lunes, 9 de noviembre de 2020

Reflexiones sobre las recomendaciones de la comisión parlamentaria de los Pactos de Toledo

Son muchas las voces que desde la izquierda movimientista, critican por lo que adolecen las recomendaciones surgidas del Pacto de Toledo, pero lo primero que debemos tener claro la clase trabajadora para no equivocarse de enemigo, es saber que los Pactos de Toledo son una comisión parlamentaria, con una base proporcional al número de diputados de cada grupo parlamentario, con el objetivo de consensuar las propuestas que afecten al sistema de la Seguridad Social y las pensiones. Puede que no se aceptan y el gobierno las lleve al parlamento sin consenso, como pasó al inicio de la movilización de pensionistas con el rechazo de Yolanda Díaz de Unidas Podemos, hoy ministra de trabajo, en desacuerdo con las recomendaciones declaradas secretas por el gobierno de Pedro Sánchez o como ahora, que se presenten con consenso pero sin definir el voto final por parte de la derecha. Con esto debe quedar claro, que lo que salga sobre las pensiones no es por el acuerdo de la comisión parlamentaria de los Pactos de Toledo, lo serán por las decisiones tomadas en su momento por la mayoría de diputados y diputadas en el parlamento.

Lo segundo es, que los puntos de referencia crítica en la valoración de las recomendaciones, no pueden hacerse en contraposición a las pretensiones de cada uno ni a ninguna otra, que no sea en comparativa con las acordadas en los cincuenta puntos del acuerdo de gobierno de coalición, aún estando en desacuerdo con el acuerdo de gobierno y sus cincuenta puntos. El análisis concreto debe partir de los acuerdos sobre los que se sustenta el gobierno de coalición, tanto si se está en desacuerdo o no, pero no del posicionamiento individual de cada plataforma, sindicato o partido. Si estamos en desacuerdo con el gobierno de coalición y los cincuenta puntos que lo sustentan, lo correcto sería decir, que las veintidós recomendaciones pactadas siguen sin resolver los problemas fundamentales de la Seguridad Social y las pensiones, exponiendo los objetivos y todas y todos tan contentos. Pero si se está de acuerdo con el programa del acuerdo de gobierno de coalición, y que representan cualitativamente un avance con respecto a los gobiernos anteriores del PSOE o del PP, entonces cuantificaremos si las veintidós recomendaciones respetan el programa de coalición del gobierno, sobre las pensiones y el sistema público de la Seguridad Social.

Reflexionando sobre los elementos centrales de las recomendaciones y conscientes, de que la verificación en su cumplimiento es amplia en el tiempo por los mecanismos parlamentarios, vemos que mantienen la separación de las fuentes de financiación acordadas en el 2011 por el presidente del gobierno de España en ese momento el señor Zapatero del PSOE, se supone que motivado, porque las reformas a suprimir del acuerdo de gobierno de coalición progresista solo alcanza hasta las del señor Rajoy, presidente del gobierno del PP en el año 2012. Similar con la penalización de la jubilación anticipada o los 25 años de cálculo de la pensión de la reforma del 2011, mejorada con el matiz de recomendar que se puedan escoger los años más positivos, en el otro caso menos claro también introducen nuevos matices, que habrá que verlos concretados en su momento legislativo. Es decir, que lo principal de las críticas se hacen por no suprimir la reforma del 2011, contemplado en los programas de las plataformas, pero no en el acuerdo de gobierno y por lo tanto no procede ahora la crítica, al no formar parte de los cincuenta puntos del gobierno de coalición.

Pero muy poco se dice y se valora la parte de aplicación en las recomendaciones de los aspectos fundamentales logrados, que vienen de las movilizaciones de pensionistas como la subida del IPC real, contemplado ya en la propuesta de los Presupuestos Generales del Estado para el año 2021, con el 0.9% para las contributivas y el 1,8% para las no contributivas. También desplazan gastos impropios por unos 14.000 millones y reducen los beneficios fiscales de los Planes Privados de Pensiones, gestionados por los bancos con la excusa de no alcanzar sus objetivos; recordar que en una quiebra del fondo el estado no garantiza su abono. Apoyan en contrapartida y se supone que buscando apoyo parlamentario, el plan del gobierno vasco de Pensión Complementaria Colectiva de empresa o sector existentes, pero que en caso de cierre de la empresa o liquidación el final del ahorro no es el mismo, pudiendo recuperarse. Se elimina el factor de sostenibilidad y el índice de revalorización de Rajoy del 0,25%, fundamentales en la movilización de pensionistas.

Metodológicamente y conscientes de nuestra responsabilidad ante la sociedad, hacer un análisis objetivo de la realidad es fundamental para la izquierda marxista, porque un análisis mal fundado o enfocado pierde objetividad, convirtiéndose en beneficio para los enemigos del pueblo y porque es una falta a la verdad, que como bien se sabe la verdad siempre es revolucionaria y su falta o tergiversación un paso atrás o reaccionario. Esta metodología de análisis, en absoluto excluye la crítica que se hace desde dentro de los procesos de lucha y del trabajo político y organizativo, siempre guiados por la necesidad de acumular fuerza organizativa y de movilización, por eso aquí procede, no perderse en debates de base ideológica reaccionaria y sectaria, de exclusiones en la unidad del movimiento con los partidos y sindicatos que pertenecen a la clase obrera y al pueblo, incluidos los reformistas y sobre todo, cuando lo que lo motiva es la pretensión de obtener como movimiento la representación ante las instituciones y el gobierno, cosa que solo ha servido para llevar la división y ruptura al movimiento y a la pérdida de la iniciativa social.

La única forma que tenemos la izquierda marxista de superar los límites del pacto del gobierno de coalición en pro de las reivindicaciones no contempladas, debe ser mediante la recuperación de la movilización social del movimiento, perdida por la división interna y la falta de unidad con los sindicatos y partidos obreros o porque en las próximas elecciones, Unidas Podemos cuente con una mayor presencia parlamentaria y sólo, si somos capaces de hacer coincidir la movilización con más presencia en el parlamento, podremos presionar para la anulación de las reformas de Rajoy, de Zapatero y sobre todo, todas las legisladas durante el proceso de transición para protección del aparato del estado burgués, que son las que impiden la democratización del estado español, la recuperación de nuestra soberanía y el camino a la república avanzada de la clase trabajadora. Conscientes de que en la experiencia de lucha del movimiento obrero la unidad es lo fundamental.


Alonso gallardo de los círculos comunistas de Unidas Podemos

Noviembre del 2020