Se avanza un preacuerdo
de gobierno, bajo la presidencia del político públicamente más corrupto desde
la transición. Ciudadanos se sacrifica algo más que la media y el PSOE, nos
sigue manteniendo en la duda, sobre qué nivel de sacrificio es capaz de hacer.
Las seis propuestas de Ciudadanos para apoyar un gobierno del PP bajo la
presidencia de Rajoy, tienen la misma veracidad que la propuesta y la táctica
de aplicación de su programa electoral. Nos referimos evidentemente a las
dirigidas a la ciudadanía, no las acordadas con sus patrocinadores de las
empresas del IBEX. Con respecto al PSOE, las dos almas continúan en
confrontación, la socialdemócrata honrada y democrática, minoritaria y a la
defensiva históricamente y la neoliberal históricamente dominante. Miden sus
fuerzas, consciente el sector neoliberal, que si dan su apoyo al gobierno del
PP, cavan su tumba política. Los que necesitan aforamiento para blindar sus
corruptelas, controlan el aparato e intentan convencer, pero los cuadros y
dirigentes intermedios, luchan para evitar el suicidio político, al estar el
gobierno neoliberal que se forme comprometido, con los recortes austericidas que
la oligarquía euroalemana quiere imponer al pueblo español.
Recientemente, en los
círculos comunistas por la confluencia popular, debatimos la complejidad de la
situación política española en un informe-artículo, con el título de “el
bipartidismo en la encrucijada del sacrificio del más débil para la formación
de gobierno” En el que valorábamos la situación contradictoria en la que se
encuentra el PSOE. El resultado electoral no fue el esperado para Unidos
Podemos, pero no cambió para nada el tablero político español. Los únicos que
salimos ganando fuimos las clases trabajadoras y el pueblo, fruto solo de la
inestabilidad, que la simple presencia de Unidos Podemos provoca electoralmente,
que impidió hasta el momento, entrar a saco contra las pensiones, el salario de
l@s emplead@s públicos y las empresas de carácter público que aún resisten,
entre otras cosas.
Las dificultades que encuentra
el neoliberalismo en la formación de un gobierno de sacrificio por España, para
el perdón y el indulto para tod@s los que robaron y expropiaron al pueblo. Con
el enriquecimiento ilícito personal de políticos, empresarios, banqueros y
societarios de las empresas, bancos y
multinacionales y allegad@s , las vemos, en la incapacidad que tienen PP, PSOE
y nacionalistas burgueses, que desde una mayoría de tres cuartas partes del
congreso, son incapaces de formar un gobierno, tal como han hecho desde la
transición política. Desde los años setenta del siglo pasado, que llevan
recortando el estado de bienestar en derechos y libertades, más la corrupción
generalizada.
Pero ahora nos
encontramos de nuevo en un momento de grave peligro, cuando, una vez que el Ciudadanos
del IBEX, marca las cesiones necesarias
para su apoyo a un gobierno de la troika. Ahora cuando el ala neoliberal del
PSOE que domina en todas las estructuras orgánicas del partido, que presiona
ofreciendo, cualquier formato posible de
gobierno presidido por Rajoy y el PP, es cuando desde Unidos Podemos y las
confluencias, debemos ofrecer a las fuerzas democráticas del pueblo, no al PSOE
en formato de gobierno de izquierdas, sino desde a ellos también, una propuesta
de gobierno para el conjunto del pueblo y de las fuerzas políticas, sindicales
y sociales. La cual rompa con las políticas austericidas de la troika
euroalemana, bajo la presidencia del que proponga el PSOE, como fuerza
mayoritaria parlamentaria. Desde un gobierno compartido, que recoja como mínimo
las bases de democratización y regeneración de las instituciones del estado, bien
en la línea portuguesa o hasta otras
posibilidades más amplias que impliquen la ruptura de las políticas de
austeridad de la troika euroalemana.
La propuesta debe ir
dirigida al grueso de las fuerzas democráticas políticas y sociales de
progreso, no solo a los partidos que la puedan conformar en el parlamento español.
Debe ser una propuesta mucho más amplia, dirigida, al conjunto de las fuerzas
políticas, sindicales, de los movimientos sociales y al conjunto del pueblo,
para formar un gobierno, como mínimo de democratización y regeneración
política, con el objetivo de la acumulación de fuerzas democráticas y
progresistas, de tal forma que imposibilite en un futuro, la formación de un
gobierno fiel a la troika, que aplique las políticas austericidas euroalemanas,
que llevarán al conjunto de los sectores más desfavorecidos de las clases
trabajadoras y el pueblo a la mendicidad, la marginación social y la
emigración.
Nos enfrentamos a muchos
retos además del que nos puede plantear la troika en línea griega, que no es de
extrañar, si la correlación de fuerzas europeas no nos es favorable. Pero al
que nos vamos a enfrentar de inmediato para la formación de un gobierno del pueblo,
no es que no se pueda formar o que no sea mejor gestor que los corruptos que
nos gobiernan desde hace cuarenta años. Está en el miedo de las propias masas
obreras y populares al cambio, teniendo ellas que tomar sus propias decisiones.
Miedo a la intervención en la política, trasmitido culturalmente tras el
genocidio cometido y perdonado por los poderes políticos institucionales, con
la colaboración del reformismo neoliberal, tras el golpe de estado franquista
de 1936. Este shock traumático no reparado socialmente, es el que desde las
fuerzas democráticas, progresistas y revolucionarias, debemos incidir desde el
trabajo de masas. Es posible vencer, es posible la verdad, y es posible la
reparación y la justicia histórica ante el genocidio franquista. La batalla
contra la cultura asimilada por las masas, bajo el miedo de la represión
histórica, alcanza a una gran parte del electorado, envejecido por la falta de
desarrollo y oportunidades de trabajo para nuestra juventud emigrada. Por eso,
para obtener su voto y apoyo, tenemos que llegar también hasta ellos y sin
medios de comunicación de masas, solo nos quedan los de siempre, el sindicato,
la asociación de vecinos y los movimientos sociales, para ganar hegemonía.
Pero aun así, si
realmente somos una fuerza del pueblo y de la clase trabajadora, no podemos ser
cómplices por prejuicios, egos y sectarismos infantiles, de permitir la
formación de un gobierno de la troika que legisle, desde la autoridad de ser el
partido más votado democráticamente por el pueblo, el recorte de las pensiones,
del salario de l@s emplead@s públicos, de la privatización de la empresa
pública y de todo lo público que pueda dar beneficios a la empresa privada en
el ámbito de la sanidad, enseñanza, servicios sociales, pensiones, justicia… Si
realmente somos un movimiento político y social al servicio del pueblo y las
clases trabajadoras, no lo podemos permitir, sin antes hacer todos los
sacrificios posibles y necesarios, para impedir las políticas austericidas. Y
si aun así, esto sucede fruto de nuestra debilidad e insuficiencias, que nadie
de las fuerzas políticas de las que apoyen un gobierno de genocidas, quede sin
responsabilidades políticas ante la sociedad y la historia, porque tenemos la
obligación política de seguir luchando y seguir armándonos, no solo de razones
políticas, también éticas y morales, para la construcción del bloque histórico
de progreso, para la emancipación de una clase y un pueblo.
Alonso Gallardo
militante comunista por la confluencia en Unidos Podemos
12-08-2016