
En septiembre del 2024 fue presentado en Ciudad de México el libro colectivo El Mundo en Llamas, presentado por el Partido del Trabajo de México. Este libro incluye un Dossier especial sobre el Sahel con 2 artículos y una entrevista, un contenido inédito redactado y coordinado por Alex Anfruns. Este es el primero de los tres textos incluidos en el libro.
Por Alex Anfruns Millán, Periodista e investigador independiente, Casablanca
Desde 2013 una región inmensa de Malí (⅔ partes del país) estuvo ocupada por varios contingentes de tropas extranjeras en lucha oficial contra el terrorismo. El joven presidente de Malí, el coronel Assimi Goita, pertenece a una generación de militares malienses que experimentó la frustración y la humillación de no poder recuperar el control de buena parte del territorio al norte del país. En los diez años transcurridos durante este conflicto bélico, Malí no había podido superar militarmente el complejo fenómeno del terrorismo. Hizo falta que Goita llegase al poder mediante un golpe de estado militar contra el presidente Ibrahim Boubakar Keita realizado por el Comité Nacional para la Salvación del Pueblo (CNSP) el 19 de agosto del 2020, para que el ejército maliense lograse un hito recuperando Kidal el 15 de noviembre del 2023.
La expulsión de los soldados franceses y de otras nacionalidades europeas (misiones Barkhane, Minusma y Takouba) aparece así como una decisión estratégica y necesaria para el alcance de la soberanía maliense. Hoy, esa victoria ha permitido a Goita sacar importantes lecciones que comparte con el pueblo. Según él, hay tres tipos de terrorismo: “el terrorismo de los grupos armados, el terrorismo económico y el terrorismo comunicacional”. Esta nueva visión, que rechaza la visión euro-céntrica y dominante de la “lucha anti-terrorista”, es parte del proceso de descolonización cultural que demuestra un ejército del Sur africano en lucha por la verdadera independencia.
El 6 de julio del 2024, el gobierno de Malí obtuvo la presidencia por un año de la nueva Confederación de la Alianza de Estados del Sahel. Para comprender mejor la reciente historia del gobierno militar de Malí, sus logros, perspectivas y objetivos mas allá de la esfera puramente militar, hemos entrevistado aDiakaridia Diakité, profesor universitario y militante político maliense.
Alex Anfruns : ¿Cuáles fueron las causas del golpe de estado que condujeron al poder al coronel Assimi Goita?
Diakaridia Diakité: La primera causa del golpe de estado de Malí, sobre todo el del 18 de agosto del 2020, fue la mala gobernanza del régimen de Ibrahim Boubakar Keita1. La segunda causa fue la trampa de las elecciones legislativas – donde yo mismo fui electo en mi comuna- porque la Corte Constitucional cambió el resultado. En mi comuna2 empezaron todas las manifestaciones de la coalición M5-RFP3 contra el presidente, desde el 21 de abril hasta el 18 de agosto del 2020, fecha en la cual tuvo lugar el golpe de estado militar. El M5-RFP era una agrupación de varios actores sociopolíticos que no participaban en nombre de sus propios partidos sino a título personal. Durante las protestas se atacaron varios lugares que simbolizaban el poder, como la Asamblea Nacional o la sede de la televisión nacional ORTM. El gobierno de Keita respondió con represión, y según las cifras oficiales hubo 11 víctimas mortales4.
Malí ya tenía muchos problemas, y de entre ellos el más grave fue aquel conflicto post electoral, después de la elección parlamentaria de marzo del 2020. Aquello fue lo que desbordó el resto, al añadirse a los demás problemas que ya tenía el país como la mala gobernanza, la corrupción de las elites, y la incapacidad de los dirigentes políticos. Eran políticos del pasado que no tenían conexión con la época. El presidente Keita tenía más de 70 años y no sabía lo que pasaba en el país. Estaba fuera de contexto y la juventud maliense no le apoyaba.
