viernes, 12 de julio de 2024

FRANCIA: Cuidado con las ilusiones


El Lince   julio 9/2024

Resumo lo que me cuenta mi amiga francesa Danielle, de la que ya os hablé. Antes que yo, que no soy francés, es su análisis el que hay que tener en cuenta.

Y lo que se concluye de lo que cuenta es: “Se evita lo peor, no se resuelve nada pero hay un respiro que podemos aprovechar”.

Eran unas elecciones de alto riesgo, donde se veía cómo el fascismo avanza y perdura. La izquierda organizó la respuesta en forma de Nuevo Frente Popular, sobre la base de la denuncia del peligro, el rechazo de la política liberal y un proyecto esbozado de progreso social. Pero no pudo formular la necesidad de una ruptura clara con el capitalismo y las instituciones burguesas ni denunciar los múltiples vínculos entre las finanzas, el poder y la corriente fascista que se desarrolla impunemente en nuestro país desde hace 40 años. Sin embargo, la clase dominante, con la ayuda de los social-liberales, sus medios de comunicación y sus intelectuales, ha desplegado durante décadas su estrategia que lleva a los fascistas al poder.

El capitalismo ya no necesita la democracia. La primera vuelta, tras las elecciones europeas del 7 de junio, mostró una inmensa ira, expresada lamentablemente en la votación de la Agrupación Nacional y en segundo lugar en la votación del NFP. La extrema derecha está duplicando sus votos de 2022, liderando en todo el país fuera de la Francia continental. La burguesía, al rechazar tanto a AN como al NFP, tildándolo de “extrema izquierda” ha acentuado su desprecio de clase y su dominación, su hegemonía sobre el país.

Incluso tiene el descaro de pedir un gobierno ampliado. En este contexto, ni la participación ni el apoyo a un gobierno, todavía en manos del capital, permitirán cambiar la vida de los trabajadores ni resolver la profunda crisis en la que se encuentra la economía.

El resultado de la segunda vuelta nos enfrenta a la novedad de la situación, que significa que la movilización del pueblo francés no sólo rechazó el fascismo, sino que colocó al Nuevo Frente Popular como el partido que tiene una mayoría relativa y puede reclamar su derecho a gobernar para aplicar su programa, sin entrar en ninguna negociación, ya que algunos esperaban lograr una mayoría absoluta que le obligaría a gobernar con aquellos a quienes el pueblo ha repudiado totalmente. El macronismo está hecho añicos. No pueden ignorar que un cierto número de ellos deben su elección únicamente al bombardeo contra la extrema derecha propuesto y dirigido por el Nuevo Frente Popular. Una  coalición con el macronismo hundiría definitivamente a la izquierda.

Pero hay que tener cuidado con las ilusiones. En Picardía, de los 17 diputados elegidos, 13 son de la Agrupación Nacional. Estamos hablando de una cuenca minera devastada donde ciertamente la izquierda no se ha derrumbado pero ha perdido 8 puntos en dos años. Perder a los trabajadores es muy grave porque cuando la izquierda pierde a los trabajadores no sólo pierde a sus votantes sino también su alma.

La izquierda, en los últimos 30 años, no ha sido capaz de ofrecer una vía a la ira popular que se traslada al fascismo. ¿Ha cambiado realmente esta observación con la votación del 7 de julio? Sí y no. Los franceses han aprovechado la herramienta que se les ofrece, pero es sólo un respiro.

La Francia Insumisa es el grupo más importante del NFP, y las decisiones que se tomen deben tener esto en cuenta. Y, sobre todo, para demostrar sus ambiciones de gobierno y que no se conforma con un simple respiro. Para esto hay un programa. Ya no es solo una coalición electoral. Lo avanzado no puede perderse en los juegos políticos de pasillos.

Nada está resuelto, pero está surgiendo otra forma de gobernar en la que el debilitamiento del Presidente de la República crea nuevas condiciones para una tarea extraordinariamente difícil que es, de hecho, continuar la reconquista de un pueblo francés que estaba dispuesto a embarcarse en la aventura fascista. Un fascismo que utiliza la desesperación de las clases populares, de la clase trabajadora, de los territorios abandonados por los servicios públicos.

Debemos aprender de lo que ha pasado, de cómo la izquierda perdió su alma. No se puede limitar la necesidad de resistencia a nuevas fórmulas parlamentarias. Eso es muy peligroso. Lo principal no se juega en el parlamento. El hecho de que efectivamente haya un giro en el parlamento puede ser una renovación democrática, pero también un peligro si todo sigue centrado en el parlamento y si no se logran las condiciones para la intervención popular en este ámbito y en otros ámbitos. Es importante diferenciarse de los socialdemócratas y de los proatlantistas, que están dentro del NFP. Debemos valorar la extrema dificultad de esta elección y la forma en que requiere HACER y no sólo hablar…

Hasta aquí el análisis de Danielle. Ahora un poco del mío.

