jueves, 24 de octubre de 2024

Los BRICS PLUS necesitarán el apoyo de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS)


Octubre 17 del 2024

La estabilidad de los BRICS PLUS no es sólo una cuestión estratégica, sino también económica, política y sobre todo de seguridad



Así es: la cumbre BRICS+ de Kazán en 2024 ya está a la vuelta de la esquina. Es quizás el evento más importante del año y, sin duda, el que marcará decisivamente el rumbo del año que comienza.

En las últimas semanas se ha producido un frenético movimiento de jefes de Estado, ministros, expertos e incluso convulsiones en los frentes militares. Todo vive una intensa espera que también nos habla de una particular fragilidad.

No son pocos los riesgos ni son pocos los obstáculos que se interponen en el camino. Tal vez para asegurar la celebración de la cumbre de Kazán haya otra fecha que pueda poner las cosas en orden: la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái.

Rimland se fortalece en Islamabad

El martes 15 y miércoles 16 de octubre se celebra en Islamabad, la capital de Pakistán, la 24ª Cumbre de la OCS, la asociación establecida en 2001 como resultado de los Cinco de Shanghái para promover la defensa mutua, la seguridad y la lucha contra el terrorismo internacional en toda la región euroasiática.

Hoy la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) cuenta con 10 miembros de pleno derecho, a saber, China, Bielorrusia, India, Irán, Kazajstán, Kirguistán, Pakistán, Tayikistán, Uzbekistán y Rusia, con Afganistán y Mongolia como miembros observadores ya recibidos y Armenia, Azerbaiyán, Bahréin como países en diálogo, Camboya, Egipto, Kuwait, Maldivas, Myanmar, Nepal, Qatar, Arabia Saudita, Sri Lanka, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos, a los que se unirán en esta Cumbre de 2024 invitados de la ASEAN, la CEI, la ONU y una representación de Turkmenistán.

Una larga y extensa lista de Estados que representan, geopolíticamente hablando, a toda Eurasia y la zona costera de la llamada “Rimland”. Al tratarse de una asociación centrada en cuestiones de seguridad, y por tanto con una agenda al menos parcialmente militar, estamos hablando de una reunión que puede ser una espina en el costado de la OTAN y de Occidente en su conjunto.

El fortalecimiento del Rimland es una condición necesaria para la integridad de Eurasia. No es una posibilidad, sino una necesidad. Los dirigentes soviéticos lo comprendieron y por ello no sólo se propusieron controlar eficazmente la mayor parte de las zonas adyacentes al Rimland, es decir, las del sur y el este, sino que también fueron previsores al establecer fuertes relaciones diplomáticas y una cooperación ideológica y política con los países del este, a fin de garantizar una estabilidad duradera a expensas de los intentos de desestabilización procedentes de Occidente.

La estabilidad del Rimland no es sólo una cuestión estratégica, sino también económica y política. Esta reunión de los líderes de la OCS se produce apenas unos días antes del comienzo de la esperada Cumbre BRISC+ en Kazán, apodada por muchos como “el evento del año”, de donde podría surgir la línea organizativa de la nueva mayoría global, o al menos sus líneas programáticas.

Como se ha descrito anteriormente , existe una posibilidad -no oficialmente declarada, pero teóricamente plausible y confirmada por algunos rumores- de que esté en marcha una alianza entre los BRICS y la OCS, es decir, entre los dos pulmones del emergente mundo multipolar, uno económico y otro estratégico. Esta unión llevaría al nuevo bloque a tener una fuerza cohesiva superior a la de la OTAN y, por tanto, a representar no sólo un adversario, sino incluso un enemigo.

Hay muchas razones que justifican la necesidad de una alianza de este tipo: Occidente sigue promoviendo guerras y destrucción, con una diplomacia agresiva y un intento exasperado de controlar el planeta, sin aceptar que el orden basado en reglas ya no se aplica; el Derecho Internacional está prácticamente muerto y ya no tiene sentido razonar con paradigmas escritos por las oficinas de los burócratas de Washington y Nueva York; en Palestina se está produciendo un genocidio y es casi imposible intervenir debido al balance de guerra que han creado Israel y Estados Unidos, amenazando con un apocalipsis nuclear y culpando a Irán y al Eje de la Resistencia. Pero, más que cualquier otra cosa, hay algunas otras razones que son particularmente urgentes:

  • Los países BRICS necesitan un sistema de defensa integrado que armonice las diferencias y especificidades, sobre todo ahora que la asociación se está ampliando y los nuevos miembros carecen de la fuerza militar real de las grandes potencias. Esto en un mundo multipolar es normal, porque la capacidad militar se redistribuye entre múltiples actores que participan en un mismo escenario, se pierde la fuerza polarizadora hegemónica y se configura un equilibrio formado por diferentes magnetismos, que deben mantenerse en constante contacto y equilibrio para subsistir;
  • La economía de los países BRICS y la política de la asociación corren el riesgo de verse comprometidas, ya que la hegemonía del Imperio sigue siendo muy fuerte y arraigada, y por tanto tiene capacidad para socavar las etapas de realización de la transición multipolar.

