Tendremos un
debate muy amplio sobre la táctica política y el programa de reformas hasta el
próximo Vistalegre III, donde en lo principal, no nos deben preocupar los
errejonistas que aún se mantienen en Podemos, los llamazaristas en IU o las
carmenas en las confluencias, todas ellas expresan ideas del pensamiento
reformista desde la aceptación del sistema, que desde su crisis global
sistémica visualizada en el 2008, pero que viene de los años setenta del siglo
pasado, no admite reformas, pero por contra, la lucha por las pequeñas reformas,
posibilita que las masas se incorporen a la lucha reivindicativa y esta
contradicción durará, hasta que se resuelva la principal de quién gana la lucha
de clases nacional e internacional, porque el sistema capitalista no está
estable, está en crisis terminal y de su salida tienen tanta idea como nosotros.
Pero ahora en lo inmediato, nos debe preocupar más la crítica a la interiorización
de la debacle electoral como derrota política, que nos puede llevar al
nihilismo y la desmoralización o a la radicalización del mensaje político como
huída adelante o salto al vacío.
Diferenciando
al reformista del que lucha por reformas, diremos que el reformista pretende
siempre lucir al sistema capitalista para hacerlo más presentable al pueblo,
cosa compleja en la actualidad, cuando lo que se pretende es blanquear el
genocidio que las políticas austericidas del neoliberalismo fascista causan. Pero
no es imposible como se ha demostrado en Madrid y otras partes de Europa y del
planeta, que cuando las fuerzas del pueblo se presentan divididas, dan la
victoria a un neoliberalismo de posiciones políticas, económicas y sociales
fascistas e imperialistas. De esta voluntad reformista nace la política del
PSOE y cuando la correlación de fuerza no es favorable y la presión social es
menor que la del poder económico neoliberal y genocida, su doble alma cede ante
la imposibilidad de reformas en esta situación de crisis global del sistema
capitalista financiarizado, que ante la disminución del beneficio empresarial,
solo les queda la salida de más globalización neoliberal o lo que es lo mismo,
el monopolio del conocimiento, las finanzas virtuales y la producción industrial
y agrícola global, para acumular y competir en mejores condiciones con las
potencias emergentes.
En cambio,
las reformas que nacen de la lucha de la clase trabajadora, especialmente
aquellas que surgen desde la espontaneidad de la movilización de las masas, nacidas
del vacio que sindicatos y movimiento vecinal han dejado en la defensa sus
intereses, cumplen una función de desarrollo de la experimentación y
aprendizaje de los sectores más avanzados en la lucha política y social, cada
vez más conscientes, de que la única posibilidad histórica de la conquista de
un objetivo, siempre viene dada de la lucha y de la mano de la unidad de la
clase trabajadora y el pueblo. Esto no es nuevo en la historia de la lucha de
clases, pero es lo que sucedió con la movilización iniciada por el movimiento
en defensa del sistema público de pensiones, contra el acuerdo institucional del
Pacto de Toledo de recortarlas y endurecer las condiciones para obtenerlas, las
generaciones futuras.
La
movilización de los pensionistas junto con la presencia de los 72 diputados de
Unidas Podemos, posibilitó la ruptura del pacto con la subida de las pensiones
según IPC, la congelación del factor de sostenibilidad y la subida del salario
mínimo interprofesional entre otras. Estas reformas tienen carácter
revolucionario, porque confrontan con las principales líneas de demarcación
neoliberal y si ahora no continúan las movilizaciones y Unidas Podemos no hace
valer sus ahora 42 diputados en el parlamento, en cualquier momento pueden ser
anuladas. Y esto ha sido así, no porque ideológicamente la dirección de Unidas
Podemos sea comunista o revolucionaria convencida, sino porque el carácter de
las reformas por las que luchan, en el conjunto de la situación económica
global y de los intereses de la oligarquía financiera y empresarial, en su
ejecución adquieren un valor plenamente revolucionario, porque afectan al
núcleo central acumulativo de las políticas austericidas y extractivas del
capital financiero neoliberal globalista. No somos revolucionarios porque nos
lo llamemos, lo seremos por las consecuencias de nuestros actos y por eso la
derecha neoliberal financiera y empresarial, lucha con el mayor encono y juego
sucio para destruir a Unidas Podemos y la actual debacle electoral general,
autonómica y local de Unidas Podemos, provocada por la tremenda división creada
desde los sectores reformistas, es una prueba de ello. El cometer errores es un
principio en el proceso del conocimiento humano, pero pensar, que en la actual
crisis global y sistémica del sistema capitalista, éste va aceptar reformas sin
más por pequeñas que sean, es un error de los reformistas.
Los
colectivos que se denominan marxistas leninistas y otros muchos marxistas que
participan de las confluencias, dudan de esto y acusan de reformistas a Pablo
Iglesias y al conjunto de la dirección
de Unidas Podemos por lo que ellos se dicen de sí, poniendo así en duda, el
carácter revolucionario de las reformas del programa de Unidas Podemos como
demuestran los hechos, de los únicos que un marxista debe partir en los
análisis. También dicen que el bipartidismo y el régimen del 78 regresaron con
la victoria del PSOE. Lo más dañino en el marxismo, incluido el leninista, es
cuando se une a la subjetividad el dogmatismo que cree que una cosa siempre es
la misma, impidiendo el cumplimiento fundamental de la teoría marxista
leninista: el análisis concreto de la realidad concreta, por lo cual, cualquier
afirmación que no parta de la realidad objetiva analizada, no deja de ser solo
una profecía.
