domingo, 23 de junio de 2024

El desmoronamiento de Occidente


Por Fernando G. Jaén Coll | 19/06/2024 | Cultura
Fuentes: Rebelión

El antropólogo, historiador y demógrafo Emmanuel Todd, ha publicado un sugerente libro: La Derrota de Occidente (Ediciones Akal, S. A., 2024. Título original La Défaite de l’Occident, Éditions Gallimard, París, 2024. Escrito con la colaboración de Baptiste Touverey). Versa sobre la inevitable derrota de Estados Unidos y sus países vasallos en Ucrania, dada su incapacidad para comprender la evolución del mundo y particularmente de Rusia, y hay que decir que a resultas de la cumbre celebrada en Suiza buscando pretendidamente la paz sin la presencia de Rusia, no nos cabe duda de la desorientación de ese Occidente amplio dirigido por los estados Unidos, que intenta camuflarse utilizando a otros países e instituciones como la OTAN, a la que ahora se le hace plantear cuántas cabezas nucleares deben activarse, en lugar de decirlo abiertamente el Pentágono.

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La novedad del enfoque que utiliza Todd y adónde apunta, que intenta llegar a los fundamentos del poder (p. 223), hace que ensanche los horizontes de búsqueda de las causas más allá de las concreciones geopolíticas y económicas habituales. Mis artículos sobre el enfrentamiento entre Rusia y Estados Unidos en Ucrania, publicados en Rebelión.org, (véanse en https://rebelion.org/autor/fernando-g-jaen-coll/ y https://rebelion.org/autor/fernando-g-jaen-2/), que tratan diversos aspectos en momentos diferentes, son complementarios y todos válidos hasta la fecha, pero no son óbice para que me seduzca adentrarme en las causas remotas o causas últimas que Todd lanza a la palestra en este interesante libro, en el que pone a la religión en el centro de su modelo (p. 120)

Las herramientas conceptuales que utiliza Todd provienen de disciplinas conocidas: la antropología, la demografía y la historia, que le permiten un análisis de “tiempo largo” con conclusiones aplicables al “tiempo corto”. Las interrelacionándolas para dar fundamento a sus opiniones, que él considera científicas (en el marco de lo que se considera en las ciencias sociales), si bien no las articula en forma de tratado sistemático sino de ensayo que, al decir de Ortega y Gasset, viene a ser la ciencia sin la prueba, pero utilizando indicadores y razonamientos contundentes. Religión, mortalidad, educación y dinero recorren el libro, aplicados a los diversos países que están involucrados: Rusia, Estados Unidos, China, Alemania, Reino Unido, Francia, los países escandinavos y los bálticos, pero también la India, Irán o Sudáfrica, por su relevancia individual o por sus interacciones en aglutinadores institucionales (el ascenso de los BRICS, las adhesiones a la OTAN, por ejemplo).

El trasfondo es el agotamiento de las religiones entre quienes han dominado el mundo, que han eliminado una componente moral que incidía en su comportamiento racional y en la aglutinación de sus pueblos. Siguiendo la estela de Max Weber, analiza en qué se han convertido el protestantismo y el catolicismo, que habiendo pasado de su etapa activa a la etapa “zombi” (así la califica él, refiriéndose a la que todavía mantiene los ritos principales entre la población, pero sin asistir ya a la iglesia), se ha instalado en la etapa “cero” y ha desnortado a el juicio de los pueblos y de los dirigentes frente a un mundo que ha cambiado desde el desmembramiento de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).; ahora, nos dice el autor, las decisiones de los Estados Unidos no son morales o racionales (p. 267) esto es lo que Putin y el Kremlin están manifestando una y otra vez desde su Operación Militar Especial. El análisis racional, realista desde el punto de vista geopolítico, conduciría a un rápido final de la intervención de Rusia en Ucrania, ahorrando muchas vidas, pero el enfoque absurdo, reflejado claramente en el condicionante impuesto a Ucrania: “hasta el último ucraniano”, conduce, como ha dicho un importante militar chino, a la absurda situación de hacer una guerra para no lograr nada para su población, que habrá desaparecido. Esto hace aflorar el concepto “nihilismo”, que el autor sitúa como causa de la derrota: “La existencia de un componente nihilista en Estados Unidos y de otro en Ucrania, de distinta naturaleza, excluye a priori una interpretación racional de la Historia. Nuestro único consuelo será ver cómo la fusión de los dos nihilismos, el estadounidense y el ucraniano, conduce a una derrota, revancha última de la razón en la Historia.” (p. 268)

La riqueza de asuntos y de análisis sintéticos de diversos países, empezando por Rusia (capítulo en el que se apoya en el magnífico libro de David Teutrie, RUSSIE. Le retour de la puissance (Armand Colin, marca de Dunod Éditeur, 2021), del que publiqué mi reseña en SYN@PSIS N. º 104 Agosto de 2022), y acabando con Estados Unidos, poniendo las informaciones de actualidad (las sanciones, la rusofobia, la tecnología, la industria, etc.) en el marco conceptual general que maneja, considerando algunos indicadores determinantes del declive de las potencias mundiales, nos permite situarnos del lado de la razón antes que del lado del juicio sentimental aquiescente y superficial.

Dr. Fernando G. Jaén Coll. Profesor Titular del Departamento de Economía y Empresa de la Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.