Cuando definíamos en un
comunicado del círculo comunista, el apoyo a la confluencia en Unidos Podemos
para dar la batalla electoral, que los únicos actos que podemos llamar
revolucionarios, son aquellos que tienen consecuencias concretas positivas para
las clases populares, lo decíamos fundamentalmente, como crítica a las dos
tendencias que existen en el movimiento que lucha y que rozan la cretinez con
sus falsedades argumentales, con la pretensión de fraccionar y dividir al
grueso del movimiento por la confluencia en la unidad popular, que ahora se
sintetiza en UNIDOS PODEMOS.
Concretábamos estas dos tendencias como dogmáticas y sectarias, situada
una, en el ámbito del oportunismo de derechas bajo la influencia de dirigentes
de IU, contrarios a la confluencia, como Cayo Lara, Gaspar Llamazares y cuadros
intermedios con responsabilidades institucionales, centrados en la defensa de
los pactos de izquierdas y paralelamente como bando contrario, el infantilismo
radical de izquierdas, situado en los distintos destacamentos comunistas y
revolucionarios, izquierda sindical y movimientos sociales, desde el
maximalismo del todo o nada, en la batalla contra el sistema capitalista.
El llamamiento por eso es dirigido, especialmente al movimiento obrero
comunista y revolucionario organizado en los sindicatos, asociaciones de
vecinos y estudiantes, movimientos sociales o colectivos políticos. Conscientes,
que las masas que se comprometieron en la movilización contra el recorte del
estado de bienestar, estos años atrás, ya están comprometidas con la
confluencia en la unidad popular.
No es la unidad popular en torno a los pactos de izquierdas, que son vistos
socialmente aquí y en toda Europa, como lo que son y han sido hasta ahora, un
reparto de prebenda desde los presupuestos públicos y un pacto para la
corrupción, con añadidos de recortes del estado de bienestar y de lo público.
Tampoco, la unidad popular en torno a la salida del euro, de la OTAN, de la UE,
conceptos que así dichos, han sido derrotados una y otra vez en las
movilizaciones, siempre minoritarias y en las elecciones, siempre sin
representación institucional. Ver las declaraciones de estos dos polos opuestos,
coincidir en la crítica a la confluencia en Unidos Podemos, nos confirman la
justeza de la crítica que en ella realizamos y que aquí en un lenguaje más
coloquial, que no más sencillo, aclaro un poco más.
No son dos polos antagónicos, porque ninguno de los dos nuclea ni determina
la contradicción política principal en la ruptura del bipartidismo, son conscientes
de ello y por eso la realidad política
les empuja a múltiples coincidencias. La contradicción principal, al situarse
en un ámbito político ajeno a la
intervención y praxis de estas dos corrientes, por la acción del nuevo
reformismo con su propuesta política concreta, que confronta directamente con
la política de austeridad y corrupción, se hizo dominante.
La subalternidad de las dos viejas recetas políticas, del oportunismo de
derechas y el izquierdismo infantil, también se deja ver, en la coincidencia de
la crítica liquidacionista que hacen de la confluencia en plena campaña
electoral. El nuevo reformismo con sus propuestas transforman la realidad y les
hace ser revolucionari@s, en algunos casos electoralmente en su contra, son ahora
para este pensamiento común de polos contrarios, el enemigo a batir.
En esta crítica, es importante conceptualizar el porqué, dos posiciones
políticas opuestas, tienen plena coincidencia en la crítica a un tercero con el
mismo objetivo. El marxismo como teoría política, tiene principios, jerarquías,
escalas, pero siempre dentro del espacio tiempo. Pero pasando por encima, adaptaron sus discursos al mantenimiento y
defensa del lugar y momento político más alto, que lograron en la lucha
política y social que dieron, situados en los primeros años del pacto de la
transición de estado de bienestar, pactos de la izquierda con la oligarquía
neoliberal europea.
Estos acuerdos entre la izquierda y desde ellos, con la actual oligarquía
parasitaria española, es lo que defienden panza arriba. Estos pactos que han
sido rotos por la misma oligarquía, por la situación de crisis prolongada del sistema
y necesidad de más beneficios, son los que les han dado, el status social más
alto alcanzado, reconociéndolos como positivo, al ser lo único que han
alcanzado con su lucha, su propio status social. Con ello introdujeron conceptos
que revisan de forma transversal los principios de la teoría política marxista,
como son el concepto de masas, la relación con ella, la crítica y la
autocrítica.
