Estaba claro, que con el rompimiento del bipartidismo y quedando la
socialdemocracia neoliberal como minoritaria con respecto al conservadurismo
neoliberal, que las cosas no iban a ir bien para el PSOE ni para el pueblo,
cuando en plena batalla interna con los sectores más democráticos y de
izquierdas, los neoliberales nucleados en torno a Felipe González, convocan el
comité federal, previamente lograda la mayoría interna (en muchos casos con
vergonzosos cambios públicos de posición política) para entregar el gobierno al
PP de Rajoy, bajo la falsa argumentación, de que es peor unas terceras
elecciones donde gobernaría el PP en mayoría absoluta, ocultando que la única
posibilidad de que no hubiera un gobierno de Rajoy, estaba en la propuesta de
los NO es NO con un gobierno con Unidos Podemos. Si algo une a los dos polos
del bipartidismo neoliberal además del teatro, es el silencio ante la
corrupción como forma de vida y de enriquecimiento ilícito, lo dicen los
tribunales, cuando en ambos partidos la mayoría de sus dirigentes están
involucrados por activa o pasiva, y el silencio ante las medidas austericidas,
recortes sociales y privatizaciones, que el gobierno del PP va acometer contra
las clases trabajadoras y el pueblo.
Estos dos elementos que les unen en su silencio, nos dicen, que con este
acuerdo del comité federal de abstención, la corrupción, la austeridad,
recortes y privatizaciones de lo público, no solo van a continuar, si no, que como
juego macabro, lo van a sufrir más, especialmente aquellos que más favorecieron
los triunfos consecutivos del bipartidismo neoliberal del PP y PSOE, como son
los pensionistas con su voto mayoritario a las opciones conservadoras. Esto es
lo único políticamente garantizado, teniendo en cuenta el déficit público tan
tremendo que el gobierno del PP ha dejado, que hasta han desvalijado el fondo
de las pensiones para autofinanciarse y teniendo en cuenta, que los hombres de
negro de la troika europea, llevan semanas escudriñando todos los rincones de
la economía española y no para buscar soluciones favorables al pueblo, sino
para exigir al gobierno entrante donde hay que ejecutar los recortes y
privatizaciones para bajar el déficit público, disparado por el pago de la
deuda de la banca y las guerras imperialistas con dinero público. Ante esta
realidad que se nos avecina, el montaje teatral ya está preparado, que como Franco,
lo dejan todo bien atado, y nos dirán, que el PP negocia rebajar la reforma
laboral, la educativa, la de seguridad ciudadana y la constitución si es
preciso, ocultando de paso, que si realmente ceden en algo, no es por la
inteligente táctica de los dirigentes neoliberales del PSOE, es por la
presencia amenazante electoral de Unidos Podemos y las confluencias.
El resultado del comité federal del PSOE, tiene dos puntos de vista
contrarios de análisis y ambos lógicos, ya que varía según los intereses de
clase con que los mires. Los neoliberales del PP y del PSOE conviven juntos
desde hace muchos años en todos los saraos, fiestas y tramas, también en la
batalla defensiva contra Unidos Podemos, donde pueden manifestar, que el
bipartidismo neoliberal de nuevo gobierna para el desarrollo de las políticas
austericidas y esto es una obviedad, ya que es claramente visible por el
pueblo. Pero al mismo tiempo esta victoria para poder formar gobierno, está
basado sobre el sacrificio de la parte más débil del bipartidismo: el PSOE, lo
cual es el resultado de la lucha obrera y popular representada por las
confluencias y Unidos Podemos. Es otra victoria más del campo popular.
Ante este nuevo gobierno neoliberal y las políticas austericidas que se nos
avecinan, dos partidas se están jugando en el tablero político, que dependiendo
de su resultado final, pueden tener importancia suma, tanto para futuras
convocatorias electorales, como para las movilizaciones obreras y populares que
se avecinan. La primera está en el papel táctico que los socialistas seguidores
del NO es NO, jugarán de cara a la votación en el parlamento en la elección de
Rajoy como presidente del gobierno de España, sin garantías de que el congreso
del PSOE esté convocado y sin garantías de que el secretario general sea
elegido por votación general de la afiliación y simpatizantes. La capacidad de
resistencia del NO es NO y el acierto en su táctica serán la clave, cuando
hasta ahora, el aparato al servicio del neoliberalismo les ha ganado todas las
partidas internas. La encerrona de los neoliberales consiste sencillamente en
que si no votan a Rajoy, serán expulsados del partido y si se abstienen para
ganar el congreso, este nunca será convocado y si lo es, será con el formato
histórico sin participación directa de la afiliación.
