Marco Helmbrecht Viernes 21 de marzo
El presupuesto para el rearme guerrerista fue aprobado en el Bundesrat (Cámara Alta del Parlamento alemán) con los votos del Partido de Izquierda (Die Linke). ¿Sacará Die Linke alguna conclusión de esto?
Este artículo fue publicado originalmente en alemán en el sitio Klasse Gegen Klasse, parte de la red internacional La Izquierda Diario.
En la mañana de este viernes se aprobó en el Bundesrat (cámara alta del Parlamento alemán) la modificación de la Ley Fundamental para flexibilizar el freno de la deuda destinada a armamento, es decir se aprobó el aumento sin límite del presupuesto para la guerra, mientras se mantiene el freno para cualquier gasto social. Se alcanzó la mayoría necesaria de dos tercios, superando así el último obstáculo parlamentario para el financiamiento armamentista. Además del cheque en blanco para el rearme, también se incluye en la Ley Fundamental un fondo especial de 500 mil millones de euros para infraestructura.
En la cámara alta los miembros no son elegidos ni por voto popular ni por los parlamentarios regionales, sino nombrados directamente por los gobiernos regionales. Normalmente, son miembros de los gabinetes, a menudo liderados por el mismo primer ministro del estado federado. Es decir que en los estados gobernados o cogobernados por Die Linke varios de sus funcionarios son miembros de la cámara alta y acaban de garantizar la aprobación de este histórico presupuesto de guerra.
El grupo de parlamentarios de Die Linke en el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento alemán) había votado en contra del proyecto. En cambio, sus miembros en la cámara alta que gobiernan los estados federados se sumaron a la gran coalición de partidarios del rearme de la CDU/CSU (derecha socialcristiana), el SPD (socialdemócratas) y los Verdes.
Incluso sus colegas del FDP (liberales) y de la BSW, Alianza Sahra Wagenknecht (ruptura xenófoba y antiinmigrantes de Die Linke), mostraron más firmeza que los miembros gubernamentales del Partido de Izquierda. Se abstuvieron de votar en aquellos estados federados en los que forman parte de las coaliciones.
Los portavoces del distrito de Bremen por Die Linke, Christoph Spehr y Anna Fischer, aludieron a “la responsabilidad política estatal de nuestra participación gubernamental de izquierda”. La senadora de Economía, Puertos y Transformación de Bremen, Kristina Vogt, dejó claro hasta dónde llega su oposición: “En una declaración protocolaria en el Bundesrat también hemos dejado hoy rotundamente clara nuestra posición al respecto.”
¿Qué conclusiones sacan quienes se oponen al rearme dentro del partido?
En vísperas de la votación, sectores de Die Linke y sus organizaciones juveniles dirigieron una carta abierta a los senadores y ministros de Bremen y Mecklemburgo-Pomerania Occidental que forman parte de la Cámara Alta. En ella, exigían a sus compañeros que rechazaran los planes de rearme, contrarios a las resoluciones del partido. El documento reunió más de 2.500 firmas en poco tiempo... en vano, como ahora se sabe. Si bien entre los firmantes se encontraban varios miembros del Bundestag, faltaban los dirigentes más destacados del partido.
El llamado dejaba abierta la cuestión de qué conclusiones podrían sacar del inminente escándalo. La organización socialista Solidarität [Solidaridad] hizo un llamado previo a firmar la carta abierta pero, además de “no al rearme del siglo”, agregó: “La dirección del partido y los presidentes Jan van Aken e Ines Schwerdtner deben exigir rotundamente a los miembros de Die Linke en los gobiernos de los estados federados que voten negativamente. ¡Si esto no ocurre, debe haber consecuencias!”.
Ahora, tras la votación en el Bundestag y el Bundesrat, es aún más necesaria una poderosa oposición en las calles que siente las bases de un futuro movimiento antiguerra. Es ahora el momento de organizarse contra la guerra y el rearme y de debatir lo más ampliamente posible cómo construir la resistencia contra el gobierno y sus colaboradores. Para eso se necesitan urgentemente asambleas como la que tuvo lugar ayer en Berlín, a la que habían convocado más de 30 organizaciones de izquierda. Sin embargo, para que los opositores al rearme dentro de Die Linke puedan contribuir a este objetivo, sólo puede haber una conclusión al escándalo en el Bundesrat: ¡una ruptura intransigente con estos "socialistas" que apoyan el rearme imperialista!
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