La Plataforma Antiimperialista Mundial apoya en general la declaración sugerida por el Instituto Simón Bolívar de Venezuela, condenando las acciones militares en el Mar Caribe.
La Plataforma Antiimperialista Mundial expresa su más enérgico rechazo a las maniobras militares conjuntas entre Estados Unidos y Trinidad y Tobago
La Plataforma Antiimperialista Mundial anuncia al mundo entero su más enérgico rechazo a la presencia del destructor estadounidense USS Gravely en aguas del Caribe. Este domingo atracará en Puerto España para un entrenamiento conjunto con la Fuerza de Defensa de Trinidad y Tobago. Asimismo, expresa su enérgico rechazo a la agresiva presencia de aviones de guerra y otras embarcaciones de diversa índole, que actúan de forma provocativa en zonas que rodean la soberanía venezolana.
Observamos con profunda preocupación la decisión de Trinidad y Tobago de permitir el atraque del USS Gravely en Puerto España del 22 al 26 de octubre. El USS Gravely es un buque de guerra con sistemas de armas avanzados que puede operar helicópteros y que ha sido utilizado recientemente en los ataques asesinos y criminales de Estados Unidos contra barcos pesqueros desarmados. También cuenta con una unidad expedicionaria de la marina.
También se ha confirmado el traslado del USS Gerald Ford al Caribe desde el Mediterráneo. Mientras tanto, el gobierno de Trinidad y Tobago afirma que esto tiene como objetivo combatir el narcotráfico, la trata de personas y otras formas de delincuencia transnacional, y que, en última instancia, busca convertir la región en una verdadera 'Zona de Paz'. Esto es un disparate, lo contrario de la verdad. Este acto representa una escalada de la agresión injustificada e ilegal de Estados Unidos contra las naciones pacíficas de Venezuela y Colombia, pero en particular contra Venezuela, ya que Puerto España se encuentra frente a sus costas.
Hace tan solo cinco días, todos los países de CARICOM, excepto Trinidad y Tobago, declararon que se esforzarían por convertir el Caribe en una "zona de paz".
Denunciamos esta agresión belicista e instamos al gobierno de Trinidad y Tobago a ser una verdadera fuerza por la paz en el Caribe, negándose a permitir que el buque de guerra atraque y deje de servir como portaaviones para los aviones de combate estadounidenses. Denunciamos las continuas e insensatas provocaciones de Estados Unidos contra la pacífica nación de Venezuela, que está lista para defenderse de cualquier acto de guerra.
El principal capo de la droga usa su maquinaria de guerra y la mentira para atacar a Venezuela, un pueblo trabajador y amoroso, tras acusar falsamente al presidente constitucional Nicolás Maduro de ser narcotraficante, sin ninguna prueba.
La realidad es que el imperialismo se encuentra en una profunda crisis, su economía está en bancarrota y pretende apoderarse por la fuerza de los recursos naturales de Venezuela y, mediante el saqueo y la agresión, recuperar el dinero malgastado precisamente en subsidios a Israel y en guerras permanentes para promover los intereses sionistas.
Mientras una buena parte del pueblo estadounidense se encuentra en las calles, tras haber perdido sus hogares; carece de acceso a servicios médicos oportunos y, al menos, de bajo costo; mientras sus jóvenes deambulan por las calles como zombis debido al consumo de drogas que genera dependencia y adicción; mientras no pueden acceder a estudios universitarios debido a su alto costo; Incapaces de ganar un salario que les permita aspirar a una vida digna, sus gobernantes prosionistas quieren involucrarlos en una aventura militar que busca rescatar a multimillonarios, generar mayores recursos y ganancias para las grandes corporaciones y, una vez más, sacrificar al pueblo de Estados Unidos, y en este caso particular, también al pueblo venezolano.
El asesinato, sin juicio ni pruebas, de civiles en pequeñas embarcaciones, incluyendo pescadores de la propia Trinidad y Tobago, cuando podrían haber sido interceptados y detenidos si estuvieran cometiendo un delito, es un claro ejemplo de las intenciones sanguinarias de quienes han apoyado y participado en el genocidio del pueblo palestino.
Exigimos la retirada inmediata de las fuerzas militares imperialistas del Caribe, declarada Zona de Paz por los países de la región. Exigimos el fin del asesinato de personas inocentes y el respeto al derecho de los pescadores caribeños a realizar su trabajo sin temor a ser atacados y asesinados por soldados estadounidenses, lo que causa luto y dolor a sus familias.
Venezuela no representa una amenaza para Estados Unidos y no figura en el informe de las Naciones Unidas de 2025 como país que cultiva plantas relacionadas con la fabricación de drogas, ni como productor de materias primas para la producción de drogas, ni como nación que cuenta con laboratorios para la fabricación de drogas, ni como narcotraficante. La mayor parte del casi 5% de la droga colombiana que intenta pasar por el país es capturada y destruida por las autoridades venezolanas, quienes mantienen una campaña y un programa permanentes contra el consumo de drogas.
Entendemos que la crisis económica en Estados Unidos es irresoluble debido a la continua mala gestión de los fondos del país y que, dada la dinámica actual, es demasiado tarde para buscar una solución a corto plazo. Venezuela ha mostrado su disposición al diálogo y a una resolución pacífica de cualquier conflicto, e incluso ha liberado a criminales y mercenarios estadounidenses que intentaron destruir la paz en el país, precisamente para fomentar las buenas relaciones entre ambas naciones.
Una guerra contra Venezuela, lejos de ayudar a Estados Unidos, lo va a llevar a una situación donde no sólo va a empeorar su panorama económico, sino que va a demostrar que ya no es posible para los estadounidenses, salir de crisis económicas mediante las guerras. Al contrario, en esta ocasión la guerra, sólo empeorará la situación y lo llevará a una crisis irresoluble de dimensiones estratégicas, error que se pagaría con la sangre de inocentes, precisamente lo que queremos evitar.
Llamamos a todos los pueblos del mundo, incluyendo al pueblo estadounidense, a levantar su voz contra el imperialismo, y a tomar acciones de todo tipo que conduzcan a lograr la paz y detengan la locura de un gobierno que quería apoderarse de Canadá, luego de Groenlandia, y ahora de Venezuela, y que va a terminar fragmentando al propio Estados Unidos, causando su ruina, y destruyendo a su propio futuro.
en Caracas, 25 de octubre de 2025
