17 de octubre de 2024
Claudia Sheinbaum
¡Con el pueblo todo, sin el pueblo nada.
Desde el pasado 1 de octubre, los Estados Unidos Mexicanos cuentan con la primera mujer Presidenta del país. Su victoria electoral el 2 de junio último ha sido arrolladora: de 58.631.926 votos válidos, la coalición electoral presidida por Claudia, Sigamos haciendo Historia, integrada por los partidos Movimiento Regeneración Nacional, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México, obtuvo un total de 35.924.519 votos. El siguiente en el escrutinio fue la coalición de derechas Fuerza y Corazón por México que alcanzó 16.502.697 votos, menos de la mitad que la ganadora de los comicios.
El rotundo éxito de la izquierda mexicana cuenta con el precedente de un sexenio anterior protagonizado con éxito por López Obrador al que muchísimos mexicanos consideran como el mejor presidente de México.
Para el próximo sexenio, 2024 a 2030, Claudia Sheinbaum y su coalición electoral han adquirido el compromiso público de ejecutar 100 medidas.
Este programa, que no toca el modo de producción actual, gira en torno a los cinco pilares siguientes: democratización plena, soberanismo e independencia, impugnación del modelo económico neoliberal, formulación de políticas sociales en favor de las capas populares e igualdad sustancial entre hombres y mujeres.
a) Democratización plena.
En primer lugar, el programa defiende en su apartado 10 una reforma constitucional del sistema electoral para fortalecer la democracia participativa, la revocación de los mandatos, incluido el presidencial en 2027, la decisión del pueblo a través de las consultas y la reducción del costo de las elecciones. El respeto a las libertades democráticas como la de expresión, prensa, reunión y manifestación se consideran principios democráticos irrenunciables, con la importante afirmación en el apartado cuarto de «que nunca usaremos la fuerza del Estado para reprimir al pueblo de México.»
En este sentido, es significativo que en la primera de las mañaneras [1] de Claudia Sheinbaum se dedicara a pedir perdón, en nombre del Estado, por la brutal represión que sufrieron los estudiantes por parte del ejército en el Zócalo capitalino en 1968 calificándolo como un crimen de lesa humanidad.
En línea con lo anterior, el punto cinco contiene el compromiso de garantizar la diversidad religiosa, política, social, cultural y sexual, así como el decidido propósito de combatir cualquier forma de discriminación, al racismo, al clasismo y al machismo.
Para erradicar la corrupción y profundizar en el sistema democrático, el nuevo gobierno aplicará lo acordado en fecha reciente en relación a la elección popular de todos los miembros de la judicatura. Estas elecciones para el poder judicial habrán de celebrarse en el próximo mes de julio de 2025, pese a la férrea oposición corporativa de los afectados, incluidos los ministros de la Suprema Corte, así como de las organizaciones empresariales como la International Chamber of Commerce; la calificadora Fitch; las multinacionales Citibanamex, Stanley Morgan y UBS entre otras, además de las embajadas de Estados Unidos y Canadá por representar, según dicen, riesgos a la inversión privada, tratados comerciales y posibles sanciones económicas. Dada la enorme corrupción en el aparato judicial existente, se comprende esta alianza contra la reforma judicial entre los grandes poderes económicos, incluido el narcotráfico, y los actuales miembros de la carrera judicial.
En el punto 11 del programa consta la determinación de una reforma constitucional encaminada a la recuperación del principio democrático de no reelección, con el objetivo de que a partir de 2030 ningún puesto de elección popular pueda ser reelecto. Asimismo, para combatir el nepotismo se prohibirá suceder a un familiar directo en los cargos de elección popular.
El acuerdo del poder legislativo que dota de plenos derechos a los pueblos indígenas y afromexicanos se desarrollará en el próximo sexenio.
Puede resumirse este ambicioso programa de regeneración democrática con las palabras que Claudia Sheinbaum repite de manera insistente: «con el pueblo todo, sin el pueblo nada».
