jueves, 5 de octubre de 2023

Lectura sobre el fracaso electoral autonómico y municipal de Unidas Podemos en el 2023



Alonso Gallardo de los círculos comunistas

octubre del 2023

El fracaso electoral de Unidas Podemos en las municipales y autonómicas del 2023, merecen un atento estudio por parte de la comunidad marxista, porque permite ver las propuestas e iniciativas que les llevaron al desastre electoral, más que las divergencias y divisiones, que siendo perjudiciales y las mismas que sufrió SUMAR, no la afectaron tan letalmente en la generales. La explicación hay que buscarla en las políticas desarrolladas del programa y discurso. Ante la agrafia de reflexiones y valoraciones críticas de las direcciones reformistas de la izquierda, cojo el relato que cuenta Héctor Illueca en su libro "La Propuesta Republicana" editado por El Viejo Topo, donde desarrolla de forma optimista y prepositiva, su hacer y objetivos como Vicepresidente Segundo de la Generalitat Valenciana y Conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclimática por UP, quedando en estas últimas elecciones autonómicas literalmente barrido con el 3,44% de los votos.

En La Propuesta Republicana, Héctor Illueca reflexiona sobre las implementaciones ejecutadas del programa autonómico, profuso en medidas identitarias culturales, nacionalidad, género y de su visión federalista, basada en un humanismo democrático y popular, pero donde la lucha de clases difícilmente encuentra su lugar en una perspectiva romántica, idealista y subjetiva, donde todo se genera sin contradicciones y enfrentamientos antagónicos. Esa visión buenista más que ingenua del capitalismo, como lo mejor posible bajo una república democrática que lo equilibre, decae sola al no ofrecer una alternativa sólida en lo económico y social, que sumado a situar como prioridad las contradicciones identitarias culturales de nacionalidad, género o sexo, en afinidad con los tiempos y la cultura woke, sitúa las vías del fracaso electoral en las autonómicas y municipales. Y que a estas alturas ninguno de los colectivos de Unidas Podemos haya situado críticas a dirigentes de Podemos, IU y PCE por el fracaso electoral y que confluyen en el proyecto de SUMAR de forma acrítica, no augura librar de los mismos errores mañana y la persistencia de Podemos, en situarse de referencia bajo el silencio como crítica del resto para apartarlos de cargos, así lo indica.

Comienzo con lo que considero importante para la crítica porque influye en el programa y la táctica política. Cuando habla de la república en el I capítulo  "Bases para un nuevo republicanismo" hay  que puntualizar que como sistema de gobierno no es perfecto, pero es la mejor forma conocida bajo el capitalismo, porque su estructura implica la separación de poderes y el estado de derecho pero en absoluto la libra del proceso en su formación, del dominio histórico de las oligarquías burguesas y feudales que lastran su constitución y por eso, la verdadera república del pueblo trabajador como mayoría absoluta social que es; es aquella que rompe con la columna vertebral del estado burgués y reconstruye un nuevo estado que represente a las clases populares, dando prioridad a los derechos políticos, económicos y sociales del estado de bienestar y libertades colectivas de la mayoría, como derecho fundamental superior a los derechos individuales y de propiedad.

La libertad del pueblo trabajador, no la podemos ver desde fuera del espacio y tiempo real y en el estado republicano, la libertad principal que empodera y da dignidad por vivir de su esfuerzo, es la que nace del derecho y la obligación al trabajo dando a los demás la parte que recibes. En la libertad que nace del derecho y deber al trabajo de la clase obrera y campesina, reside la soberanía popular y toda idealización republicana que prioriza la subjetividad identitaria, antagoniza con las prioridades de la vida como ser humano, dando bazas a un enemigo que nos aventaja en medios y fuerzas. La libertad sin explotación es el objetivo comunista, pero hoy, lo que hay que resolver es el camino al socialismo en el cual, la explotación y la lucha de clases continúa al continuar el tipo de producción capitalista. Lo que determina la vía socialista, es si el estado dirige la economía y si se apropia del grueso de la plusvalía para invertir en el estado de bienestar del pueblo, naturaleza y solidaridad internacionalista. Pero cuando se carece de visión y propuesta real de futuro, todo se queda en la mejora y democratización del capitalismo, donde el programa económico se supedita a lo posible dentro del asistencialismo social y del desarrollo de las identidades culturales individuales.

