martes, 18 de noviembre de 2014

Acuerdo entre el PTD y la PC


PROTOCOLO PARA LA UNIDAD DE ACCIÓN COMUNISTA EN EL DESARROLLO DE LA LÍNEA POLÍTICA DE MASAS

 

El mundo que vivimos.

La profundización de la crisis sistémica del capitalismo por sobreproducción, en un mundo globalizado y absorbido por las corporaciones económicas financieras  e industriales continúa sin dilación, pasando del estancamiento a la deflación, con pequeños brillos de inflación a fuerza del reparto de dinero público entre la bancada privada, sin asomo de equilibrio ni capacidad de autoregeneración del sistema, mientras, las clases trabajadoras siguen rotando desde el empleo precario al paro, observando con resistencia relativa, el proceso de desmantelamiento del exiguo estado de bienestar logrado, en parte por la lucha de la clase obrera tras la disolución de la dictadura franquista y en parte como estrategia del imperialismo para la configuración de la actual Unión Europea.

Actualmente, la burguesía imperialista continua su ofensiva de recuperación y acumulación de capital y  beneficios, profundizando la ruptura de los pactos de la transición que tenía con la representación política popular surgida del franquismo, acometiendo un completo desmantelamiento de las conquistas anteriores de libertades y de servicios públicos como sanidad, enseñanza, dependencia, servicios sociales, pensiones, desempleo, justicia, así como del derecho a un trabajo estable con la desaparición de la negociación colectiva y el fomento de la contratación y el despido libre, llevando  junto a la falta de libertades, el descrédito y la corrupción propia del sistema capitalista, a amplios sectores de la dirección de la vieja representación política y sindical de las clases populares.

La movilización popular confluye creando nuevos referentes políticos.

Los nuevos referentes electorales del pueblo, nacidos de las movilizaciones contra los recortes, han roto el bipartidismo por la izquierda, abriendo un nuevo periodo en la lucha de clases donde las políticas de bienestar y reparto de las riquezas ya no son posibles en el capitalismo. Pero las nuevas opciones populares que apuestan por la ruptura con los pactos de la transición, tampoco se desvinculan del sistema, claman en nombre de la ciudadanía pero sin organizar a la clase obrera.

Las líneas políticas de demarcación que sitúan las movilizaciones obreras y populares se han ido concretando, primero en los choques con las estrategias del capital por su política de recortes a las masas obreras en derechos y salarios para pagar la deuda privada de la banca y financiar las guerras imperialistas de conquista de nuevos mercados y en segundo lugar, por la defensa y profundización del estado democrático, poniendo en cuestión la monarquía y las instituciones surgidas de la transición por la corrupción de la política.

Pero todo ello sin poner en cuestión el sistema capitalista ni el estado de bienestar hasta ahora disfrutado, surgido de la opresión del imperialismo español a los pueblos. La clase obrera todavía no se reconoce como clase ni el poder que como ella tiene, careciendo actualmente de referentes orgánicos en lo político, sindical o popular que lo represente. Esto sitúa nuestra principal tarea en la actualidad: la reconstrucción del partido político de la clase obrera.

Confluir los comunistas en la construcción de los referentes político, sindical y popular.

La clase obrera solo se puede emancipar con su propio esfuerzo, organización y concienciación política como clase y esto solo se puede lograr con una línea política revolucionaria de masas, que intervenga directamente en la construcción  de la organización obrera en los centros de trabajo, sectores de producción, barrios y pueblos para defender  nuestros intereses de clase más inmediatos y así lograr que el movimiento obrero organizado pueda, por experiencia propia, independizarse políticamente y comprender que el socialismo es la única salida. Los comunistas somos parte de la clase obrera, parte de su movimiento, y nuestra tarea es fusionar el socialismo con el movimiento obrero.

Acuerdo entre ambas organizaciones comunistas.

La Plataforma Comunista  y el Partido del Trabajo Democrático, nos comprometemos desde esta propuesta  a priorizar y dirigir nuestras fuerzas militantes en el trabajo de masas concreto en los centros de trabajo, sectores, barrios, pueblos o centros de estudio, potenciando la participación y concienciación de las masas obreras en la organización asamblearia de base sindical, vecinal, asociativas de parados, jóvenes y estudiantes, con el principio de la unidad como máximo exponente de la fuerza de la clase obrera,  desde las organizaciones sindicales, vecinales, populares y juveniles existentes, combatiendo la división, el burocratismo y la corrupción, potenciando el sistema democrático asambleario de base, participativo y sociopolítico, con el objetivo de la construcción de su partido y del poder obrero y popular para su emancipación. 

Para desarrollar este proceso, las organizaciones presentes constituimos una Mesa de Coordinación Comunista para el ámbito de Asturias, abierta al debate y acuerdos con otros destacamentos comunistas, para organizar la intervención y dirección de la línea política de masas y preparar a la militancia en el espíritu bolchevique del conocimiento amplio, la iniciativa política y sencillez personal.

                                                                                                                                                                     OCTUBRE DEL 2014

                                                                                                                                 

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