miércoles, 18 de diciembre de 2024

La farsa de las ayudas para coches afectados por la Dana

                                                                                                                    

      
    
Pascual Serrano   15/12/2024

El dinero y las ayudas son para los grandes. Las grandes empresas y los grandes consumidores.

La farsa de las ayudas para coches afectados por la DanaFoto: Olmo Calvo

El pasado jueves 28 de octubre leímos en la prensa el anuncio de Pedro Sánchez de ayudas de 10.000 euros a los afectados por la Dana para la compra de coches. Pronto pudimos comprobar que ese era el límite máximo, claro está. Poco después ya se difundieron las condiciones. Las ayudas, en el caso de los coches, van desde la máxima de 10.000, si se compra un coche nuevo eléctrico, a la mínima de 2.000.

Pero veamos las condiciones para acceder a esa ayuda mínima, es decir, a alguna ayuda: comprarse el vehículo en un concesionario y con una antigüedad de menos de tres años. He solicitado información a los concesionarios y señalan que lo más barato que se puede encontrar en ellos de menos de tres años vale más de 16.000 euros, los que existen por debajo de ese precio los ceden a las casas de compraventa. Las compras en estas casas no sirven para optar a la ayuda.

De este modo, descontados los dos mil euros de la ayuda, el damnificado deberá pagar catorce mil euros por un coche de segunda mano. En realidad, deberá pagar la totalidad y esperar la ayuda después. Otra incertidumbre porque, aunque el plazo para solicitarlo es hasta el 30 de junio de 2025, dejarán de concederse ayudas cuando se acaba el dinero presupuestado.

Teniendo en cuenta que las indemnizaciones establecidas por el Consorcio contemplan un pago del 10% del precio de adquisición si el vehículo tiene más de doce años, aunque le sumemos un 20% que anunció el gobierno, los propietarios de un utilitario mediano de esa antigüedad aspirarán a unos mil euros. O sea, el sector social más humilde, para acceder a la mínima ayuda del gobierno debe aportar catorce mil euros para tener un coche de segunda mano.

Se da la paradoja de que los ciudadanos más pudientes, aquellos a los que les hubiera afectado la Dana con un coche nuevo de menos de un año, cobrarán el 100% del precio de su vehículo, incluso algo más por ese 20% añadido. Si, además, son todavía más pudientes, se podrían permitir comprar un coche nuevo, incluso eléctrico. En ese caso conseguirán del gobierno una ayuda de 10.000 euros. Es decir, recibirán una indemnización del mismo valor que su coche más diez mil euros para comprarse un eléctrico.

En cambio, los ciudadanos de economía más precaria, que tenían un coche de 15 años o más, con un valor de mercado de 4.000 o 5.000 se quedarán sin coche y con una indemnización de apenas mil euros del Consorcio. Y sin ninguna ayuda. Si el gobierno hubiera querido ayudar a la gente, bastaba con que el Consorcio (ente público) aumentara las indemnizaciones para que se acercaran al valor real de mercado de esos coches antiguos. De ese modo, estas personas podrían comprarse un coche similar al que tenían.

Para ellos, la ayuda de 10.000 euros es impensable. Esa requiere que te compres un coche eléctrico, que no vale menos de 30.000 euros y disponer de una plaza de garaje propia con cargador, lo que no está al alcance de muchos. Esos 10.000 son solo para los ricos.

Pero tampoco el objetivo de la ayuda eran los criterios medioambientales, aunque la máxima ayuda era para los coches eléctricos. La opción más sostenible y ecológica era no comprarse coche, es evidente que no era la opción viable para la mayoría, pero se les podría haber apoyado a quienes, tras perder su coche, se animaban a renunciar a él y apostar por transporte público y una mejora del medioambiente.

En algunas ciudades como Barcelona, a quienes se les obligaba a dar de baja su coche o motocicleta por excesivamente contaminantes, se les daba la opción de regalarles transporte público gratuito durante dos años si renunciaban a comprarse otro vehículo. En cambio, tras la Dana, la opción más ecológica, la de renunciar al coche, no dispone de ningún apoyo gubernamental. Lo ecofriend es comprar. De hecho hasta dan ayudas por comprar dos coches por persona. Cuanto más dinero tengas para gastar, más te regala el gobierno.

Además, si pensamos en un coche eléctrico de fabricación china, mucho más barato, el impuesto que debemos pagar por ser chino es mayor que la ayuda que nos darían por comprarlo como afectado por la Dana.

No se engañen, el objeto, una vez más, no es ayudar a la gente. No se da una ayuda proporcional a la pérdida, ni tampoco en función del poder adquisitivo del damnificado. Se trata de inyectar dinero público a empresas: automovilísticas, concesionarios de coches… De hecho hay una convocatoria para que los concesionarios se adhieran al programa. Es más, la presentación de la solicitud se debe hacer en el concesionario. Y si alguien compró el coche antes de la convocatoria de las ayudas a un concesionario que luego no se adhiera, no recibirá la ayuda. Del mismo modo que si lo compró en una casa de compraventa o a un particular. El dinero y las ayudas son para los grandes. Las grandes empresas y los grandes consumidores.