Se plasma subjetividad, cuando damos por verdad un criterio mayoritariamente transmitido por los medios de comunicación burgueses, sin corresponderse con el análisis de la realidad social y menos sin alternativas para luchar contra el comportamiento machista y el reparto de tareas y más, cuando llegan con toda la pompa a los parlamentos y a los boletines oficiales del estado. Veamos que dice el INE con este gráfico sobre el reparto de tareas, que el propio sistema capitalista encauza hacia la mujer en una doble explotación, al tiempo que ofrece de alternativa un trabajo precario que se ajusta a sus necesidades en el sector servicios y de cuidados con menos salario:

Como se puede ver y la gente lo ve porque es lo cotidiano en la familia, el hombre sí participa en las tareas del hogar y de cuidados pero en una proporción inferior que la mujer, cuestión en la que no solo interviene el patriarcalismo secular del hombre, también el reparto de tareas que el capital reserva a la mujer y al hombre, que ante un menor salario quien toca sacrificarse en la política de cuidados es la mujer, a la que el sistema ofrece trabajar por horas de manera informal en el sector de servicios y cuidados sin derechos. Ante ello, la solución no pasa "por la ayuda a la familia" pág.58 párrafo 1º, sino por el desarrollo del Estado de las políticas de cuidados, recuperando la política del IMSERSO de atención las personas mayores dependientes o discapacitadas y en la escuela pública, la atención continuada con comedor desde el primer año, fomentando la alimentación de pecho y la baja por maternidad de un año. Todo ello ha sido privatizado por el vendaval neoliberal, iniciado en los años ochenta por Felipe González Presidente del gobierno por el PSOE. Es el estado republicano quien debe liberar al hombre y a la mujer en la familia de la política de cuidados, con el derecho al trabajo y al mismo salario dentro de la misma categoría en la empresa o sector por ley. Esta es la salida republicana, donde cualquier subsidio a la familia con capacidad de trabajo, es encadenarla a la dependencia de los poderes dominantes anulando su posibilidad de empoderamiento y toma de conciencia política y social. La ayuda hay que dirigirla a las personas que por los motivos que sean han quedado marginadas socialmente, ofreciéndoles un salario y una formación que consolide los derechos, a cambio de su integración social y laboral. Al tiempo que se refuerza desde la infancia en la enseñanza la igualdad de género y la participación en las tareas del hogar y cuidados.

Aunque de momento, el tema de la guerra en los medios de comunicación y el trato del gobierno no sea progresista, ni quita ni da votos pero sí se miente cuando se habla de la intervención rusa como imperialista y se miente cuando por derecho internacional se sitúan las reglas impuestas por EEUU, por encima de lo acordado como derecho internacional por la ONU y por el tratado de formación de la ONU tras la derrota del nazismo, al tiempo que se obvia el golpe de estado en Ucrania del 2014, organizado por la OTAN y EEUU y la guerra interna que provoca. Así se inicia el II capítulo con el tema de la guerra "Una conversación con tres titulares" y que no de ni quite votos, no quita que como falsedad falte a la ética y principios de izquierda, aportando más división de la que tenemos fortaleciendo al fascismo, que dirigidos por la oligarquía yanqui provocan las guerras imperialistas contra los países que luchan por su soberanía, bajo el derecho internacional y las normas instauradas democráticamente por la ONU. Pero sobre todo mentir, resta fuerza moral a la izquierda.

Cuando sustituimos la realidad política, económica, social y territorial de España, por nuestra idea identitaria nacional basada en las buenas intenciones de un estado federal, solo podemos cosechar el desinterés social, cuando no el rechazo frontal con los sectores de la clase obrera española migrada, mayoritaria en todas las comunidades autónomas, incluidas las históricas (claro en todos los censos de la segunda mitad del siglo XX) poco que ver con lo dicho en la entrevista de este II capítulo, que sólo deja ver los de la burguesía periférica y así no se ganan elecciones y menos, con el tema de la vivienda pretendiendo llegar a consenso con la derecha sobre el SAREB. El problema en España es territorial, porque el troceado en diecisiete comunidades autónomas siempre favoreció a la derecha, apuntillado por un sistema electoral y circunscripción, que favorece a las provincias conservadoras y al nacionalismo, penalizando a las grandes ciudades que concentran el grueso de la clase obrera y esto da como resultado una España desigual, porque el bipartidismo de la derecha y PSOE, siempre pactó con el nacionalismo la desigualdad en derechos y deberes de la ciudadanía, al favorecer con los pactos de gobierno a la financiación y recaudación de la Hacienda Pública a la banca privada, multinacionales, grandes empresas nacionales y las grandes fortunas. Al tiempo que se transfieren a las autonomías los servicios públicos que garantizan el estado de bienestar, para privatizarlo y darlo al libre mercado de quien pueda pagarlo. Luchando contra esto es como se puede ganar elecciones, exigiendo una España con los mismos derechos y deberes en todas las provincias para todos y las más ricas solidarias con las pobres. Como toda república buena, solo con un estado fuerte la clase trabajadora puede garantizar con su unidad y apoyo, la derrota electoral continuada de una derecha reaccionaria, que se apoyará en el fascismo para derrotar al pueblo y ante ello, no cabe el activismo social, solo, bajo la concepción gramsciana de la militancia en el movimiento obrero y sindical, de centro de trabajo y sector, barrio y pueblo por la hegemonía en el seno de la clase obrera, se logrará la victoria y mañana también mantenerla.

