El Lince 15 junio 2024
Este fin de semana se realizará la “Conferencia de Paz sobre Ucrania” que está organizada por la pirata (por los bancos) y “neutral” Suiza. Se enviaron inicialmente 160 invitaciones, a todos los países que en marzo de 2022 votaron a favor o se abstuvieron en la ONU en la condena a Rusia por la “invasión” del país 404, antes conocido como Ucrania.
Se dice que, a un día de que comience, 90 “países y organizaciones” han aceptado acudir, con independencia del nivel de las representaciones. Desde luego que Occidente hará todo lo posible por resaltar el “éxito” de la iniciativa, además de culpar a China (y a Rusia) de que tanta gente del Sur Global haya demostrado, en la práctica, que Occidente ya no causa ningún miedo. Porque ya no tiene poder político, ni cultural, ni militar. Solo le queda el económico, y eso será hasta octubre, cuando tenga lugar la cumbre de los BRICS.
Entretenidos como estamos por el ascenso del fascismo en el zombi europeo, no solo, pero principalmente, no vemos la secuencia de lo que está pasando y que determina todo, pero que todo: cumbre del fantasmagórico G-7 dos días antes de la susodicha cumbre en Suiza, a la que seguirá la cumbre de la OTAN y un mayor y rápido camino hacia la guerra abierta. Todo atado y bien atado. Occidente lucha por su supervivencia y su hegemonía. Y algunos esclavos siguen dóciles al patrón porque tienen miedo de liberarse.
Pero el fracaso en lograr la adhesión del Sur Global es determinante. Aún no está claro si países como Brasil, Indonesia, Turquía, Arabia Saudita, Pakistán o Sudáfrica, por mencionar solo unos pocos, estarán o no y a qué nivel. India ya ha dicho que sí estará, aunque “con postura crítica”.
Por eso a día de hoy, viernes, la víspera, Suiza minimiza las expectativas y dice que “podría ser necesaria una conferencia de seguimiento, con inclusión de Rusia”. Porque Rusia no ha sido invitada, por supuesto. Por eso ya se habla abiertamente de lo mínimo que se puede conseguir: seguridad de las centrales nucleares (bombardeadas por el país 404, por cierto), seguridad alimentaria (boicoteada por Occidente al no cumplir durante un año lo acordado con Rusia), liberación de todos los prisioneros (ni de coña, según las cifras que dio Putin) y el “regreso de los niños deportados a Rusia”.
Si hay que hacer caso de esto, ni se menciona la retirada de las fuerzas rusas del país 404 ni el retorno al país 404 del Donbás, Crimea y otras regiones.
De todo esto hay un culpable. Dos. El primero, Rusia, por supuesto, muy activo diplomáticamente en el Sur Global, de forma especial en África. El segundo, China, a quien se acusa abiertamente de boicotear la cumbre suiza para preparar y fortalecer su propio plan de paz, ya presentado hace un año.
Además, ya no hay duda alguna que “Rusia y China están derrocando al G-7 y avanzando en la construcción de relaciones con países del Sur Global, considerando a Estados Unidos y sus aliados como agresores que fomentan la guerra y utilizan sanciones para lograr sus objetivos geopolíticos”, que “el conflicto en Ucrania, sumado al fortalecimiento militar de China, ha generado dudas sobre el dominio militar del G-7, incluso si Estados Unidos no sólo puede ayudar a defender Ucrania sino también responder a cualquier invasión de Taiwán”, que “todos los esfuerzos para aislar a Rusia se desmoronaron debido al suministro de bienes que Rusia necesitaba a través de terceros países y gracias a la ayuda de China”, que “el centro mundial de poder económico se está alejando cada vez más del G-7 hacia el G-20, que superará a las economías del G-7 en 2030”. Es el resumen de Bloomberg para la reunión del fantasmagórico G-7 y de la de Suiza.
Que el Sur Global no sea gilipollas, que esté hasta el culo del “orden basado en reglas” occidental cuando ve lo que está haciendo Occidente en Gaza (o lo que hizo antes en Irak, en Libia, en Siria, en…) no se tiene en cuenta. Son inferiores y tienen que hacer caso al blanco. Neocolonialismo a tope, el gen occidental. Y que considere que el intento de Occidente no es más que hacer olvidar su postura en Gaza y volver a centrar la atención mundial en el país 404, tampoco importa. Cuentan con el estercolero mediático occidental, que esparce mierda las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 30-31 días del mes (28 en febrero), los 365 días del año (366 en bisiesto). Una y otra vez.
Y es que la perfidia antioccidental no se puede consentir. La jungla es la jungla y el jardín occidental es eso, un jardín. Pero dentro de la perfidia antioccidental, el más malo malísimo, incluso por encima de Rusia, es China.
