Entrevista a Martín
Rodrigo y Alharilla sobre Negreros y esclavos. Barcelona y la
esclavitud atlántica (siglos XVI-XIX) (y II)
El Viejo Topo 28-02-2018
Martín Rodrigo y Alharilla es profesor
titular de Historia Contemporánea de la Universidad Pompeu Fabra y académico
correspondiente extranjero de la Academia de la Historia de Cuba. Entre sus
numerosas publicaciones, cabe destacar: Los Goytisolo, una próspera
familia de indianos, Madrid, Marcial Pons, 2016.
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Nos
habíamos quedado aquí. Abres tu presentación con una explicación sobre los
antecedentes negreros del que fuera presidente de la Generalitat de Catalunya,
Artur Mas i Gavarró, uno de los líderes del actual secesionismo catalán. Te
cito: "Aquel timón [el que llevó Mas a su despacho presidencial] podría
haber sido, por ejemplo, en del falucho Pepito, un velero mercante
de construcción catalana que tras zarpar de Barcelona bajo el mando de Joan Mas
[Roig, de segundo apellido, el tatarabuelo de Mas] y en apenas cinco meses
(entre julio y diciembre de 1844) había conseguido llevar a 825 esclavos desde
las costas de África hasta las de Brasil". No fue el único de los
antepasados de Mas con ese "glorioso hacer". Citas por ejemplo, a
Gaspar Roig Llenas y Pere Mas Roig. ¿No es un poco fuerte, si tu conjetura es
correcta, que uno se lleve a su despacho presidencial un objeto con una
simbología tan potente… y tan inhumana? ¿Cómo puede leerse esa acción?
Me
temo que "conjetura" no es la palabra adecuada: es un hecho cierto
que varios antepasados (marinos) de Artur Mas se dedicaron a la trata negrera.
No obstante, la rueda de timón que adornó el despacho del President de la
Generalitat no correspondió al de un buque negrero sino al de un velero
comandado por otro antepasado, Artur Mas Reig, integrante de una generación
posterior que navegó cuando ya la trata había desaparecido completamente. A mí,
particularmente, me parece irrelevante ese hecho al que ciertamente aludimos
Lizbeth y yo en la introducción de nuestro libro Negreros y esclavos.
Lo
que me parece más significativo es que dicho ejemplo revela que una parte
importante de las élites europeas actuales (lo que quiere decir también las
élites catalanas y españolas) hunde las raíces de su historia familiar en el
mundo de la trata esclavista y de la esclavitud en América. Y el caso de Artur
Mas no es único: podríamos hablar, como hacemos, en el libro, de las hermanas
Ana y Loyola de Palacio, de su primo Herman Tertsch, de la mujer de Valéry
Giscard d’Estaing, del propio David Cameron…
Sí,
reparé también en esos nombres y familias insignes.
Es
una nómina que puede ir creciendo conforme mejoremos nuestro conocimiento del
fenómeno: sin ir más lejos, sabemos ahora que el abuelo paterno del escritor
Ramiro de Maeztu (defensor acérrimo de la idea de "hispanidad") no
sólo fue propietario de una plantación de caña en Cuba (el ingenio Don Pelayo)
sino que él mismo financió la trata negrera hacia la gran Antilla.
Más
allá de los nombres concretos de los descendientes de aquellos negreros, lo que
me parece más significativo es señalar que el mundo de la trata y de la
explotación de mano de obra esclava actuó como un mecanismo de ascensor social
y que algunas familias que se beneficiaron entonces, siguen conformando las
élites actuales, a principios del siglo XIX.
El primer capítulo, de Eloy Martín Corrales, está
dedicado a Barcelona... ¿Hasta cuándo y desde cuándo hubo esclavos en
Barcelona? ¿Quiénes eran esos esclavos?
Eloy
Martín Corrales es un colega profesor del Departamento de Humanidades en la
Universitat Pompeu Fabra y su aportación al libro gira en torno a la esclavitud
en la propia ciudad de Barcelona en los siglos XVI, XVII y XVIII. En su
capítulo, el doctor Martín Corrales pone de relieve que, aunque la esclavitud
en la ciudad se convirtió en un fenómeno residual durante el siglo XVIII no hay
duda de que siguió habiendo esclavos y que los hubo hasta los primeros lustros
del siglo XIX. Rescata, por ejemplo, algunos anuncios publicados en el Diario
de Barcelona en fechas tan tardías como diciembre de 1819, cuando
"Manuela Michán, negra, natural de Montevideo, de edad 24 años
cumplidos" anunciaba que "deseaba desea encontrar casa para servir.
Esta negra acaba de lograr su total libertad, por un rasgo de humanidad de
algunos corazones caritativos de esta ciudad", decía. La virtud de este
capítulo es sistematizar todo lo que se sabe al respecto, hasta el momento
(incluyendo sus propias investigaciones), a la vez que invita a seguir
avanzando en el conocimiento de una realidad que aún conocemos de forma
insuficiente.
¿Cómo un historiador trabaja en estos temas? ¿A qué
archivos acude? ¿Qué documentos analiza?
Quienes
nos ocupamos, como es mi caso, con la trata ilegal de esclavos en el mundo
atlántico (a partir de 1820) nos encontramos con un problema de fuentes. No
obstante, tenemos la suerte de contar con la documentación generada por los
británicos quienes levantaron un verdadero complejo de persecución de la trata
en el Atlántico (tanto en África como en América). Los informes elaborados en
el siglo XIX por los funcionarios británicos se conservan y ofrecen al
investigador una fuente de información riquísima para nuestro trabajo. Contamos
también la documentación cruzada entre los diplomáticos españoles y británicos,
en torno a dicha cuestión (una documentación que se encuentran en Madrid) así
como con la documentación conservada en el Archivo General de Indias (que
resulta especialmente rica para los últimos años de la trata
legal).
