miércoles, 12 de junio de 2024

La OTAN destruye un radar estratégico del ejército ruso


junio 3/2024

El 23 de mayo varios drones de fabricación portuguesa impactaron contra una estación de radar estratégica rusa en Armavir, en el sur de Rusia. No está claro cuántos drones se utilizaron en el ataque y cuántos fueron derribados. Parece que al menos uno o dos drones fueron alcanzados y otro se estrelló contra un edificio anexo que alberga a los militares que operan el radar, que probablemente alberga las comunicaciones de la defensa antiaérea rusa.







El 23 de mayo varios drones de fabricación portuguesa impactaron contra una estación de radar estratégica rusa en Armavir, en el sur de Rusia. No está claro cuántos drones se utilizaron en el ataque y cuántos fueron derribados. Parece que al menos uno o dos drones fueron alcanzados y otro se estrelló contra un edificio anexo que alberga a los militares que operan el radar, que probablemente alberga las comunicaciones de la defensa antiaérea rusa.

Inicialmente, las fuentes ucranianas afirmaron que los drones lanzados contra el radar eran del tipo HUR, es decir de fabricación ucraniana. Era falso. Los rusos recuperaron los drones parcialmente destruidos. Se trata de Tekever AR3 de fabricación portuguesa. En junio pasado Portugal anunció que suministraría los drones a Ucrania, después de que Reino Unido pagara su importe.

La utilización del armamento de la OTAN para este tipo de ataques supone una escalada significativa de la guerra que podría desencadenar represalias rusas contra los países de la OTAN. Hasta ahora, Rusia apenas ha dicho nada, pero podría atacar instalaciones de la OTAN o incluso comenzar a usar armas nucleares tácticas.

En definitiva, el motivo fundamental de la guerra de Ucrania es el intento de evitar este tipo de provocaciones y que el país vecino se convierta en una base de misiles nucleares de la Alianza imperialista.

Armavir está en la Base Aérea Baranovsky, en Krasnodar Krai, cerca del Cáucaso. Se compone de dos radares de largo alcance destinados a advertir de un ataque nuclear. Eliminar los radares estratégicos expone a Rusia a ataques con misiles de largo alcance lanzados desde cualquier punto, especialmente si parten cerca de sus fronteras.

Es la primera vez que instalaciones estratégicas de defensa nuclear son atacadas en Rusia o en otro país. Si los rusos hubieran creído que se trataba de un ataque de la OTAN a sus instalaciones nucleares, podrían haber desencadenado una respuesta nuclear.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, entre otros belicistas, ha instado a Ucrania a disparar misiles de largo alcance hacia el interior del territorio ruso, a pesar de que saben que los radares no pueden distinguir si un misil tiene una ojiva convencional o nuclear.

Los rusos sospechan que Estados Unidos, sobre todo desde 2019, prepara en secreto un arsenal nuclear en Europa del este, junto a las fronteras de Rusia, principalmente en Polonia y Rumanía. Como ya hemos anunciado en entradas anteriores, hay países fronterizos con Rusia que han manifestado su interés por acoger el armamento nuclear de la OTAN.

En 2019 Putin denunció que Estados Unidos estaba instalando lanzaderas en Rumania y Polonia que podrían disparar misiles de defensa aérea o misiles de crucero Tomahawk con ojivas nucleares. Oficialmente, los misiles de los cruceros Tomahawk están equipados con ojivas convencionales. aunque originalmente son nucleares.

Desde los años ochenta, el tratado INF regulaba el armamento nuclear intermedio. En 2019 Trump retiró a Estados Unidos de la regulación e inmediatamente después Rusia hizo lo propio. En diciembre de 2021, antes de atacar a Ucrania, Putin se dirigió a Biden y a la OTAN para proponer que Rusia, la OTAN y Estados Unidos retiraran las armas estadounidenses y de la OTAN de Europa del este, en particular de Polonia.

El llamamiemto de Putin no fue atendido y el ejército ruso atacó Ucrania el 24 de febrero de 2022. De aquellos polvos vienen estos lodos. Ya no cabe discutir sobre la escalada o el ataque en profundidad contra Rusia. Es un hecho, y cuando el ejército ruso responda, las plañideras volverán a llorar, como lloran desde hace dos años.

FUENTE: mpr21.info