- Los “historiadores del consenso[1]” nos dicen que la Europa democrática derrotó al fascismo en 1945 y que Occidente no tiene más que un brillante futuro por delante. Hay muchos ejemplos de esta tesis en los manuales escolares y universitarios, como los de Pierre Milza [1985] y René Rémond [1974].
2. La tesis de los “historiadores del consenso”, que se enseñaba a todos los estudiantes en Europa y se extendió por todo el mundo, va en contra de una realidad difícil de negar hoy en día: el fascismo ha sido un asunto europeo desde los años veinte, y el final de la Segunda Guerra Mundial no le puso fin. Por ejemplo, los grupos banderistas nazis están plenamente integrados en el aparato del Estado en Ucrania. El nazismo también está firmemente arraigado en los Estados bálticos, y Kaja Kallas, ex Primera Ministra de Estonia, va a convertirse en Alta Representante de la Comisión Europea para Asuntos Exteriores, a pesar de ser conocida por su rusofobia y su gran tolerancia con el fascismo en su país. Por último, las políticas europeas son cada vez más agresivas contra los pueblos.
3. Esto plantea la cuestión del fascismo.
4. Georgy Dimitrov (Secretario General de la Internacional Comunista de 1934 a 1943) dio la definición más clara y política del fascismo: es la ofensiva más radical del capitalismo contra el pueblo, que se produce en condiciones de profunda crisis económica [Dimitrov 1935]. En este caso, la burguesía “ya no es capaz de mantener su dictadura sobre las masas por los viejos métodos de la democracia burguesa y el parlamentarismo”, y opta por “métodos terroristas de gobierno, como señal de que ya no tiene fuerzas para encontrar una salida a la situación actual sobre la base de una política exterior pacífica, lo que la obliga a recurrir a una política de guerra”.
5. Si adoptamos la teoría marxista, los salarios y los beneficios son antagónicos [Marx 1865]. Por lo tanto, es imposible aumentar los beneficios y los salarios al mismo tiempo y, en caso de crisis económica, la burguesía necesita aplastar los salarios para restablecer sus beneficios.
6. En Italia, por ejemplo, la crisis de los años veinte llevó al mundo financiero a optar por el fascismo para garantizar que el país pagaría sus préstamos a los bancos extranjeros (Italia estaba extremadamente endeudada). Mussolini y sus “fascios de combate” eran vistos como los únicos capaces de hacer pagar al pueblo italiano las consecuencias de la crisis económica [Forsyth 1993]. El modelo fascista italiano era muy atractivo para la burguesía europea. Del mismo modo, durante la crisis de los años 30, Hitler fue considerado por los círculos financieros como la persona más adecuada para hacer pagar a Alemania los enormes préstamos concedidos por los bancos estadounidenses y europeos[2].
7. Los modelos italiano y alemán atrajeron enormemente a la burguesía europea por su capacidad para imponer una caída drástica del nivel de vida de la población que debía pagar la crisis económica.
8. El fascismo era un signo de la debilidad tanto del proletariado, cuyas organizaciones fueron incapaces de impedir el ascenso del fascismo, como de la burguesía, que ya no podía imponer su dictadura utilizando los viejos métodos de la democracia burguesa y parlamentaria. El fascismo no supuso una ruptura con el pasado, porque la burguesía financiera siguió ejerciendo el poder. Pero lo hace por otros medios, sustituyendo la democracia formal “por otra forma de dominación, la dictadura terrorista declarada” [Dimitrov 1935].
9. Grecia es un ejemplo de la continuidad entre democracia burguesa y fascismo. Desde la crisis de 2008, el país ha sufrido más de diez planes de austeridad (recortes presupuestarios, desmantelamiento de la legislación laboral y reforma fiscal), recortes salariales y de pensiones y una violenta política deflacionista [Delorme 2017]. Estas reformas han provocado una caída del nivel de vida similar a la de Francia en los años 40… salvo que se logró con medidas “democráticas” mientras que Francia había necesitado del fascismo.
10. ¿Podemos concluir de ello que la Europa democrática ha derrotado al fascismo? La pregunta es tanto más crucial cuanto que la crisis económica hace estragos (aún no hemos salido de la Gran Depresión de 2008 [Roberts 2016]), y los países europeos son cada vez más belicosos.
11. Una mirada histórica nos dará una mejor respuesta a esta pregunta. Tras la Segunda Guerra Mundial, no hubo purga de cuadros nazis y fascistas, sino su reciclaje por Estados Unidos. La historia de la construcción de Europa desde 1945 ilustra cómo Occidente es perfectamente compatible con el fascismo.
12. Los “historiadores del consenso” presentan la construcción europea como un vector de paz, pero para ello se ven obligados a pasar por alto los años 1933–1945… La Unión Europea es en realidad el producto de una alianza entre Alemania y Estados Unidos (los dos imperialismos dominantes en aquella época), que se forjó en los años veinte y continuó con el Tercer Reich y luego con la RFA. La UE es, de hecho, el instrumento de la política de “puertas abiertas” de Estados Unidos en el continente europeo, que consiste en imponer la “libertad” de los mercados, en el sentido de la libertad del zorro en el gallinero [Lacroix-Riz 2014].