Para
quienes estudiamos Cuba resultan fundamentales los archivos cubanos, empezando
por su Archivo Nacional (en La Habana) y siguiendo por los archivos
provinciales. Cruzar la información de unos y otros archivos nos permite
conocer, incluso con bastante detalle, como funcionaba la trata atlántica de
esclavos y como se incardinaba la participación catalana y española en dicha
actividad. Otro tipo de fuentes (notariales, fiscales, …) nos ayudan a conocer
las facetas más públicas de quienes estuvieron implicados en dicha actividad.
Te ocupas en tu trabajo de cuatro capitanes negreros.
¿Por qué has elegido esos cuatro (José Carbó, Gaspar Roig, Esteban Gatell,
Pedro Manegat)? ¿Qué tienen de especial? ¿Qué actividades realizaban en
concreto?
En
mi aportación quise centrarme en la figura de los capitanes negreros. Al
hacerlo, me inspiré en un magnífico libro de Marcus Rediker titulado El
Barco de Esclavos. Una historia humana. En dicha monografía, Rediker narra
con detalle cómo era la vida a bordo de los buques negreros británicos del
siglo XVIII y se fija particularmente en la figura del capitán negrero. Pensé
que podría intentar hacer algo parecido, para el caso catalán y a pequeña
escala.
La
nómina de capitanes de buques negreros es mucho más amplia que esos cuatro
individuos de los que me ocupo, de manera que si los seleccioné fue porque
ofrecen cuatro trayectorias vitales diferentes marcadas (excepto el caso de
Manegat) por el éxito económico: los otros tres (Carbó, Roig y Gatell) dejaron
de ser capitanes negreros para convertirse en hombres de negocio capaces de
invertir sus capitales en actividades diferentes, también en Barcelona. Gatell
fue, por ejemplo, fundador del Banco de Barcelona mientras que Carbó dedicó sus
caudales a la compra de fincas en la Rambla y a la construcción de edificios en
el Ensanche. Gaspar Roig, por su parte, impulsó una empresa de vapores
domiciliada en la capital catalana. El retrato coral de dichos personajes
ilustra en qué medida la dedicación a la trata actuó como un trampolín de
ascenso social y cómo algunos capitales vinculados a dicha actividad ilegal
sirvieron para financiar la actividad económica en Barcelona. La vida de
Manegat ofrece el contrapunto del capitán negrero que dejó de dedicarse a la
trata para trabajar como factor, en la costa africana (no en Europa) y que
falleció antes de conseguir regresar a casa.
Xavier Juncosa, historiador y director de cine, habla
en aportación del "esclavista oculto". ¿Por qué oculto? ¿Tenía
vergüenza? ¿Mala conciencia tal vez?
Oculto
en el sentido de que los biógrafos de Jaume Torrents Serramalera (y han sido
varios) no habían reparado hasta ahora en su dedicación a la trata esclavista.
Uno de los elementos más valiosos de la aportación de Xavier Juncosa radica,
precisamente, en revelar y explicar como un gran naviero de la Barcelona de
mediados del siglo XIX (propietario entonces del palacio que aloja en la
actualidad el Ateneu Barcelonés) se dedicó también a la trata africana.
¿Estás estudiando e investigando más en estas
temáticas? ¿Qué objetivos tienes?
Este
libro es uno de los resultados de un proyecto colectivo de investigación del
que formamos parte Lizbeth Chaviano y yo mismo, y así también otros autores.
Proyecto en el que trabajamos sobre la participación española en el tráfico de
esclavos, por un lado, y en torno a los legados de la esclavitud, en España,
del otro.
Tenemos también el objetivo de editar un libro similar
sobre Cádiz, en este caso con la participación de Carmen Cozar Navarro,
profesora de historia económica en la Universidad de Cádiz (quien está realizando
una interesante y documentada biografía de un gran negrero gaditano llamado
Pedro Martínez).
A
título particular me gustaría poder escribir un libro sobre el tema, que fuese
el resultado final de dicho proyecto, del cual vamos avanzando trabajos en
congresos y conferencias. Cruzo los dedos para poderlo conseguir "más
temprano que tarde", siguiendo la formulación de Salvador Allende.
¿Quieres añadir algo más?
Invitar
simplemente a la lectura de nuestro libro Negreros y esclavos.
Barcelona y la esclavitud atlántica (ss. XVI-XIX), editado por Icaria
Editorial. Un trabajo que se ha escrito para hacer llegar a un público amplio
las investigaciones de ocho historiadores diferentes, quienes han trabajado
sobre el fenómeno de la trata negrera de una u otra manera. Un trabajo basado
en la suma de ocho capítulos que, leídos de forma coral, permiten hacerse una
idea certera de la relación de Barcelona con el mundo de la esclavitud y de la
trata atlántica de esclavos.
Puedo
confirmar como lector la veracidad de lo que señalas.
(*) Nota de edición:
Primera parte de esta entrevista: Entrevista a Martín Rodrigo y Alharilla sobre Negreros
y esclavos. Barcelona y la esclavitud atlántica (siglos XVI-XIX) (I)
"El capitalismo global que se construyó a partir del siglo XIX no se
habría producido sin la existencia de trabajo esclavo" http://www.rebelion.org/noticia.php?id=238145
Fuente: El
Viejo Topo, enero de 2018.
Rebelión
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