En lo que afecta a la seguridad ciudadana, el programa reafirma una República segura y con justicia. Nuestra convicción, señala el punto 100 de programa «sigue siendo que la seguridad y la paz son fruto de la justicia. Estamos consolidando la estrategia que consiste en cuatro ejes. Atención a las causas, fortalecimiento de la Guardia Nacional, inteligencia e investigación y coordinación. Atención a las causas significa garantizar el derecho a la educación, vivienda, trabajo digno de las y los jóvenes de nuestro país, y haremos el programa Jóvenes Uniendo a la Nación para sacar a los jóvenes de la delincuencia. La Guardia Nacional se consolidará, ya se aprobó en la Constitución, como parte de la Sedena. Para los que critican que esto es militarización: falso. En nuestro país no hay estado de excepción, no hay violaciones a los derechos humanos, lo que hay ahora es con la 4T más democracia, más libertades y un verdadero Estado de derecho que vamos a construir con el cambio en la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Poder Judicial. La próxima semana anunciaremos la estrategia nacional de seguridad.»
b) Soberanía e independencia.
El primero de los compromisos afirma con rotundidad: «nunca nos someteremos a intereses económicos, políticos o extranjeros. Siempre trabajaremos por el interés supremo del pueblo y la nación». En materia de política exterior, el programa expone en su apartado sexto el reconocimiento de la «libre autodeterminación de los pueblos, no intervención y solución pacífica de controversias. Nos corresponde siempre defender la grandeza de México y promover relaciones de respeto. Nunca de subordinación. Somos un país libre, democrático, soberano e independiente.»
Es un programa en defensa de la paz, contrario al belicismo y opuesto al imperialismo.
En el programa podemos encontrar referencias a una política soberanista e independiente cuando se afirma, por ejemplo, en el punto dos, que la actuación gubernamental se sustentará en el humanismo mexicano que se nutre de la historia y la cultura de los pueblos originarios y del fecundo pasado de México. Alusiones a la soberanía alimentaria y a la energética y el ambicioso proyecto de disponer de un satélite propio que garantice la conectividad de todas las personas, constituyen actuaciones concretas expresivas de una voluntad gubernamental soberanista e independiente.
Hechos singulares recientes confirman una aplicación práctica de este soberanismo e independencia como ejes centrales del nuevo gobierno mexicano. Por ejemplo, la negativa a invitar a Felipe VI a la ceremonia de toma de posesión de la nueva presidenta como consecuencia de no expresar este una disculpa por los “agravios causados” durante la conquista de México a petición del anterior mandatario con motivo de los 200 años de este episodio histórico, así como las negociaciones actuales para la fabricación en México de vehículos eléctricos de la entidad china BYD, un serio competidor de los Tesla norteamericanos con precios que duplican a los anteriores, teniendo en cuenta para las exportaciones el acceso sin aranceles a EEUU que forma parte del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). En este sentido, cabe destacar el incremento de los intercambios comerciales entre México y China que en el primer semestre de 2024 han ascendido en 12.3%. En la edición del pasado 15 de marzo el diario El País da cuenta de que la ruta comercial de China a México se dispara un 60% en enero y se consolida entre las mayores del mundo mientras se desaceleran las exportaciones a EEUU.
c) Rechazo del modelo económico neoliberal.
El apartado 13 del listado de compromisos no deja dudas al respecto, cuando asevera que «no regresará el modelo neoliberal que tanto daño le hizo a México. Se mantendrá la economía y el humanismo mexicano.» Una afirmación corroborada en el primero de los principios cuando el programa nos indica que México no se someterá a intereses económicos, políticos o extranjeros. Somos un país libre, democrático, soberano e independiente recalca el punto sexto del programa.
Dentro de un marco de economía alejada del neoliberalismo, -punto 16- el gobierno de Claudia Sheinbaum no aumentará el precio de la gasolina, ni el diésel, ni la electricidad, ni el gas doméstico por encima de la inflación. Tampoco la canasta básica, ni regresaran los gasolinazos de otras épocas. Por el contrario, apoyarán la economía popular.