Este segundo punto es de gran actualidad: pensemos en cómo la situación en Gaza y Líbano está socavando los delicados equilibrios diplomáticos entre Israel y Rusia, y entre Rusia e Irán, involucrando a los demás Estados de Oriente Próximo y provocando antipatía en los países orientales que son portadores de soluciones pacíficas y tratan de limitar la escalada. Pensemos también en la situación en Taiwán, donde Estados Unidos sigue fomentando una revolución de colores, o en el doble juego de Turquía que está provocando a los países islámicos.

Se necesita urgentemente una solución que dé un latigazo a los adversarios de Occidente, que lentamente se están debilitando.

La correspondencia entre los BRICS, la OCS y las demás asociaciones euroasiáticas.

Para ofrecer brevemente un marco que subraye la urgencia, consideremos la composición de las asociaciones euroasiáticas más importantes, tanto económica como estratégicamente:

  • BRICS+: Brasil, China, Egipto, Emiratos Árabes, Etiopía, India, Irán, Rusia, Sudáfrica con cerca de 40 estados solicitantes, entre los que de la zona euroasiática (excluimos otros continentes) tenemos a Bielorrusia, Kazajstán, Tailandia, Vietnam, Mongolia, Myanmar, Malasia, Indonesia, Sri Lanka, Bangladesh, Pakistán.
  • OCS: China, Bielorrusia, India, Irán, Kazajstán, Kirguistán, Pakistán, Tayikistán, Uzbekistán y Rusia, observadores Afganistán y Mongolia, postulantes Armenia, Azerbaiyán, Bahréin, Camboya, Egipto, Kuwait, Maldivas, Myanmar, Nepal, Qatar, Arabia Saudita, Sri Lanka, Turquía, Emiratos Árabes Unidos,
  • Comunidad de Estados Independientes (CEI): Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Kazajstán, Kirguistán, Moldavia, Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán.
  • Unión Económica Euroasiática (UEE): Rusia, Bielorrusia, Kazajstán, Armenia, Kirguistán, con observadores Azerbaiyán, Uzbekistán, Tayikistán y Cuba.
  • Puede parecer una lista sin valor, pero en realidad se trata de una gran cantidad de correspondencia, lo que demuestra un fortalecimiento del bloque euroasiático en todos los aspectos.

Los países BRICS ya han abandonado el dólar estadounidense y pagan el 85 por ciento de sus transacciones comerciales en moneda local, y, para seguirlos, incluso los países de la CEI han liquidado el 85 por ciento de sus transacciones con el exterior en moneda nacional. La Unión Económica Euroasiática lleva mucho tiempo trabajando por la estabilidad mutua entre los estados euroasiáticos y ha logrado no sólo emancipar a las economías nacionales de la dependencia de los productos occidentales y del dólar estadounidense, sino también restaurar la autonomía en diversos sectores del mercado, un elemento clave para un polo que quiere llamarse polo y cooperar, y no competir, en un sistema multipolar.

En este punto, se hace necesario consolidar Eurasia mediante formas de defensa y garantías de seguridad para que pueda continuar la fase política. El efecto de la estabilidad euroasiática se siente enormemente en los demás continentes y, por lo tanto, en los demás países de estas asociaciones. Tratemos de imaginar que Rusia y China, que son los dos estados líderes del multipolarismo actual, se vieran arrastrados a una crisis por los acontecimientos internacionales. Sería un riesgo demasiado grande para todos los países que apuestan por este cambio.

Por eso es legítimo decir que la cumbre de la OCS en Islamabad está dando a los BRICS una gran ayuda. Si logran llegar a un acuerdo en la capital paquistaní, se les podría ofrecer una garantía de seguridad. Y entonces sí, para el bloque británico-estadounidense el problema se volvería irresoluble.

Vía:observatoriocrisis.com