¿Cuál fue la actitud de la Cedeao hacia el golpe en Malí ?
La actitud de la Cedeao fue agresiva, imponiendo sanciones para que el pueblo se arreche contra la junta y forzar a los dirigentes militares a la rendición. La Cedeao trabaja siempre en función de los intereses de la metrópolis colonial, Francia. Si bien pretenden hablar en nombre de la Cedeao, en realidad trabajan a favor de Occidente. Una parte de su presupuesto proviene de Occidente y de la Unión Europea.
¿Qué efectos han tenido las sanciones ?
Las consecuencias de las sanciones han sido sociales y sobre todo económicas. En aquel momento nos hizo sufrir mucho, porque los bancos fueron cerrados y luego durante un tiempo se limito la cantidad de francos CFA que se podían sacar de la BCEAO. Fue una consecuencia grave.
¿Cómo analiza el giro de orientación en materia de cooperación en la defensa y la seguridad por parte del gobierno militar de transición del coronel Goita?
Respecto al giro de orientación y el camino actual del gobierno de Malí, hay que saber que de todos los problemas que Malí ha tenido, el mayor es la seguridad. Yo mismo perdí a mi hermano mayor, que era miembro de los cuerpos policiales que luchaban contra el terrorismo y lo mataron. Es muy dificil encontrar a una familia en Malí que no haya perdido a un ser querido en el conflicto desde el 2012 hasta el 2024. Es una crisis permanente, multidimensional y que vivimos a diario. Nos dimos cuenta de que mientras el imperialismo francés siguiera siendo el árbitro ese problema seguiría, por lo tanto había que sacarlo de nuestro territorio nacional. Solo un régimen militar podía tomar decisiones que nadie antes pudo imaginar. Por ejemplo, sacar al embajador de Francia por primera vez en la historia de Malí. Pero también decirle la verdad al imperio, y escoger en términos de cooperación un acuerdo en el que ganásemos ambos socios, una cooperación equilibrada y de respeto mutuo.
Después de tantos años viviendo bajo la amenaza de Francia, era hora de que nuestra juventud fuese escuchada. Los militares que están en el poder y nuestra organización politica somos de la misma generación, nos entendemos y nos repartimos las tareas. Estamos orientando nuestro trabajo para alcanzar lo que existe en Venezuela con la unión civico-militar. Decidimos romper con el anterior sistema porque el gobierno de Malí quería comprar armamento y no podía. Siempre se le negaba. Así que decidimos romper esas cadenas y escoger Rusia como aliado estratégico en materia de defensa y seguridad para adquirir todo lo que le faltaba a nuestras fuerzas de defensa. Por eso este giro ha sido una decisión crucial, comparable a salir de una prisión y romper las cadenas.
¿Cuál es el nivel de respaldo popular al gobierno nacionalista en Malí y cuál es la implicación de los diferentes sectores de la población?
Francamente, desde el corazón diría que el nivel de apoyo popular es del 60 al 70 % de la población. La mayoría de la población está de acuerdo con el gobierno militar porque es un gobierno militar patriótico. Los sectores de la sociedad que lo apoyan son los más vulnerables : sobre todo los campesinos pobres, los agricultores, los comerciantes y también los funcionarios públicos. A parte de las elites – a las que no les gustan los dirigentes militares-, diría que los sectores de la sociedad civil en su mayoría muestran su apoyo al gobierno de Assimi Goita.
A menudo los grandes medios acusan a los gobiernos de la Alianza de Estados del Sahel de ser « populistas », « demagogos », etc. ¿Qué le parece?