Son revisionistas, fundamentalmente, porque son los herederos del viejo
revisionismo soviético de los años setenta, no los herederos de los principios
marxistas de sus dos principales dirigentes,
Lenin y Stalin, finiquitados después del fallecimiento por el revisionismo,
aunque no ajenos históricamente, a las consecuencias posteriores. Son herederos
del XX Congreso del PCUS, donde el partido lo era todo y lo definía todo,
incluido el concepto de masas, a las cuales como sujeto abstracto, sin
conciencia política, le negaban su existencia. Esto, además de ser una revisión
de la teoría política del marxismo, era una actitud muy cómoda para los burócratas
del viejo PCUS. Las necesidades de las masas, la definían sus seguidor@s, como
tenían el poder y el gobierno, para ellos esos eran los deseos de las masas,
las que contabilizaban políticamente. Así acabaron en 1989 cuando liquidaron la
Unión Soviética, propietarios de los bienes comunes de la revolución
socialista.
Similar actitud la mantiene el oportunismo dogmático de derechas, con
respecto a los pactos, políticas o acuerdos de izquierda. Dentro del PSOE, PCE,
IU, los sindicatos mayoritarios y diversos sectores de los movimientos sociales
del entorno de la Cumbre Social, defienden como único camino posible, el que
conocieron y les situaron en el status social que hoy tienen, y que con sus
allegados y votantes, les definen las necesidades de las masas, porque son sus
masas y les marcan sus necesidades y favores. Por eso Errejon tiene razón, el
concepto de izquierdas está corrompido, porque las masas abstractas, que son el
grueso de las masas y el revisionismo no reconoce, no les diferencian en nada
de la derecha, por lo tanto, ahora no sirve como forma de diferenciación entre
las masas y menos en campaña electoral.
Por la otra, el infantilismo dogmático de izquierdas, también forjó su
dogma desde esta misma experiencia, nunca hizo crítica ni autocrítica del
proceso de transición democrática, no solo porque lo vivieran o no en ese
momento, sino, porque en ese proceso se nuclearon todas las estrategias que
ahora, en la situación de crisis global del sistema capitalista, explosionan
arrastrando a tod@s por delante. Mantuvieron (mantuvimos) desde los primeros años
de la transición, las principales
proclamas en la lucha contra el sistema capitalista y del imperialismo,
hasta la derrota del referéndum contra la OTAN. Pero nunca reconocieron su
derrota político-ideológica ante las masas, donde el dominio era total y
absoluto del oportunismo de derechas, que con sus pactos con la burguesía parasitaria
euroalemana, trajeron el estado de bienestar, ahora roto por la propia
oligarquía vende patrias.
Continúan sin reconocer su derrota histórica y siguen aferrándose al
concepto revisionista de masas-seguidor@s, repudiando al grueso por sus
pensamientos reformistas, ajenos a la nueva realidad política y social de las
masas y de lo que se avecina, con la crisis final del capitalismo.
Afirmábamos en la proclama con toda rotundidad, que la situación de caos
total del sistema capitalista global, en la que actualmente se encuentra desde
la explosión de la burbuja inmobiliaria de las hipotecas “subprime” del 2008 en
EEUU, reclama del conjunto del movimiento obrero comunista y revolucionario, un
paso adelante desde la confluencia en la unidad, en la defensa de los derechos
fundamentales de los más desfavorecidos, de la necesidad de trabajar por la
organización e integración en la sociedad, de los sectores más marginados y de
su participación social y política en la defensa de los derechos democráticos y
la igualdad. Derechos, que si ahora flaqueamos en el apoyo directo a la unidad
popular representada por Unidos Podemos, significará, la aplicación por parte
de los partidos de la troika europea, la continuidad de las políticas de
austeridad, recortes, privatizaciones, corrupción y represión para el pueblo.
No hay electoralmente, guste o no guste otra salida.
También afirmábamos, que la situación cambió desde el momento en que la
transición democrática se consolidó, hace
ya muchos años. No cambiaron los
objetivos estratégicos, pero si profundamente la táctica y las formas, no el
sujeto revolucionario pero si sus formas. Y esto es lo que nos enseñaron las
movilizaciones espontaneas contra los recortes del estado de bienestar, de la
democracia y de la galopante corrupción. Surgen estas nuevas formas y sus
tácticas, en contraposición a los objetivos de la oligarquía euroalemana y sus
mercenarios de la burguesía financiera parasitaria que nos gobierna. Surgen de
la mano de las movilizaciones y del movimiento por la confluencia en la unidad
popular, porque las viejas formas del pacto de izquierdas formalizadas
institucionalmente, sus sujetos eran ya una casta, más de lo mismo, igual que
el repicar de las proclamas del radicalismo infantil.
Del resultado de estas elecciones, saldrán los mecanismos del pago de la
deuda a la banca privada, española y mundial, con influencia en Europa y el
resto del planeta del capitalismo global. La Comisión Europea o su eufemismo,
la troika, llevan perdonando el pago de la deuda en el ámbito de las pensiones
y emplead@s públicos, desde la dimisión del gobierno del PSOE con Zapatero por
su recorte en todos los ámbitos del estado de bienestar. En el ámbito privado,
ya están sujetos a la ley del mercado y el Sr. Junker, dice, que indulta al
gobierno de Rajoy, hasta después de las elecciones generales del 26 J, pero
presionarán y obligarán, en nombre de la oligarquía imperialista euroalemana,
hasta lo indecible, como en Grecia, al futuro gobierno para hacer los recortes
y reducir el déficit público, gane quien gane ¿Qué harán nuestros dogmáticos
oportunistas de derechas y del infantilismo radical ante esta situación?
