jueves, 31 de agosto de 2023

Cómo de una verdad el izquierdista construye una falsedad parcial y se exculpa



Alonso Gallardo de los círculos comunistas … agosto del 2023

¡¡El chollo de la patronal!!

Algunos medios de comunicación alternativos, sindicatos y organizaciones políticas de la izquierda transformadora, les ha dado por expandir esta leyenda con una sentencia liquidadora "A 1 de cada 5 trabajadores con convenio firmado hasta julio, tiene subida salarial inferior al IPC, no superan el 2,3%. Y si añadimos que la jornada laboral supera las 1.753,8 horas, llevándolas a niveles de 2003 … ¡El chollo para la patronal! Hay culpables y sabemos quienes son" Pero sinceramente, basta con saber que los sindicatos del sistema CC.OO y UGT cómo da a entender la leyenda, son culpables de que este sistema funcione así o será, que no acabamos de entender como funciona en el capitalismo la lucha de clases que la patronal está ganando por goleada. Y no será también, que los conscientes de la realidad política y social solo la miran desde un lado, para no ver su sombra pasiva reflejada y también culpable aunque sea por omisión.

Ya desde finales de los años setenta del siglo pasado, que el reformismo socialdemócrata ganó la batalla por la hegemonía en el movimiento obrero y sindical, de nada sirve discutir si son churras o merinas en el movimiento, porque ellos son conscientes de que la ideología asumida posmarxista socialdemócrata, cumple un papel amortiguador de las luchas obreras construido por la patronal y los gobiernos liberales de izquierda y derecha. El dilema no está en si forman parte del sindicalismo de clase, sino en cómo combatimos la idea economicista del reformismo socialdemócrata liberal, de que los sindicatos son instrumentos mediadores entre trabajadores y empresarios, que cumplen una función social institucionalizada y financiada por el estado como en el grueso de Europa. Esta es la batalla a dar y no se puede ganar llamándoles traidores, porque cumplen una función social real y así lo reconocen la inmensa mayoría de la clase trabajadora, muy desconocedora del sindicalismo de clase y de la lucha de clases, al vivir los revolucionarios en sus guetos fuera de las masas.

La mayoría de la izquierda que abraza esta leyenda, también abraza las identidades y cualquiera de ellas es antes que clase obrera, porque ésta se entiende de forma colectiva y las otras individuales, sin entender que la de clase obrera viene por el lugar que ocupas en las relaciones de producción, independientemente del lugar donde vivas y las individuales por nacimiento, cultura o sentimiento. Por eso, lo primero que debemos hacer es aclararnos del lugar que ocupamos bajo el capitalismo en la lucha de clases como explotado y desde ahí, encarar la pelea por tus derechos económicos, que son los que te empoderan, sociales el poder disfrutarlos y libertades el de expandirlos, que bajo la práctica sindical está el llevarlos al centro de trabajo y de sector, como el derecho fundamental de la negociación colectiva; derecho congelado por los gobiernos liberales de izquierda y derecha, pero que ahora con la de este gobierno progresista, ha quedado descongelado y por lo tanto, una vez que el convenio vence de plazo, es obligatoria la nueva negociación entre sindicatos y patronal donde pueden intervenir los sindicatos, bien entorno la mesa de negociación si se ostenta la representación suficiente reglada y si no, abriendo procesos asamblearios sectoriales locales y provinciales dando el poder de decisión a la asamblea de trabajadores, base del poder obrero, para combatir la ideología socialdemócrata pequeñoburguesa en el seno de la clase obrera, empoderarla y ganar peleas.

Lo mismo pasa con el salario mínimo interprofesional de 1080 euros, lo cual implica que menos no puede pagar un empresario en una jornada completa. Pero quien trabaja no lo hace por gusto lo hace por necesidad la que obliga y sucede, que el empresario sabe perfectamente cual es la correlación de fuerzas en la lucha de clases y ofrece un salario por debajo y una jornada laboral por encima del convenio, a lo cual el trabajador solo tiene dos opciones: rechazarla por ilegal o callar y aceptarla por la necesidad de comer, dormir bajo techo y vestir él y su familia. Queda el denunciarla, pero el trabajador no sabe de lucha de clases, pero no es tonto y sabe, que si lo denuncia nunca volverá a trabajar para él y si engrosa la lista negra por dar la pelea en toda regla, en muy pocos sitios volverá a trabajar, porque la denuncia la tiene que hacer él personalmente con un abogado, nadie la puede hacer por él, ni su sindicato, ni delegado de personal o comité de empresa. ¿Y como se sale de ésta? pues construyendo sindicatos de clase en los centros de trabajo y sector, que sí puede denunciar a la empresa a inspección de trabajo y al compañero o compañera que luche, para que sepan que estarán arropados por el sindicato y demás compañeros de trabajo, presionando en la calle mediante ruedas de prensa, octavillas, pintadas o cortes de tráfico. La única lucha que se pierde es la que no se da.

Lo mismo cuando hacen un contrato y cumpliendo profesionalmente lo despiden burlando toda legalidad, o cuando te subcontratan y no te pagan el salario del convenio de la empresa en la que realizas tu labor o del convenio provincial o nacional, o cuando aceptas el despido para que tengas derecho al desempleo sin que te paguen la indemnización, porque esperas te vuelvan a llamar para otros trabajos, o como cuando no te pagan las horas extras ni te la cotiza a la seguridad social. todos estos ejemplos y más, son las casuística de la clase trabajadora en su individualidad, por eso, solo trabajando de forma colectiva la vida sindical podemos ganar, que será en base a muchas pequeñas victorias y derrotas que nos enseñarán mucho más.

Pero para eso hay que poner a trabajar el sindicato en la empresa y el sector, para intervenir en la lucha de clases en todo lo que afecta a la clase obrera, dejando la critica hueca y el insulto para centrarse en unir la lucha económica con la lucha política, como los mayores defensores de la unidad obrera y sindical, muy conscientes de que sin ellas no hay victorias obreras y que para la patronal la división sindical es su victoria. Luchemos por esto teniendo de alternativa revolucionaria del socialismo y muy claro, que solo ganando la hegemonía en el seno de la clase obrera, podremos mañana el sindicalismo de clase y el pueblo ganar la sociedad de la igualdad.