Ante las acusaciones del imperio cuando dice que los dirigentes son populistas, mi respuesta como maliense que vive en el Sahel es que no creo que sean verdad. Porque en diez años de presencia militar (sobre todo con las Operaciones Serval y Barkhane), el resultado es que no lograron lo que los militares de Malí sí han hecho realidad en uno o dos años. Para mi no son populistas, sino militares patrioticos que quieren sacar el país adelante. Quieren romper con las cadenas, y afirmar la soberanía del país. Por eso necesitan apoyo político y el apoyo del pueblo. Para mi es una acusación falsa y que no tiene sentido. El poder de Assimi Goita es el poder del pueblo. Fue el pueblo el que se lo dio, y si el pueblo se arrechase un día, lo podría sacar. Pero hasta ahora tiene el respaldo popular. Es un régimen o una junta patriótica que trata de sacar el país ‘palante y para siempre.
¿Qué transformaciones económicas se están dando a través de las medidas de la nueva política de desarrollo adoptadas por el gobierno de Malí?
El gobierno está tratando de recuperar las materias primas y negociar los contratos de oro, litio… todos los contratos que Malí habia suscrito. También hicieron una relectura del Código minero de Malí para adueñarse de los recursos naturales. Antes Malí recuperaba el 20 % del ingreso del petróleo que se extraía del subsuelo nacional, y ahora hemos alcanzado el 30 %. Son transformaciones y reformas a nivel administrativo y técnico, y el resultado necesita tiempo para que el pueblo sienta los efectos en su vida cotidiana.
Por ahora es difícil ver el cambio económico, porque la prioridad es la defensa y la seguridad. Todos los recursos del país se están inyectando en ese sector, que es estratégico y vital. Por eso el pueblo está aguantando, dando su tiempo y su paciencia para que terminemos con la prioridad n°1. Ha habido algunos acuerdos con países como Turquía, con la que firmamos un acuerdo estratégico en materia energética, en compra de drones y otros armamentos. También firmamos un acuerdo con Irán. Hay proyectos en algunos sectores, pero la transformación económica por ahora es casi nula, porque no se puede hacer todo al mismo tiempo. En ese sentido, no hemos tenido resultados todavía. Nuestro país ha sido empobrecido, y aún tiene el franco CFA. En tales condiciones es difícil lograr éxito en todos los ámbitos tan rápidamente. Hace falta levantar la economía para que el país sea estable económicamente.
¿Qué significación histórica tuvo la victoria del ejército maliense en la batalla de Kidal a finales del 2023 ?
La toma de Kidal es un orgullo para el pueblo maliense, porque desde hacía casi 12 años estaba presente la misión militar francesa Serval, que dijo acudir a Malí para ayudar al ejército. Pero es sabido que cuando llegaron a Kidal impidieron a los militares de Malí acceder a esa región. Los franceses se quedaron solos junto con los terroristas y los grupos armados. 10 años después, la junta patriótica tenía un objetivo estratégico militar : recuperar ese territorio. Su recuperación es el objetivo primero de la transición militar en nuestro país. Para el pueblo es una alegría y una satisfacción total. Es la reconquista integral del territorio de Malí. La batalla de Kidal fue histórica y decisiva. A partir de esa victoria ahora podemos hablar de la soberanía y de la reconquista total del territorio de Malí. Gracias a esa batalla podemos hablar hoy de la soberanía y de la verdadera independencia de Malí. Sin ella tampoco podríamos hablar de la Alianza de Estados del Sahel.
A finales del mes de julio del 2024 tuvieron lugar duros enfrentamientos en Tinzawaten, en la frontera con Argelia, durante los cuales el ejército maliense y tropas rusas tuvieron una importante cantidad de bajas. ¿Cómo analiza la permanencia del conflicto en esa frontera?
Malí debe seguir batallando para tener la integridad territorial y mantener la conquista total de su territorio5, porque el norte de Malí coincide con el sur de Argelia, donde hay muchos recursos, sobre todo petróleo. La estabilidad en el norte de Malí molesta a algunos vecinos como Argelia. Hay una guerra por procuración contra la soberanía de Malí, porque los rebeldes tuareg de Malí han recibido apoyo de Argelia de manera solapada6. Esos grupos tuareg actuan a ambos lados de la frontera.
