Pepe Escobar septiembre 1/2024
Las exportaciones de China a Estados Unidos representan menos del 2% de su PIB, una cifra insignificante. Lo que China tiene por delante no son negocios con Occidente, sino con la mayoría global.
Debe haberle llevado eones de paciencia taoísta al Presidente Xi Jinping contarle unos cuantos hechos evidentes de la vida a un funcionario imperial como el Asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan.
Las principales conclusiones de Xi:
- “China está dispuesta a ser socio y amigo de Estados Unidos”, aunque lo contrario es muy dudoso, ya que Washington considera a China una “amenaza” existencial.
- China se centra en el bienestar de toda la humanidad: ése es el núcleo del concepto de Beijing de una “comunidad global con un futuro compartido”.
- Tanto China como Estados Unidos deberían ser responsables de la historia, de su gente y del mundo. Ése es el concepto de las “tres responsabilidades”.
Lo último de lo que es responsable un hegemón unipolar es del mundo en su conjunto: la unipolaridad, por definición, sólo beneficia a la propia plutocracia del Imperio.
Little Sullivan también presionó para que se establecieran comunicaciones telefónicas directas entre militares a nivel operativo. Por supuesto, esto se debe a que el Hegemón tiene menos de cero espías infiltrados en nodos clave del sistema chino, por lo que al menos podrán escuchar pequeños detalles de vez en cuando de parte de los militares chinos.
Sin embargo, la conclusión clave sobre el expediente militar se produjo durante la sesión de Little Sullivan con el general Zhang Youxia, vicepresidente de la Comisión Militar Central de China.
El general Zhang le dijo a Sullivan sin rodeos y en términos muy claros que se mantuviera alejado de Taiwán. Sullivan parecía un pollo sin cabeza después de la reunión.
Tan decapitado como después de su reunión con el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi:
“Estados Unidos y China no han avanzado en las negociaciones para encontrar una solución a la crisis ucraniana”.
Por supuesto que no. Pekín ve que tras toda la maquinaria propagandística imperial “del alto el fuego”, Estados Unidos está traspasando todas las líneas rojas rusas. Moscú no ha respondido de manera devastadora –todavía– porque Putin tiene tantos rasgos taoístas como Xi.
China ha vuelto
Las reuniones de los dirigentes de Pekín con el enviado de un gobierno estadounidense ultraderechista tal vez hayan sido sólo un ejercicio formal. Después de todo, lo que realmente importa son los negocios.
Las exportaciones de China a Estados Unidos representan menos del 2% de su PIB, una cifra insignificante. Lo que China -la principal potencia comercial mundial y de los negocios reales y sólidos- tiene por delante no son negocios con Occidente, sino con la mayoría global. China ha estado jugando este juego a largo plazo a la perfección.
Es tanta la perfección china que los medios de comunicación imperialistas han estado literalmente enloqueciendo por la profundidad con la que China se ha integrado en toda la Mayoría Global, desafiando lo que es de facto el “orden” internacional liberal-totalitario que se rige por lo que dice el hegemón. Véase, por ejemplo, aquí.
Desde Trump hasta Crash Test Dummy, las “políticas” de Hegemón han logrado una verdadera hazaña.
Las medidas de Xi incluye entregar el mayor mercado tecnológico del mundo –China– exclusivamente a fabricantes chinos; expulsar de Estados Unidos a al menos el 75% del mercado chino, abrirse al mercado ruso –más de 100 millones de consumidores–, en paralelo con la compra por parte de Pekín de mucha más energía barata de Rusia.
Y esto es sólo el comienzo. Las sanciones hegemónicas fueron, en realidad, decisivas para ayudar a Beijing a desarrollar más rápidamente el conjunto de las políticas Made in China 2025, convirtiéndose en líder o el segundo mejor en diez sectores de alta tecnología. Y la siguiente etapa son los pasos simultáneos hacia la desdolarización, incluida la expansión del petroyuan.
Un erudito chino de primera línea lo resumió todo con su estilo deliciosamente directo (que tiene la ventaja de ser meridianamente claro): China realmente ha regresado, y se quedará aquí por mucho, mucho tiempo.
No es de extrañar que esto sea un anatema para la plutocracia imperial y sus vasallos atlantistas.
Estamos avanzando lenta pero seguramente hacia el establecimiento de un nuevo sistema mundial gestionado por Estados Civilizacionales Soberanos: China, Rusia e Irán están a la vanguardia.
Sin embargo, el camino será largo y espinoso, con muchos reveses desagradables, y eso nos lleva a la actual saga judicial, tecnológica y geopolítica de Pavel Durov.
Por qué Telegram es geopolítica
Pavel Durov es ahora esencialmente un rehén de alto nivel en uno de los nodos clave de NATOstan, Francia.
La matriz de inteligencia, vigilancia y economía militar de la OTAN finalmente obtuvo la influencia que buscaba activamente desde hacía tanto tiempo. Por el momento no hay respuesta a la pregunta clave: ¿qué ofreció Durov a sus captores a cambio de ser “recompensado” con un régimen de semilibertad temporal después de pagar una fianza que, para sus estándares, equivale a dinero de bolsillo?
A Durov se le acusa básicamente de no “colaborar” con la inteligencia occidental. La obsesión absoluta de estos servicios es controlar el sistema de moderación de contenidos de Telegram, tener acceso total por la puerta trasera y, en última instancia, prohibir todos los canales rusos, que han sido fundamentales para difundir las historias reales sobre el terreno, desde Ucrania hasta el África subsahariana y más allá.
Telegram es la red social preferida de la mayoría global. Telegram está en el corazón de la geopolítica. Así que este es otro capítulo más de la guerra híbrida sin cuartel que libra el colectivo occidental contra la mayoría global.
Resulta que Telegram también es ampliamente utilizado en Rusia por organismos públicos y militares. Es casi seguro que Pavel no tiene las legendarias claves de cifrado de Telegram; sin embargo, su hermano Nikolai, un genio de las matemáticas, sí las tiene.
En la actualidad, nadie conoce los términos del acuerdo que condujo a la semilibertad de Pavel. Lo que está claro es que se hicieron concesiones de algún tipo (Dúrov no se ha convertido en un Assange 2.0). Esas concesiones podrían incluir la entrega de información seleccionada en un modo “judicial” clásico que no comprometería secretos de Estado rusos.
Los hermanos Durov son conscientes de que cualquier información que lleve a la inteligencia occidental a acosar a blogueros y canales por su postura política comprometería fatalmente la credibilidad de Telegram.
Dependiendo de cómo avance la “investigación” sobre la megaburocracia francesa, y de si el sistema decide llevar a Durov a juicio o incluso bloquear Telegram en la UE, eso sólo beneficiará a Telegram a nivel mundial.
La saga apenas comienza. Por el momento, el mundo espera una palabra del propio Pavel Durov. En Telegram.