Ante esta papeleta, el exsecretario general Pedro Sánchez, al parecer se
está preparando para dar la batalla. Muchos analistas provenientes tanto de la
izquierda reformista como de la ortodoxa, lo denuncian como farsante, porque
entienden, que toda su táctica electoral pasada, estuvo basada en la
aniquilación electoral de Unidos Podemos y las confluencias, lo cual es
entendible políticamente cuando justo se da, en medio de una batalla electoral
y con correlación de fuerza interna negativa. Ante esto solo se puede decir,
por mucho que las formas den esa apariencia, que las valoraciones políticas no
pueden hacerse desde un juicio de intenciones, si no como diría un gran
científico, siempre en búsqueda de la verdad como Foucault, los hechos
aparentes solo pueden rebatirse desde las pruebas empíricas y estas nos dicen
hasta ahora, que fue y sigue siendo el principal dirigente socialdemócrata que
dice NO a un gobierno neoliberal conservador, que todas las encuestas siguen
dando que él es el dirigente preferido por la afiliación y simpatizantes y que
ha tenido hasta ahora, capacidad de aglutinar al grueso de socialistas
demócratas y de izquierdas contra los neoliberales, en búsqueda de un gobierno
con Unidos Podemos y las confluencias, teniendo el rechazo de una mayoría del
comité federal. La otra visión, tiempo habrá para que el interesado la decida
si la ve conveniente y no porque la alentemos.
La otra partida, es el órdago lanzado por Podemos de construir en torno a
la iniciativa “Vamos” el instrumento de recuperación de la militancia y la
movilización social, de recuperación de los círculos absorbidos por la acción
institucional, para un partido donde la pata de la acción institucional, no sea
el referente político mayoritario. Para recuperar el lugar de proveniencia, donde
a la expresión de movilización en calles y plazas, hay que añadir mañana, la de
centros de trabajo, sectores de producción, barrios, pueblos y centros de
enseñanza. Por lo tanto se trata construir el instrumento que falta a Podemos y
a las confluencias en Unidos Podemos, para la iniciativa política entre las
masas, para su toma de conciencia política, como empoderamiento individual y
colectivo, como clase y como pueblo.
El acierto táctico de lanzar esta iniciativa es importante, ya que en el
poco tiempo que falta para la formación del gobierno del PP, es el que hay para
organizar la movilización y de nada sirve lamentar su inexistencia. Pero en el
acierto táctico del planteamiento, existen muchas limitaciones, lagunas
teóricas y prácticas sociales, que llenen de contenido real esa necesidad
estratégica de las masas y para que sea creíble y así poder pasar a ella, es
necesario y fundamental que quede claro desde la base, que el impulso “Vamos”,
no se crea para sustituir a la clase obrera y al pueblo en su lucha concreta,
ni a las organizaciones sindicales, vecinales y movimientos sociales. Al contrario,
nace para fortalecerlos, ya que solo así podemos asumir tanto la corrección
política como su necesidad social, porque estamos hablando de la construcción
del poder futuro popular, alternativo al poder parlamentario burgués.
Solo si dotamos de medios, los impulsos que nacen de los sectores más
concienciados de la sociedad de organizarse y luchar, lo dotaremos de contenido
estratégico para el cambio social. Esto implica que todos los círculos se
vuelquen en la construcción de colectivos de “Vamos”, para avanzar con el
tiempo y la práctica, en colectivos más concretos locales y sectorializados, de
forma que sin identificarse por ningún colectivo sindical, vecinal o social, al
tiempo que nos movilizamos por los mismos objetivos que ellos y junto a ellos,
nos vamos insertando en ese tejido obrero, vecinal o social. Desde los
principios de la plena soberanía política, de todas las organizaciones que la
clase obrera y el pueblo hayan creado, como pueblo y clase que somos como
ellos, incidiremos en insertarnos con ellos, en fortalecerlos orgánicamente y
desarrollar con ellos todo el potencial posible de organización y lucha, desde
los principios de la independencia política y económica de las organizaciones
sindicales, vecinales y movimientos sociales, de todas las estructuras
partidarias, institucionales o gubernamentales.
El objetivo debe ser muy claro, no se trata de crear un colectivo social en
cada localidad contra los desahucios, que en todas las grandes ciudades ya
existe, se trata de conseguir desde el trabajo duro, que toda asociación de
vecinos en cada barrio o pueblo, sea un instrumento de lucha contra el desahucio
de un vecino, junto con el conjunto de problemas y necesidades colectivas del
barrio o pueblo. Sindicalmente lo mismo, no se trata de crear un colectivo que
se concentre ante cada despido o presentación de un ERE, se trata, de
conseguir, que ningún sindicato de clase firme el despido de un obrero, acepte
ningún ERE o el cierre de una empresa sin presentar lucha en el centro de
trabajo o fábrica. Esta línea política de masas es la única que históricamente
ha demostrado, que la fuerza de la pierna que trabaja en las instituciones, no
depende solo de los votos que estratégicamente, depende de la fortaleza del
músculo de la que trabaja en la línea de masas y de la capacidad de organización
y movilización de las masas, por la conquista de las reivindicaciones que se
presentan en las instituciones, desde la trasversalidad del discurso político
de género, ecosocial o contra las guerras imperialistas, en cada una de las
organizaciones de masas.
Ante todo esto solo advertir, que de estas conclusiones fruto del debate en los círculos comunistas concretamos, que todas las condiciones políticas en la
actual lucha de clases, nos están llevando al pueblo, a las mismas condiciones
de resistencia que en Grecia o Portugal y no se vislumbra ninguna otra salida
en lo inmediato. Por eso, acumular fuerza y organización de las masas, desde el
impulso que significa “Vamos” nos puede en un futuro señalar la salida, desde
la unidad en la lucha de la confluencia y la confianza en la capacidad de
resistencia de nuestra clase y pueblo.
Alonso Gallardo militante comunista por la confluencia en
Unidos Podemos
Octubre
del 2016