RESOLUCIÓN SOBRE LA CONFLUENCIA ELECTORAL EN EL CAMPO POPULAR
1.- Llevamos años en los que los gobiernos de la oligarquía han
utilizado las llamadas políticas de austeridad y de recortes, para mermar los
derechos económicos, laborales, sociales y democráticos de los trabajadores y
de todas las capas populares. Llevamos años en la crisis del sistema, en los
que se desarrollan políticas en contra del pueblo con el ánimo de que los
capitalistas mantengan o aumenten sus beneficios. De esta manera tenemos que
sufrir el paro masivo, la privatización de los servicios públicos, los recortes
salariares, los ERES, el paro y la precariedad, la merma de las pensiones. Una
parte mayoritaria del pueblo tiene que padecer el sufrimiento
de no poder cubrir ni tan siquiera sus necesidades vitales: trabajo,
vivienda, alimentación, agua, electricidad, sanidad, educación,… Los gobiernos
desarrollan solamente leyes antidemocráticas en contra de los intereses de la
mayoría: leyes laborales, impositivas, de prioridad en el pago de la deuda,
represivas y mordazas de la protesta social, de todo tipo de recortes y
privatizaciones de lo público. Es una situación inasumible.
2.- Con la crisis y las
políticas dirigidas por los gobiernos de la oligarquía, en connivencia con la
troika, se ha producido una crisis política. En ésta, una gran parte de las
capas populares ya no se sienten representadas por los grandes partidos de la
oligarquía creados durante la transición y se vuelven hacia las organizaciones
políticas populares. El pueblo quiere un cambio, lucha contra la oligarquía,
contra los recortes, por la democracia. Quiere un cambio político que conforme
una nueva mayoría social para poder revertir todos los golpes contra sus
intereses que les han sido arrebatados a lo largo de los años. Se impone el
grito de la unidad popular, todavía solamente dentro de las instituciones
existentes del sistema capitalista. Las organizaciones que hoy ostentan la
mayoría en la representación de los intereses inmediatos del pueblo llaman a la
unidad popular, pero cada uno dentro de sus fortalezas.
3.- Pero no podemos olvidar, que la unidad popular no se consigue
por decreto de las organizaciones políticas que confluyan en unas elecciones,
ni es patrimonio de ninguna organización en concreto. La unidad popular es la
unión de las clases o capas sociales explotadas y oprimidas por el sistema
social que luchan en comunidad de intereses contra los opresores. La unidad
popular se forja en la lucha continuada y unificada en los campos políticos,
ideológicos y económicos. Las elecciones son solamente una parte de la lucha
por conseguir esta unidad frente a la oligarquía. En el momento actual son un
medio que genera ilusiones de cambio en el pueblo y ciertamente, pueden ayudar
a debilitar a la oligarquía y a sacar a la luz las contradicciones de clases.
4.- Estas ilusiones, debidas a las necesidades urgentes que tiene
el pueblo, exigen de las organizaciones políticas y sociales que tienen la
mayoría popular, apostar por la confluencia de cara a los procesos electorales
venideros. Los movimientos, la toma de posiciones y maniobras que se están
desarrollando en nuestra comunidad autónoma, tendrían que confluir en
candidaturas unitarias, pero parece que se están conformando, en lugar de la
unidad, la división y la confrontación en un todos contra todos, como si el
enemigo estuviese en el mismo campo popular y democrático, en lugar de en el
campo de la oligarquía, del gran capital y de sus partidos políticos. El pueblo
quiere la unidad de sus organizaciones y es necesario el fortalecimiento de las
opciones unitarias y democráticas que actualmente lo representan.
5.- De cualquier manera, las elecciones están a la vuelta de la
esquina y pueden significar un golpe a los intereses de la oligarquía, si las
fuerzas políticas que hoy reclaman reformas, para un cambio democratizador del
sistema actual en beneficio popular para acabar con la austeridad, la troika,
los recortes sociales, laborales o de libertades, logran confluir en
candidaturas unitarias a nivel municipal y autonómico. Si no es así, significará
que todavía no se dan las mejores condiciones para esa unidad electoral,
saliendo perjudicados los intereses inmediatos de las capas populares que
reclaman un cambio político democrático.
6.- Desde la Mesa de Coordinación Comunista de Asturias,
conformada por la Plataforma Comunista y el Partido del Trabajo
Democrático, apoyaremos estos procesos concretos de confluencia electoral,
aunque dando cuenta, que para conseguir la unidad popular y un proceso de
transformación social real, no es suficiente ganar los gobiernos, gestionar las
instituciones o reformar el sistema. Para alcanzar la verdadera unidad popular
es necesaria la movilización de masas unificada y organizada con unos objetivos
políticos comunes de transformación social, es necesario que la participación
de la clase obrera como sujeto político fundamental, desarrolle su
independencia política y no siga a expensas de otras capas sociales. Nuestro
apoyo y participación en la campaña electoral, no nos excluirá de nuestro
objetivo fundamental de la línea política de masas, de que la clase obrera
reconstruya su proyecto político: el Partido Comunista.
MESA DE COORDINACIÓN COMUNISTA
Asturias, febrero 2015