Diciembre 2024
China ha dado un paso significativo en su estrategia de cooperación global al implementar aranceles cero a partir del 1 de diciembre para los productos provenientes de los países menos desarrollados (PMD). Esta medida, que abarca el 100% de las líneas arancelarias, se aplica a países con un ingreso per cápita inferior a 1.018 dólares y con los que mantiene relaciones diplomáticas. En la práctica, esta política beneficia a más de 30 naciones, principalmente africanas, y busca fomentar el desarrollo económico al facilitar el acceso de sus productos al vasto mercado chino. Además, destaca la postura de China entre las economías emergentes en la promoción de un comercio más equitativo.
La respuesta de los países beneficiados ha sido positiva. Empresas de sectores como la agricultura y la manufactura han manifestado su intención de aumentar sus exportaciones hacia China, aprovechando esta oportunidad para diversificar su producción y fortalecer sus economías internas. En un contexto global marcado por el proteccionismo, esta política sigue la línea de desarrollo mutuo de otras medidas previas como el establecimiento de acuerdos comerciales bajo la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Según expertos, esta medida también favorece la influencia de China en regiones estratégicas y refuerza su papel como un actor clave en la configuración del comercio internacional.
En contraste, Estados Unidos, bajo el liderazgo del presidente electo Donald Trump, ha adoptado una estrategia opuesta al anunciar la posible aplicación de aranceles del 100% a países que desafíen la hegemonía del dólar. Esta política proteccionista contrasta con el enfoque inclusivo de China, que busca integrar a los países menos favorecidos en la economía global. Mientras Trump parece optar por una visión más unilateral y confrontativa, China se posiciona como un promotor del crecimiento conjunto, resaltando las diferencias fundamentales en las estrategias de las dos principales economías del mundo.