Algunos mecanismos están saliendo a la luz pública. El oportunismo de
derechas, derrotado en las urnas en IU por las fuerzas nucleadas en torno a
Garzón, persiste en mantener su discurso, conscientes que con eso dificultan la
campaña electoral. Lo dice la cúpula de IU y también Llamazares, después de
imponer con la pretensión de romper la candidatura en Asturias si no se cede,
su candidato de forma antidemocrática. Contra sus estatutos, contra los
derechos de sus aliad@s de EQUO y del derecho a poner el orden al partido
mayoritario del primero y del segundo, en este caso Podemos. El tiempo nos dirá
si el tercer candidato de IU, es un empecinado o un troyano, si trabaja por la
confluencia o para el gobierno del PSOE asturiano. Si fue un error o un acierto
ceder.
Por el mismo camino avanza el infantilismo de izquierdas, sin ver más allá
de sus proclamas contra la Comunidad Europea, el euro o la OTAN, lanzan una y
otra vez las mismas diatribas contra Unidos Podemos como contra la griega
Syriza. Convierten sus consignas justas en proclamas falsas, como si
disfrutasen dejándolas en consignas, para así ell@s seguir en sus burbujas
inmaculadas de pureza y virtud revolucionaria. Syriza y Unidos Podemos será lo
que las masas en su nivel de conciencia política, delimiten en la batalla
social, pero los distintos destacamentos comunistas y revolucionarios aquí y en
Grecia, serán conocidos por su cobardía política, por el miedo a lo que digan
las masas de sus consignas vacías, sin escalones para llegar a ellas, como si
fuera el cielo. Sin apoyo social en las movilizaciones ni voto en las elecciones,
por mucho que digan, que las mismas les son secundarias.
El gran problema de Unidos Podemos y de Syriza, es la nula organización obrera
en las organizaciones independientes de las masas, para defender sus derechos
en la fábrica o centro de trabajo, barrio o pueblo. Es decir, la escasa
organización colectiva de la clase obrera y su baja participación en la lucha
política, en esta sociedad capitalista del estado de bienestar, acostumbrada a
la delegación de la toma de decisiones políticas, por los sindicatos y partidos
de izquierda del sistema. Donde por cierto, el infantilismo de izquierda
comunista, poco se moja, porque no participa ni en sindicatos de clase ni en organizaciones vecinales, tarea fundamental
para cualquier revolucionario y problema nuestro.
Decir que Syriza o Unidos Podemos van a practicar los recortes de la
austeridad, porque está en su ADN y son socialdemócratas, es faltar el respeto
a la militancia política que la compone, proveniente en su absoluta mayoría, de
los distintos destacamentos comunistas, revolucionarios y de los movimientos
sociales. No es ignorancia, es mala fe y sectarismo suicida, para con ell@s y
el pueblo, cuando en sus propias definiciones de la realidad política, la frase
de “es más fácil la conquista del socialismo, que la vuelta al estado de
bienestar” es de ellos. Si esto es así, que lo creo firmemente, consecuencia
con ello, ya que la clase dominante podrá comprarme a mí o a ti, pero no al
conjunto del movimiento que lucha, como en los años setenta, que sí los compró,
a cambio del estado de bienestar europeo.
Terminábamos la resolución, sintetizando las fundamentales líneas de
demarcación que separan las líneas revolucionarias del colaboracionismo activo
o pasivo con la oligarquía imperialista, que defiendo literalmente. Luchar
contra el sistema capitalista ahora mismo, es luchar en esta batalla electoral,
contra las políticas de austeridad que provoca la crisis de existencia del
sistema capitalista. Luchar contra la Europa del euro, es luchar contra los
políticos que la mantienen de la derechas reaccionaria y la socialdemocracia
neoliberal, en los distintos gobiernos de los países de Europa. Luchar contra
la guerra imperialista y la OTAN, es vencer electoralmente en estas elecciones,
a los gobiernos que la apoyan y la provocan en Europa y en el planeta: la
oligarquía euroalemana y sus aliados los yanquis. Todos estos están muy bien definidos
y son el enemigo principal a batir ¿a que esperamos?
Este es nuestro llamamiento a la confluencia y a la unidad, del movimiento
obrero comunista y revolucionario organizado, en la participación y apoyo
electoral a UNIDOS PODEMOS en estas elecciones. Porque en esencia, en Europa
somos una sola clase y un solo pueblo, con muchas culturas.
Alonso Gallardo militante del circulo comunista de Unidos
Podemos Junio de 2016