El NFP ha tenido un ganador en cuanto a número de representantes, La Francia Insumisa, pero el verdadero ganador es el Partido Socialista. En lo que en Francia llaman “frente republicano para aislar al fascismo”, el llamamiento a votar al candidato que se enfrentaba a la AN no ha sido seguido en aquellas circunscripciones donde había representantes del NFP que formaban parte de LFI o del Partido Comunista, pero sí donde el representante era del PS y los Verdes, demostrando así que estos candidatos con indispensables para el capital.

Ya Macron se ha venido apoyando en ellos en estos últimos dos años especialmente en lo que respecta a la postura de apoyo a lo neonazis del país 404, antes conocido como Ucrania. El aumento del PS y de los Verdes ha sido espectacular. Mientras que el aumento de votos a LFI o al PCF en esta segunda vuelta ha sido del 43% respecto a la primera vuelta, al PS y a los Verdes ha sido del 54% cuando era uno u otro candidato/a quien se enfrentaba a la Agrupación Nacional.

Me reafirmo en lo que dije cuando se celebró la primera vuelta: “para Micron el mejor resultado es que no haya mayoría absoluta, y dada la histórica trayectoria de la pretendida “izquierda” él seguirá teniendo el control del país (constitucionalmente si hay cohabitación solo tendría poder en política exterior y defensa, y eso muy controlado) y jugaría a lo que mejor se le da a nivel interno: divide y vencerás”.

Está claro dónde y en quién se va a apoyar. Así que Danielle tiene razón: cuidado con las ilusiones.

Lo mismo se puede decir de lo ocurrido en Gran Bretaña. El Partido Laborista ya no es ni socialdemócrata. Alguien lo ha definido como “el partido conservador de los pobres”. El programa es sintomático: ningún aumento de impuesto a los ricos, ningún aumento del gasto público, sí al aumento militar y, por supuesto, sí a la alianza “irrestricta” con EEUU.

Y luego Irán, donde Occidente ha echado las campanas al vuelo por la victoria de un “reformador”. Madre mía, qué peña y qué análisis.

Es cierto que según la constitución iraní, el presidente tiene espacio y autonomía para la toma de decisiones, pero el poder real está en otras manos, en Jamenei, por una parte, y en el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica en otra.

Tanto uno como otros, incluido el presidente del gobierno, nuevo o viejo, tienen una comprensión clara de la crisis. Unos y otros han logrado la independencia absoluta de Irán y han establecido grandes y fuertes capacidades organizativas cívico-militares, pero no han resuelto la contradicción entre las aspiraciones populares de una vida mejor y las limitaciones impuestas por las sanciones occidentales, ilegales, según el derecho internacional.

La elección de Pezeshkian muestra que muchos iraníes están insatisfechos con el status quo y creen que puede cambiar algo. Incluso la mejora de las relaciones con Occidente para aliviar las sanciones. Esto lo ha dicho Perezhkian expresamente. Ya veremos. Porque está claro que Occidente va a ser muy exigente, sobre todo en el apoyo al Frente de la Resistencia y en las alianzas existentes de Irán con Rusia y China.

Y aquí está la dificultad para Pezeshkian. Con Gaza de por medio, un acercamiento así es suicida para él. Sobre todo porque, entre otras cosas, esto no es competencia del presidente, ni siquiera del Ministro de Asuntos Exteriores, sino de Jamenei. Habrá intentos de suavizar el enfrentamiento, desde luego, pero no va a cambiar fundamentalmente la situación general de confrontación entre Irán y EEUU (y sus vasallos occidentales).

Irán vive en una especie de “economía de resistencia” y, pese a ello, los índices de crecimiento económico están ahí, aunque no tan rápido como le gustaría a la población. Lo que se ha hecho ha sido desarrollar la economía en un contexto de sanciones. Por lo tanto, el desarrollo económico de Irán debe llevarse a cabo bajo esta premisa. Y Perezhkian lo sabe, o debería saberlo.

Y lo más importante: no hay que olvidar que Perezhkian fue elegido, como todos, por el Consejo de Guardianes. Es decir, no es un “disidente” ni mucho menos. Él pasó el filtro, lo que no ocurrió con Ahmadineyad, por ejemplo.

El Lince