En la
manifestación de pensionistas del 17 de marzo, reflejado también en anteriores
movilizaciones, fueron variadas las personas afiliadas al sindicato de la
Corriente Sindical de Izquierdas, que me preguntaban por donde andaban las
pancartas y banderas del sector de pensionistas, habiendo como había en todas
las movilizaciones una presencia activa de dirigentes, cuadros y militancia
histórica y reciente del sindicato, pero sin bandera ni pancarta que los
identificaran mostrando su apoyo a la causa.
El clamor
que se vive entre la clase obrera, la juventud y las personas pensionadas por
la defensa del sistema público de pensiones es evidente, como evidente es, que
sin la unidad de acción del conjunto de las organizaciones sindicales y
sociales y políticas del pueblo, difícilmente será conseguible el objetivo de
garantizarlo, por mucho que en el amplio sector que participa de la
movilización de pensionistas, lo que sobra sea experiencia y conocimiento de la
fuerza que aporta la unidad en el logro de objetivos, nada fáciles de lograr en
este caso, por sencillas que sean las soluciones económicas para remediarlo.
Esta máxima
por la unidad, de la cual la inmensa mayoría de la militancia sindical y social
la abraza para conseguir con éxito una reivindicación, es rechazada por algunos
militantes históricos de forma sectaria, por una comprensión errónea de las
luchas históricas de la clase obrera dadas en la gran industria, en la
confrontación del sindicalismo de clase contra las burocracias sindicales
implantadas en las federaciones de CCOO y UGT. Éstas, en confabulación con la
patronal y el gobierno, para paralizar la unidad obrera y la lucha por la
defensa de la industria y el empleo, acataron la estrategia de las
prejubilaciones, dándose así que miles de experimentados luchadores, siguen
confundiendo la prejubilación como una victoria en vez de la aceptación de un
privilegio por la venta de su puesto de trabajo, el de mañana sus hijos. Por
eso, en un marco diferenciado de la lucha por nuestros derechos, muchos de
estos militantes, rechazan por desconfianza e ignorancia política, la unidad
del conjunto del movimiento obrero y el sector de pensionistas, representados
por el conjunto de organizaciones sociales, sindicales y políticas obreras.
El
sectarismo de muchos cuadros del sindicalismo de clase, además de crear la
división y provocar el aislamiento social de quienes lo practican, tiene la
utilidad para el enemigo, de fortalecer las posiciones de quienes en el
interior del movimiento de pensionistas apuestan por salidas tácticas
inmediatistas como forma de resolver el problema mediante una subida igual que
el IPC y de la pensión de viudedad, cuando esta salida es pan para hoy y hambre
para mañana para muchas familias y en esta apuesta están las burocracias
sindicales de los aparatos de CCOO y UGT, con fuertes intereses en el
mantenimiento del Pacto de Toledo por las subvenciones que conllevan y por los
beneficios que obtienen en la gestión de los fondos de pensiones privados,
especialmente en el ámbito de la función pública.
Y en ese
momento, cuando los dirigentes de CCOO y UGT pretendan refrendar de nuevo el
Pacto de Toledo con la aceptación de la propuesta gubernamental, cuestión que
solo podrá ser impedida por la continuidad masiva de la movilización del sector
de pensionistas en unidad con el conjunto de la clase obrera, nuestros
sectarios saltarán por un lado aplaudiendo hasta con las orejas y gritando ¡¡lo
veis, lo veis, como teníamos razón!! Creando confusión y división en la lucha,
porque siguen sin entender, que no se trata de SU razón, sino la de millones de
pensionistas que con su pensión no llegan con sus familias a fin de mes. Se
trata de que con la unidad de acción con los demás, sin el engreimiento de la
ignorancia del que se cree estar por encima de todo en política por el status
social logrado con su lucha, trazar unas líneas de táctica sindical que permita
en ese momento dado, si la fuerte movilización no lo ha impedido, que todas y
todos al unísono, gritemos para darle continuidad a la lucha ¡¡unidad, unidad hasta la conquista final de
nuestras reivindicaciones!! Que son muchas más que la subida del IPC y la
pensión de viudedad, por muy necesarias que sean.
El problema
del mantenimiento de las pensiones públicas, está en el éxito de engarzarlas en
la lucha por una sociedad más igualitaria, similar al pasado estado de
bienestar o continuamente estaremos como la pescadilla que se muerde la cola,
volviendo a empezar y esa es la piedra, donde tropiezan y vuelven a tropezar nuestros
sectarios al negarse a hacer política construyendo organización obrera y poder
popular, donde el sindicalismo es una pieza fundamental de esa unidad y no el
hacer el mismo trabajo sindical economicista que los dirigentes sindicales del
sistema, que yendo ambos por distintos caminos llegan al mismo resultado, no
movernos del sitio que ocupamos en la lucha de clases (1)
Solo
elevando la lucha de las y los pensionistas a un nivel político capaz de
superar las concesiones que el gobierno haga, lograremos derogar los acuerdos
del Pacto de Toledo y las reformas laborales que introdujeron el despido libre,
el prestamismo, la precariedad y la flexibilidad horaria y profesional, que
tanto perjudica a la mujer trabajadora y a nuestros hijos, en la conquista de
un trabajo fijo con derechos que les permita una pensión digna, junto a una
sanidad y una atención justa en la dependencia y para esto hay que tumbar
mediante la movilización y el voto, al gobierno del PP, Cs y el grupo
parlamentario neoliberal del PSOE, para lograr un gobierno antiausteridad con
las fuerzas del pueblo.
La división
introducida en el Pacto de Toledo, la cual no ponen en cuestión los sindicatos
mayoritarios, de que las pensiones provenientes de sistema público de la seguridad social se financiasen de su
propia cotización, a diferencia de las provenientes del sistema público de
clases pasivas que las sigue pagando Hacienda, es un puro camelo administrativo
y contable, que solo sirve para instrumentalizar la caja de las pensiones
públicas de forma arbitraria, para ir disminuyéndolas y que todas aquellas
personas que tienen un trabajo con un buen salario, se paguen su plan privado
de pensiones, mañana su entidad privada sanitaria, su geriátrico privado y su
escuela privada ¿y el resto? Pues como dice el Presidente del Gobierno el Sr
Rajoy del PP, pues que una vez cumplida su vida laboral, haga usted el favor de
morirse.
Por eso y
porque queremos la militancia de la CSI participar de la construcción de un
país nuevo, que salga de los valores de las luchas históricas y modernas de la
clase obrera y del pueblo, con las gestas construidas solidariamente por el
bien común y no del egoísmo y la insolidaridad de las clases históricas
dominantes, clasistas, patriarcales e individualistas, que también tengamos el
derecho a construir con las siglas del sindicato ahora secuestradas, ese futuro
de igualdad en unidad con el resto de actores sociales obreros y populares, con
el objetivo de una sociedad democrática más avanzada, que nos dé un trabajo
fijo con menos jornada laboral, más seguridad y una asistencia social y
sanitaria en nuestra dependencia, con la seguridad de ver crecer a nuestros
hijos e hijas en iguales o mejores condiciones que las nuestras, hasta el
socialismo como objetivo final.
Alonso
gallardo pensionista y militante de la CSI marzo de 2018