La perfidia china es de tal calibre que es muy, pero que muy difícil para un occidental como yo afrontarla y combatirla. No en vano, los chinos hacen cosas como estas:
Soy de montaña y no tengo ni idea de cosas del mar, pero me da que aquí hay algo que no cuadra. Pero si es cierto lo de que China oculta sus submarinos en el mar, no hay duda de lo pérfidos y malvados que son.
Esto apareció por primera vez en 2015, cuando no eran tan malvados como ahora. Pero ha pasado el tiempo y lo que entonces solo vio algún visionario, hoy ya lo ve todo el mundo.
Esto es de 2021, como veis. Pero no termina aquí la cosa. Para nada. Hasta la revista de las cosas de la marina de EEUU la recoge.
Y la cosa sigue, y sigue.
¡Malditos chinos! ¿Cómo se les ocurre esconder sus submarinos en el mar? ¿no saben esa canción infantil que dice que por el mar corren las liebres y por el monte las sardinas? ¿por qué sus submarinos no están por los montes, para que se los pueda ver?
Ya lo he dicho: no soy ningún experto naval. A buen seguro que estoy equivocado porque ¿quién soy yo para cuestionar lo que dicen en EEUU, tan sabios e ilustrados ellos? Está claro que los chinos, que apoyan a los rusos, no quieren la paz ni en el país 404 ni en ninguna parte. Nos obligan a ir a la guerra y por eso hacen cosas como estas, esconder sus submarinos en el mar.
Aunque, bien mirado, uno tiene preferencia por hacer lo contrario de lo que se le dice por aquello que me enseñó mi abuelo, un guerrillero republicano en la resistencia francesa, y que era que “si algo es bueno para los patronos, es malo para mí”. Algo sobre mi abuelo. Algo sobre los camaradas de mi abuelo. Luego, haciendo caso a mi abuelo, si es bueno para Occidente no es bueno para mí. Egoísmo puro. Que les imponen aranceles, pues a comprar productos chinos. Que se quiere armar a Taiwan, pues contra Taiwan. Que esconden sus submarinos en el mar, pues a añadir un cubo de agua (incluso dos) para ayudar al camuflaje y agrandar el escondite de los submarinos.
P.D.- Entretenidos con el auge del fascismo en el zombi europeo (no solo), pasamos por alto una fecha a recordar a partir de ahora: el 8 de junio. Ese día de 1974 Arabia Saudita y EEUU firmaron lo que se conoce como “el pacto del petrodólar”, en virtud del cual Arabia Saudita vendía su petróleo solo en dólares a cambio de seguridad. El pacto tenía validez por 50 años. Esos 50 años terminaron el día 9 de junio y de ahí las constantes presiones, viajes incluidos, de EEUU no solo para la normalización con el IV Reich sionista, antes conocido como Israel, sino para que Arabia Saudita abandone el acercamiento a Irán, a Rusia y a China.
Desde hace un par de años, y más desde el 1 de enero de este, cuando Arabia Saudita se integró en los BRICS, una pequeña parte del comercio petrolífero con China ya se hace en yuanes, pero a partir de ahora ya no hay ningún impedimento legal para ello a gran escala. Es poco probable que Arabia Saudita abandone completamente el dólar, pero no el que aumente la diversificación del comercio petrolífero en otras monedas, el yuan especialmente.
Después del robo que está haciendo Occidente con las reservas monetarias rusas (véase lo penúltimo del fantasmagórico G-7), la moneda occidental es cada vez más tóxica, por lo que se acelera, y mucho, la desdolarización de la economía mundial. Arabia Saudita ya tiene el camino expedito, y lo está comenzando a hacer. A su ritmo, pero ya lo está haciendo. Hasta ahora lo hacía con mucha cautela, por aquello del pacto. Ahora ya no existe. Otro al que hay que mirar a partir de octubre y lo que decidan los BRICS.
Porque hay un dato que proporciona el propio FMI: el nivel de las reservas de divisas en moneda occidental sigue descendiendo.
Esto es cómo terminó el año 2023, con el dólar cayendo desde el 59’17% del total de las reservas mundiales hasta el 58’41%. Lo mismo pasa con el euro, que ha caído el 5% (un total de 100.000 millones de euros) en las reservas mundiales, solo como consecuencia de las sanciones -ilegales, según el derecho internacional- a Rusia. Puede que os parezca un declive lento, pero además de ser inexorable son miles de millones de moneda occidental menos. Y cada vez más países comercian en la suya propia. De eso tratan los BRICS, que solo en lo que va de año han visto cómo se ha incrementado en un 11’3% el comercio intraBRICS. Y sin utilizar las monedas occidentales.
Por cierto, hablando de los BRICS, ayer se iniciaron los I Juegos Deportivos BRICS. No solo participan atletas de los 10 países integrantes, sino de los aspirantes (29, en estos momentos) y simpatizantes. En total, participan atletas de 90 países. Echad un vistazo.
El Lince