A las dudas
sobre el carácter de Unidas Podemos por su quehacer hasta ahora, contestaremos
desde la pregunta que se hacía Pablo Iglesias en una entrevista en el programa
de Fort Apache ¿por qué con nuestro programa tan reformista, nos atacan tanto?
con la respuesta de Atilio A. Barón, en un artículo recientemente publicado en
un diálogo con la izquierda europea sobre ¿hay una revolución en Venezuela? donde
contesta ¿si no porqué la agrede el imperialismo tanto? Advirtiendo de paso,
que todo necesita su explicación por la complejidad y particularidad de cada
uno de los procesos revolucionarios y advirtiendo también, de que todos son reversibles
si no hay una buena ejecución.
El mantra de
que el bipartidismo y el régimen del 78 han vuelto con la victoria de Pedro
Sánchez, se salta toda rigurosidad analítica, tanto del proceso de
consolidación del liderazgo de Pedro Sánchez en el PSOE, que ha sido en combate
contra el felipismo y la oligarquía del IBEX 35, que no lo quería como
secretario general por sus ideas reformistas y de unidad de la izquierda, que
atacan el núcleo duro de su política austericida y extractiva de acumulación ¿Y
esto será así para siempre? Todo es reversible y más cuando se dirige desde el
reformismo, pero esa sería ahora, otra derrota con terribles consecuencias para
el pueblo, porque no saldría del sorpasso al PSOE, saldría de la derrota de Unidas
Podemos y confluencias. Lo mismo pasa con el bipartidismo, un concepto que nace
del reparto del poder de dos partidos que ejecutan una misma política
económica, aquí en España el bipartidismo lo rompió Unidas Podemos, pero en
Francia fue la Le Pen y en Italia ahora el Salvini, ambos de una supuesta
extrema derecha fascista y ambos desde el capitalismo continentalista antieuropeos
y antiglobalistas y si esta opción no está representada en Portugal o Grecia,
es porque la izquierda de momento ocupa el espacio.
Lo mismo
pasa con el régimen del 78, el cual nunca más volverá, ya que aunque la mayoría
esté libre por el control que el capital ejerce sobre la judicatura y la
policía, como generación está superada, en la cárcel o enjuiciada. El peligro
no es que vuelvan, el problema es que el neoliberalismo financiero globalista empresarial
del IBEX 35, gobierna públicamente en España desde el 2008, enemigo principal
de la clase trabajadora y el pueblo y no dudará en ejecutar más políticas
austericidas y extractivas de las propiedades y bienes del pueblo y mas
corrupción, porque junto con la delincuencia, la prostitución y el tráfico de
drogas y personas, forma parte del proceso de acumulación de capital y para que
no vuelva esto, habrá que gobernar y si los socialistas rechazan nuestro
programa de reformas, tiene que quedar claro ante el pueblo, que la
responsabilidad de la división de las fuerzas del pueblo es del PSOE.
Otro mantra
construido desde la supuesta izquierda marxista y leninista, son los límites en
la soberanía impuestos por el marco de la Comunidad Europea, sin entender que
son límites a la soberanía española, pero no son límites a la intervención de
la gente, que tendrá que asumir un proceso de lucha prolongada contra la
colonización neoliberal euroalemana, donde en el juego político y de alianzas,
no solo entra el del estado soberano a recuperar, si no también, la del
conjunto de los estados europeos en lucha por su soberanía, en pro de un
objetivo común solidario, de una Europa de la clase trabajadora y los pueblos.
Pero esto no es nuevo, ya lo vimos en el 1936 cuando los gobiernos europeos
burgueses enfrentados a Hitler, a pesar de que luchamos contra el fascismo y el
nazismo, abandonaron a la republica y al pueblo español porque los suyos eran
los otros, así que, qué más daño podrán hacernos ahora que son aliados y nosotros
con los nuestros, todavía en los pozos y cunetas del país, que más pueden
hacernos.
Gobernar es importante y conocer los límites
que nos impone la Comunidad Europea también, porque todos estos límites han sido
creados para la aplicación de las políticas austericidas y extractivas de
acumulación financiera del capital y viendo la insuficiente actual correlación
de fuerzas, de la cual la nuestra solo está sustentada sobre la pata
institucional, solo nos queda en lo inmediato para avanzar, el desarrollo de
movimientos sociales en cada lucha por las pequeñas reformas en los derechos
sociales, desprivatizaciones, anulación de copagos, impuestos a las grandes
fortunas y empresas, es decir, el de continuar el proceso de movilización por
las pequeñas reformas, poniendo como perspectiva el recuperar constitucionalmente
como derecho fundamental, todos los derechos que nos garantizaban los servicios
públicos como estado de bienestar, porque estas pequeñas luchas, son las que
agudizan la lucha de clases y la única que nos permite iniciar un proceso de
acumulación de fuerzas, haciendo de cada negativa de reforma una movilización
social.
Qué otras
opciones en lo inmediato hay encima del tablero para Unidas Podemos, cuando es
una fuerza progresista que nació como instrumento para la intervención
institucional, si ahora se le quita la capacidad de cogobernar, evidentemente
ninguna y flaco favor harán al proceso político español, si en Vistalegre III
no se resuelve la unidad entorno a Unidas Podemos de todas las confluencias que
voluntariamente quieran, en una alternativa nacional para todo el estado
español, dando la organicidad interna necesaria para las tareas políticas que
se vayan asumiendo y para construir la pata que falta de la intervención en la
sociedad organizada, en los lugares donde el pueblo vive, trabaja y estudia,
siempre desde el respeto a la autonomía política e independencia organizativa de
las organizaciones de masas y ojala este debate, pueda ser el del siguiente
Vistalegre IV.
Alonso
Gallardo de los círculos comunistas de Unidas Podemos junio del 2019