En el III capítulo "Cuaderno de bitácora", una frase que explica cuán alejado está el pensamiento del posmarxismo de la realidad política y social, cuando exalta a los nuevos movimientos sociales como el feminismo y el ecologismo, como los motores "progresistas" que están cambiando nuestro mundo: pág. 137 segundo párrafo. Esta afirmación sin ninguna base científica, solo tiene validez bajo el criterio de "al servicio de las oligarquías neoliberales globalistas", que mediáticamente han impuesto la cancelación de toda persona y crítica al movimiento feminista de género, que además de romper el feminismo revolucionario y transformador de clase, está al servicio de la oligarquía en la imposición de los intereses de la cultura woke minoritaria en occidente, pero impuesta por ley sobre la base de que ser mujer es un sentimiento, potenciando el individualismo identitario para un futuro mundo distópico, pero fuente hoy de grandes beneficios al capital y lo verde, en la misma línea para que al final el consumidor, que es clase obrera, sea el que pague el coste de pasar de los hidrocarburos a la energía no contaminante y el capital el doble de beneficio. Esto es imposible de entender sin conocer la frase en la pág. 121 primer párrafo, donde simplifica en tres izquierdas las existentes, glorificando a la tercera, la heterodoxa como la rebelde que lucha por la hegemonía en la sociedad. Decir a esto, que es la liderada por el populismo de izquierda de Laclau y Mouffe en su libro "Hegemonía y estrategia socialista", donde no dice nada que no apuntara ya el revisionismo eurocomunista sobre el sujeto revolucionario, más allá de que hoy tienda puentes con el marxismo y hable del pueblo en abstracto. Lo que mejor lo define es su visión del activismo social, organizado en torno a las identidades del ecologismo, feminismo o sexualidad. Al nacionalismo lo define como la segunda izquierda, que vive en el pasado de su carácter identitario y difícil separar de la tercera y la primera, la que negocia con el gobierno y la patronal de tipo sindicalero o sea la de Yolanda Díaz, la única que ha demostrado que gana elecciones situando la economía en primer plano, aunque en el ámbito social de masas los sindicatos después caigan en el más mísero de los economicismos.

La diferencia de Madrid con respecto a Cataluña o País Vasco, es que se conformó como capital de España en centro económico y financiero, Cataluña como parte del Arco del Mediterráneo y el País Vasco del Atlántico, a menos desde la crisis financiera del 2008, que junto a la conformación de las autonomías y los conciertos impositivos y financieros en el desarrollo autonómico, por los pactos del PP y PSOE con el nacionalismo para formar el gobierno nacional, fueron creando las grandes desigualdades con el resto y la España vaciada. Sumamos mala gestión, despilfarro y privatización de servicios públicos de forma tan depravada como en Cataluña o Madrid, donde la provocación de la derecha reaccionaria contra el gobierno central, acabó convirtiéndola en un centro de evasión de capitales, impuestos, fraudes y corrupción, en competencia con otras autonomías que sí preveían un cierto estado de bienestar social sufragado con impuestos. Soñar con un gobierno capaz de poner orden económico, financiero e impositivo, al caos en que ha quedado convertida la España de las autonomías, sin un estado fuerte ni competencias y las que tiene, sin medios judiciales y policiales para imponerlos, es de los Mundos de Yupi y en eso queda el federalismo de nuevo tipo, porque, la propuesta carece de empatía social, correlación de fuerzas y organización para superarlo.

Quizás la forma más evidente de ver todo esto y el carácter subjetivo e idealista de las propuestas, está en la visión que tiene de la reforma laboral de Yolanda Díaz, que es cierto que es buena, pero incapaz de verla desde la perspectiva de la realidad política y social, de una clase obrera que está desorganizada, despolitizada y desideologizada, tanto, que las ventajas de esa reforma laboral solo la disfrutan los más organizados sindicalmente, pero la inmensa mayoría obrera de los sectores de la pequeña y mediana empresa y servicios, seguirán en la precariedad y más, los migrantes, mujeres y jóvenes, porque están a merced de la patronal que incumplirá la ley y ellos, sin sindicatos que les conciencien, organicen y luchen por sus derechos, y así se dejarán hacer unos por ignorancia y otros sabiendo del abuso del patrón, porque si lo denuncia nunca más volverá a trabajar para él ni para otros al entrar en la lista negra, controlada desde el currículo de obligada entrega para aceptarte como empleado. Me dirán entonces cuál es la alternativa y solo hay una desde la perspectiva de los intereses generales de la clase obrera. Mientras en las instituciones el reformismo de izquierda hace lo que pueda centrándose en lo económico y las libertades, la izquierda militante y comunista debe organizar a la clase obrera en sindicatos de clase, dar poder a la asamblea de trabajadores de centro de trabajo, sector, barrio, pueblo y centro de estudio organizando poder obrero y partido obrero.