13. Las biografías de los padres de la construcción de la Unión Europea son interesantes a este respecto; nos centraremos en tres figuras centrales: Jean Monnet, Walter Hallstein y Robert Schuman.
14. Jean Monnet es descrito por los servicios de inteligencia franceses como “el hombre de confianza de la City y de Wall Street, que ha servido constantemente a la política y a los intereses del Grupo Lazard desde la Segunda Guerra Mundial” [en Lacroix-Riz 2014, p. 85].
15. Walter Hallstein, que fue el primer presidente de la Comisión Europea entre 1958 y 1967, es un antiguo profesor de Derecho. La historiografía oficial suele olvidar mencionar que también fue oficial de formación de ideología nacionalsocialista en la Wehrmacht y que los Aliados lo detuvieron en Cherburgo. Cuando fue Ministro de Asuntos Exteriores de Alemania Occidental en 1951, afirmó que su ministerio sólo estaba formado en dos tercios por antiguos nazis [Wahl 2006].
16. El tercer padre de Europa, Robert Schumann, era un francés de Moselle que se unió a las ligas fascistas desde su fundación en 1924. Votó a favor de plenos poderes para Pétain, pero fue expulsado del gabinete Laval porque estaba demasiado cerca de la burguesía financiera implicada en los cárteles siderúrgicos franco-alemanes, que ofrecían sus servicios al ocupante. Así que Pétain destituyó a Schumann… ¡porque colaboraba demasiado! No tonto, Schumann destruyó sus archivos durante la guerra. En el momento de la liberación, no fue juzgado por el Tribunal Superior de Justicia y su inelegibilidad (por haber votado a favor de los plenos poderes de Pétain) fue anulada el 15 de septiembre de 1945. Siguió un ascenso vertiginoso en su carrera y se convirtió en Ministro de Finanzas en junio de 1946 [Lacroix-Riz 2024, p. 105-110].
17. En términos más generales, todo el propósito de Estados Unidos era construir una internacional fascista. Con este objetivo, enviaron emisarios de la OSS-CIA a Europa bajo la dirección de Allan Dulles y William Donovan, dos eminentes financieros y abogados de negocios (el Reich representaba una parte decisiva del volumen de sus negocios). La delegación estadounidense se encargó de reclutar a fascistas y nazis caídos en desgracia, así como a colaboracionistas: “Sabíamos exactamente lo que hacíamos. La base del trabajo era utilizar a cualquier basura con tal de que fuera anticomunista” admitió Harry Rositzke, encargado de las operaciones secretas contra la URSS para la OSS-CIA [Simspon 1988, p. 159].
18. Sobre la construcción de la internacional fascista, es interesante leer el trabajo de los historiadores estadounidenses Breitman y Goda, a quienes no se puede acusar de un sesgo prosoviético ya que ambos son colaboradores habituales del Departamento de Estado [Breitman y Goda 2012]. Su relato es honesto, sin embargo, y encontramos que la delegación dirigida por Dulles y Donovan a Europa se encargó de:
- poner en marcha los servicios de inteligencia de la RFA (el Bundesnachrichtendienst, BND), dirigidos por Reinhard Gehlen (un antiguo general de la Wehrmacht) que se rodeó exclusivamente de antiguos nazis (más de 4.000 estaban bajo su mando), y que también reclutó a Bandera (el ucraniano responsable de la “shoah a balazos”), que estaba bajo su mando en Múnich.
- También elaboró una lista de altos cargos nazis y fascistas a los que reclutar. Más de 10.000 de ellos fueron a Estados Unidos, al igual que 1.600 como parte de la Operación Paperclip [River 2023], que reclutó a químicos de IG Farben que habían desarrollado gas letal, así como a médicos y científicos que habían llevado a cabo horrorosos experimentos con los cuerpos de los prisioneros de los campos.
- En Estados Unidos se creó una agencia específica para reclutar nazis, llamada Joint Intelligence Objectives Agency.
- Por último, en Europa Estados Unidos ha creado las llamadas células durmientes “stay behind” y la red Gladio, organizaciones terroristas con caletas de armas, encargadas de luchar contra el comunismo. Estas redes son extensas y dependen de toda la maquinaria administrativa y de inteligencia estadounidense: “’la CIA, la OPC, el Departamento de Estado, el Departamento de Defensa, el Personal de Planificación Política, el Consejo de Seguridad Nacional y la Administración del Plan Marshall trabajan codo con codo” [Charpier 2008]. Por supuesto, para que Estados Unidos pudiera construir una internacional fascista a partir de sus raíces europeas, fue necesaria toda una maquinaria cultural e intelectual que hizo pasar el reciclaje de antiguos cuadros nazis y fascistas como una victoria de la democracia sobre el fascismo [Parenti 1997, Saunders1999].