El énfasis en las políticas en apoyo de las capas populares, que veremos a continuación, es una muestra más de una política económica que no quiere someterse a los intereses de las grandes multinacionales ni al imperialismo.
d) Políticas sociales en favor de las capas populares.
Son numerosas las medidas dirigidas a la defensa de los intereses de las capas populares. Se garantizan todos los programas de bienestar del presidente anterior López Obrador que constituyeron una actuación gubernamental que supo cumplir con lo prometido y que ha sido refrendada muy ampliamente en las elecciones presidenciales del pasado 2 de junio con más del 60% de los votos válidos en apoyo a la coalición electoral presidida por Claudia Sheinbaum.
A estos programas en marcha se unen ahora otras medidas de importante calado: «pensión universal para los adultos mayores, pensión a personas con discapacidad, becas Benito Juárez para estudiantes de prepa pública, becas para estudiantes escasos recursos, el programa Sembrando vida, Jóvenes sembrando el futuro, Producción y pesca para el bienestar, Precios de garantía, La escuela es nuestra y La clínica es nuestra.» De igual forma, las mujeres de 60 a 64 años recibirán un apoyo bimestral. El estudiantado de preescolar, primaria y secundaria pública, sin excepción, dispondrá de una beca si van a la escuela pública.
En el punto 26 podemos leer: «continuará el modelo educativo de la Nueva escuela mexicana y los libros de texto gratuitos.» Más adelante, en el apartado 30, se consigna la transformación de las escuelas públicas «en espacios de prevención de la salud, incluyendo salud mental, prevención de las adicciones, salud bucal y el programa “visualiza tus sueños”, que consiste en exámenes de la vista y lentes gratuitos a todos los niños que los necesiten». Ampliación de la educación superior, consolidación de las Universidades Benito Juárez y hacer nacionales las Universidades Rosario Castellanos y de la Salud son otros objetivos en materia de enseñanza. Por cada escuela pública se organizará una banda, un coro, una orquesta, un grupo de teatro, de creación literaria y de artes plásticas, con el objeto de lograr una República cultural y lectora y un espacio de encuentro en la juventud. Queremos a todos los jóvenes en la escuela, se afirma en el punto 31.
En materia de salud se pondrá en marcha un programa de atención a la salud casa por casa para los adultos mayores. Para atender este compromiso se contratará a 20.000 enfermeros y médicos. Una interesante iniciativa la constituye el Banco y la Financiera del Bienestar «que facilita las remesas sin cobrar comisiones y otorga créditos a la palabra».
En la actualidad del total de hospitales, 1.182 son públicos y 3.172 privados. Del total de hospitales públicos, 718 atienden a la población sin seguridad social y el resto a la población con seguridad social. Alrededor de 86% son hospitales generales y el resto, hospitales de especialidad. El programa gubernamental prevé el acceso a vacunas, cirugías y tratamientos que garantizan el derecho a la salud. Además, se fortalecerá la distribución de medicamentos y se impulsará otro programa de cuidados para los primeros mil días de vida con acompañamiento a las mujeres embarazadas. Se dispondrá de «un programa amplio de cirugías, sobre todo, de cataratas y la de rodillas, que será masivas en todo el país».
En lo referente a la política de vivienda, el gobierno se compromete en la construcción de un millón de viviendas durante el próximo sexenio. Y en lo relativo al campo, se entregarán la propiedad de tierras a 150.000 mujeres y las personas jornaleras agrícolas dispondrán sin excepción de seguridad social. La soberanía alimentaria garantizará la autosuficiencia del maíz blanco libre de transgénicos, desde la producción hasta el consumo. Un nuevo plan denominado Cosechando Soberanía ofrecerá «asistencia agroecológica, financiamiento, sanidad vegetal y animal a pequeños productores de municipios rurales.»
Nuevo trazado de líneas de ferrocarril público con rutas Ciudad de México-Querétaro, pasando por el Estado de México; y Querétaro, San Luis Potosí, Monterrey y Nuevo Laredo. En el Pacífico, las líneas de Querétaro-Guadalajara, hasta Nogales, pasando por Tepic, Culiacán y Hermosillo, con la recuperación de la histórica ruta México-Puebla- Veracruz del tren de pasajeros.
