluidas las del nacionalismo de izquierdas, que
nos debilita y divide y por otra, el combate y superación del oportunismo
derechista neoliberal en las filas de las fuerzas del pueblo, situadas en el
PSOE, sectores de Izquierda Unida y en las cúpulas sindicales, que impiden los
acuerdos programáticos concretos antiausteridad, entre las distintas corrientes
políticas que representan a las fuerzas populares.
Pero con esto aquí dicho y ya repetido
muchas veces, para el izquierdismo infantil en nuestras filas, quizás siga
siendo insuficiente y para que no quepa duda de que en esta pelea no sobra
ningún revolucionario, ni ningún demócrata, situar en la base de construcción
de nuestro ideario político, la necesidad de partir de los hechos, de lo
existente o existido, incluido nuestros pensamientos, que también construyen
historias, algunas ideas para la construcción de un proyecto revolucionario y
de aquello que nos separa de la socialdemocracia neoliberal, desde la crítica
al proyecto neoliberal.
Cuando intelectuales de la izquierda
manifiestan, que la definición de izquierdas no sirve para diferenciarse ante
el pueblo de las posiciones de derechas, exponen un tremendo ejemplo práctico,
porque en nombre de esa izquierda, desde el pacto de la transición entre Santiago
Carrillo y Felipe González con la oligarquía euroalemana española, se han hecho
todas las políticas de recortes en derechos políticos, económicos, sociales y
de libertades para las clases trabajadoras. Desde ese momento, cuando desde esa
izquierda, se reducen paulatinamente, los derechos e intereses generales de las
clases populares en nombre de la izquierda, las diferencias desaparecen para el
pueblo entre izquierda y derecha, porque el resultado es una política que solo
favorece a empresarios y banqueros.
El acuerdo de gobierno, nunca se dará
con la socialdemocracia neoliberal, y si se da, será en lucha contra ella, con
el objetivo táctico de los revolucionarios, de lograr una mayoría progresista
que acabe con las políticas de austeridad. Y como lo demuestra la situación
griega y las presiones que el gobierno portugués encara de la troika
euroalemana, será la prueba fácil de superar (si antes no se rompe la
confluencia popular) El enemigo cuenta con dos aliados. Uno minoritario, pero
muy conscientes, son los neoliberales en el
interior de la confluencia, como los seguidores de Gaspar Llamazares y
los otros, en plena inconsciencia política, representados por el infantilismo
de izquierda, que nos lía y divide.
En nombre de esa izquierda (ya
neoliberal) apoyaron guerras imperialistas e intervenciones militares, con las
consecuencias migratorias y de terrorismo que conocemos por su rastro genocida,
apoyados una y otra vez por el PSOE y sectores de IU. Han compartido pactos y
gobiernos, donde la aplicación de los recortes en sanidad, enseñanza, servicios
sociales o pensiones, han sido la tónica general. Han esquilmado la seguridad
social, para ponerla al servicio de los fondos de pensiones privados, que tienen
beneficios fiscales de la hacienda pública. En su nombre existe un despido
libre total facilitado por las cúpulas sindicales neoliberales, iniciado con el
estatuto de los trabajadores en 1979, que acabó con la obligatoriedad de la
readmisión en caso de despido improcedente a cambio de una indemnización, lo
mismo que su implicación en la corrupción. Por eso ahora es importante decirlo,
porque no tenemos a nuestra disposición grandes ni medianos medios de
comunicación, que nuestras políticas vienen del pueblo y son para el servicio
del pueblo, porque no existe otra posibilidad de opción política.
Pero solo las podremos identificar desde
el análisis concreto de los actos en sí, tanto las que provocan cada denuncia
al facilitar legislativamente el despido, la corrupción, el cierre de una
fábrica, una familia sin casa o salvar a las empresas o bancos, antes que a las
personas, como la que nos beneficia y a partir de ahí, intervenir en la
denuncia del neoliberalismo socialdemócrata conservador, que permite que se
disparen las diferencias sociales y desigualdades y el compromiso y la
solidaridad con las fuerzas políticas del pueblo. Pero para hacerlo
correctamente, a partir del conocimiento de ese hecho en sí, debemos enlazarlo,
con la experiencia histórica de lucha de la clase obrera y del pueblo,
sintetizada en: la unidad de la clase obrera, de su unidad con el pueblo y de
la independencia de su representación política con respecto a las demás clases
sociales, para iniciar un proceso de transformación política, económica y
social. Porque otra política, en los países que construyen el socialismo, desde
una economía de mercado, planificada y sostenible ambientalmente al servicio
del pueblo, es posible.
Alonso Gallardo militante comunista por
la confluencia en Unid@s Podemos