19. Esto no es sólo historia antigua. Si echamos un vistazo a la biografía de Victoria Nuland, que fue subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos y miembro de la oficina de la NED (CIA), comprenderemos que los vínculos con fascistas y nazis nunca han dejado de ser cultivados por EEUU y la burguesía europea. El 13 de diciembre de 2013, Nuland admitió ante el Club Nacional de Prensa, en una conferencia financiada por el grupo petrolero Chevron, que el gobierno estadounidense había, desde la caída de la URSS, “gastado cinco mil millones de dólares” para lograr el triunfo de la “democracia” en Ucrania, y que el 5 de noviembre del año anterior Chevron había firmado un acuerdo por diez mil millones de dólares de inversión en perforaciones que pondrían fin a la “dependencia de Rusia” del país[3]. Nuland ha fabricado gobiernos ucranianos (sobre todo con su famoso “Fuck the EU[4]”… que nunca molesto demasiado a la EU) y ha presidido el rearme del país, que Washington ha integrado de facto en las operaciones de la OTAN desde julio de 2021.
Bibliografía
[Breitman et Goda 2012] Hitler’s Shadow. Nazi war criminals, U.S. Intelligence, and the Cold War, National Archives.
[Charpier 2008] La CIA en France : 60 ans d’ingérence dans les affaires françaises, Seuil.
[Delorme 2017] « Grèce, l’impasse économique », Les Crises, article de blog.
[Dimitrov 1935] Rapport sur l’Offensive du fascisme et les tâches de l’Internationale communiste au 7e congrès de l’Internationale Communiste, 2 août 1935.
[Forsyth 1993] The Crisis of Liberal Italy: Monetary and Financial Policy, 1914–1922, Cambridge University Press.
[Lacroix-Riz 1998] Industrialisation et sociétés 1880–1970 : l’Allemagne, Ellipses.
[Lacroix-Riz 2014] Aux origines du carcan européen, la France sous influence allemande et américaine, réédité en 2016 chez Delga.
[Marx 1865] Salario, precio y ganancia, primera edición en 1865.
[Milza 1985] Les Fascismes, Édition nationale (el libro se ha reeditado muchas veces).
[Parenti 1997] Black Shirts and Reds. Rational Fascism and the Overthrow of Communism, City Light Books.
[Rémond 1974] Introduction à l’histoire de notre temps, le XXe siècle, de 1914 à nos jours, Seuil, Point Histoire, vol. 3 (el libro se ha reeditado muchas veces).
[River 2023] Operation Paperclip. The History of the Secret Program to Bring Nazi Scientists to America During and After World War II, fascículo impreso por Charles River Editor.
[Roberts 2026] The Long Depression, Haymarket Books.
[Saunders 1999] Who Paid the Piper ? The CIA and the Cultural Cold War, Granta Books.
[Simpson 1988] Blowback: America’s Recruitment of Nazis and Its Destructive Impact on Our Domestic and Foreign Policy, Forbiden Bookshelves.
[Soucy 1986] French Fascisme : The First Wave, 1924–1933, Yale University Press.
[Soucy 1996] French Fascisme : The Second Wave, 1933–1939, Yale University Press.
[US Senate 2014] Senate Hearing 113-513 : Implication of the crisis in Ukraine, Hearing before the Committee on Foreign Relations, 15 janvier.
[Wahl 2006] La Seconde histoire du nazisme, Armand Colin.
NOTAS:
[1] La expresión fue acuñada por el historiador estadounidense Robert Soucy, especialista en el fascismo francés [Soucy 1986, Soucy 1995]. Los «historiadores del consenso» se propusieron exonerar a las élites económicas francesas de su responsabilidad en el ascenso del fascismo basándose en pruebas a posteriori, mientras que los archivos originales señalan claramente a la burguesía financiera como promotora del fascismo en Francia a partir de 1924. Los «historiadores de consenso» fueron reclutados por el aparato ideológico de la burguesía para escribir los manuales de historia que se enseñan en las escuelas y universidades.
[2] Contrariamente a la tesis falaz de los “historiadores del consenso”, Alemania no fue aplastada por el pago de las reparaciones de guerra a Francia y al Reino Unido, sino por la deuda que contrajo en los años 1920 para su rearme, principalmente a través del “Plan Dawes” [Lacroix-Riz 1998].
[3] Véase el vídeo en Youtube (https://www.youtube.com/watch?v=rPVs5VuI8XI). Nuland confirmó esta información el 15 de enero de 2014 ante el Comité de Política Exterior del Senado [US Senate 2014].
[4] Grabación pirateada de una conversación telefónica entre Nuland y el embajador estadounidense en Ucrania (https://www.youtube.com/watch?v=CL_GShyGv3o). Estados Unidos había orquestado un golpe de Estado en 2014 con el apoyo de los grupos nazis Svoboda y Pravy Sektor, a los que Nuland puso en el poder sin contar con la opinión de nadie (¡y menos de la UE!).