Diversas e importantes actuaciones en carreteras y autopistas, caminos artesanales, ampliación de puertos y aeropuertos, descontaminación de la atmosfera y ríos y reforestación, entre otras materias, se detallan en los apartados 81 a 99 del programa.
e) La igualdad sustancial entre hombre y mujer.
En el apartado 51 se aborda la situación de la mujer en México y recoge un conjunto de importantes compromisos. En primer lugar, se reformará la Constitución de México para que en su articulo 4 se recoja el principio de igualdad sustantiva entre hombres y mujeres. No es solo una igualdad jurídica entre sexos diferentes, es una igualdad sustantiva, es decir, una igualdad real en la vida social que ha de tener en cuenta, señala Claudia Sheinbaum, las características especiales que tienen las mujeres.
Se podrá en marcha por primera vez una Secretaría de las Mujeres y se incluirá también en la carta magna el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencias. Se crearán mecanismos para que no haya brecha salarial entre hombres y mujeres y habrá gabinetes paritarios en municipios y Estados. Se implementará «a nivel federal la ley Olimpia y Ley contra la violencia vicaria», garantizándose que «los agresores dejen el hogar para que las mujeres víctimas de violencia no tengan que hacerlo.» Este apartado expone igualmente que «habrá obligatoriedad de que haya mujeres en todos los Ministerios Públicos del país, se homologará el tipo penal de feminicidio en todos los Estados del país y se crearán fiscalías de feminicidios en los 32 Estados.»
De igual forma, se fortalecerá «el acceso a la salud de las mujeres en toda su vida, en especial sus derechos sexuales y reproductivos» y se crearán redes comunitarias de mujeres, llamadas Cuidadoras de la Patria.
El punto de partida es realmente aterrador. A diario son asesinadas una media de diez mujeres de manera violenta en una sociedad marcada por el azote machista. Pero hay voluntad política real para poner los cimientos para que la igualdad sustantiva de hombres y mujeres pueda ser una pronta realidad y que al mismo tiempo erradique la violencia contra la mujer.
Sobre este trascendental tema, en la mañanera del pasado 3 de octubre, Claudia Sheinbaum y sus colaboradoras en la administración pública, abordaron este asunto con una exposición detallada y pedagógica que no debemos dejar de ver. Invitamos pues a todas y todos a su visionado a partir del minuto 11 y 50 segundos.
Este ambicioso programa progresista de amplia democracia continuará provocando un desplazamiento de las élites y de la oligarquía en determinados sectores del aparato del estado. Los relegados no van a permanecer impasibles, sino que librarán una feroz oposición, iniciada bajo el mandato de López Obrador que se recrudecerá a partir de ahora. La dinámica de la lucha de clases se agudizará, pero la clase obrera y las capas populares disponen ahora de mecanismos democráticos muy importantes que facilitará la movilización social, una mayor toma de conciencia política y fortalecimiento de las organizaciones populares. Sin leyes mordazas y con el compromiso del gobierno de no usar la fuerza del Estado para reprimir al pueblo de México, la inevitable confrontación social podrá ir resolviéndose con una modificación favorable en la correlación de fuerzas en amparo de los intereses de la mayoría social, abriendo nuevas perspectivas hacia transformaciones sociales de mayor impronta.
El deber ético de cumplir con lo prometido que atendió el anterior mandatario ha logrado un fuerte impulso popular, traducido en seis millones de votos más de los que en 2019 obtuviera López Obrador. La consecuencia es que el programa propuesto para el próximo sexenio es considerado por las capas populares como creíble.
Con el pueblo todo, sin el pueblo nada, repite machaconamente Claudia Sheinbaum.
Deberían tomar buena nota la socialdemocracia y sus valedores de nuestro país de este elemental principio ético que incumplieron con el acuerdo firmado a finales del 2019 por el PSOE y por Unidas Podemos y cuyas funestas consecuencias facilitan el desplazamiento del voto hacia la derecha reaccionaria, la corrupción y el auge del fascismo.