¿Cómo se percibe en Malí la creación de la Confederación-Alianza de Estados del Sahel?
La creación de la AES es vista como una alianza salvadora, porque a partir de esa Alianza se puede crear una nueva y diferente Cedeao. Recordemos que la Cedeao fue creada en 1975 por tres militares también. De hecho Malí fue miembro precursor de la Cedeao. Para nosotros es una Alianza de supervivencia, y pensamos que muchos otros países se van a sumar.
¿Qué papel puede jugar la presidencia de Malí en el primer año de la Confederación-Alianza de Estados del Sahel?
La presidencia de Malí de nuestra nueva organización regional entre julio del 2024 y julio del 2025 es estratégica. El liderazgo proviene de Malí, puesto que fue donde aquí donde empezó todo este proceso de lucha de liberación. Darle la presidencia a Malí es una forma de darle garantía, continuidad y seguridad al proceso. El pueblo de Malí es un pueblo digno, decidido y que quiere llevar adelante su desarrollo. Níger y Burkina Faso están empezando, mientras que Malí ya lleva cuatro años y está suficientemente preparado. La gente también está mentalmente dispuesta a acompañar este proceso. La presidencia de Mali servirá para darle contenido a la Alianza, preparando los instrumentos administrativos y jurídicos que hagan realidad el objetivo de la Federación.
Notas:
1Ibrahim Boubakar Keita, el presidente de Malí desde el 4/9/2013 hasta el 18/8/2020, era popularmente conocido bajo las siglas de IBK. Su predecesor Amadou Amani Touré, cuyo mandato duró del 8/6/2002 hasta el 22/3/2012, también era conocido por sus siglas, ATT.
2La capital de Malí, Bamako, estádividida en 6 comunas.
3M5-RFP son las siglas que responden al Movimiento 5 de junio–Unión de las Fuerzas Patrióticas.
4« Onze morts et plus de cent blessés au Mali dans des manifestations contre le pouvoir », Le Monde, 13/7/2020. Disponible en: https://www.lemonde.fr/afrique/article/2020/07/13/au-mali-le-pouvoir-face-a-l-extension-de-la-contestation_6046061_3212.html. En el informe de investigación presentado por la Minusma sobre las violaciones de derechos humanos entre el 10 y el 13 de julio del 2020, se citó la cifra de 14 muertes y 40 heridos.
Léase aquí en inglés: https://minusma.unmissions.org/sites/default/files/report_10-13_july_demonstration.pdf
5 Esta entrevista fue realizada en el contexto de la emboscada de Tinzawaten (en la frontera con Argelia), que supuso importantes bajas en el contingente de fuerzas rusas y malienses frente a grupos touareg y terroristas del JNIM. Ambos grupos reivindicaron separadamente su responsabilidad en el ataque. Lo cual no hizo sino confirmar que siguen actuando de forma complementaria, algo que diferentes actores implicados en la guerra de Malí ya habían observado desde el 2013. Sobre las causas del conflicto de Malí, véase el primer capítulo del libro “Níger ¿Otro golpe de Estado o la Revolucion Panafricana?” (Alex Anfruns, El Viejo Topo, Barcelona, 2023)
6 Como consecuencia de las declaraciones del embajador ucraniano en Senegal reivindicando su apoyo a los terroristas que tendieron una emboscada al ejército maliense en Tinzawaten, a inicios de agosto del 2024 se produjo la ruptura de relaciones diplomáticas entre los países de la Alianza de Estados del Sahel y el régimen de Ucrania. Esa declaración parece poner en evidencia que las fuerzas pro OTAN siguen activas, apoyando clandestinamente la parte adversa en la guerra del Estado maliense para alcanzar la paz y la soberanía nacional. Véase el comunicado del Ministerio de Exteriores de Senegal : https://diplomatie.gouv.sn/sortie-de-lambassade-dukraine-a-dakar-communique-du-ministere-de-lintegration-africaine-et-des-affaires-etrangeres