viernes, 23 de junio de 2017

MANUEL BELTRAN JOVE: ETERNAMENTE JOVEN, COMUNISTA TODA SU VIDA.






           Manuel Silverio Beltrán Jove, nació en el pueblo de Veneros, al lado de Cuturrasu, en la cuenca del Nalón, concejo de Langreo hace ya 93 años, por lo cual conoció desde su más tierna infancia lo que fue la lucha obrera.

 

            Su militancia comunista comenzó siendo casi un “guaje” y tuvo sus primeros pasos ayudando a la guerrilla, allá por los años 40, ya desde las filas del Partido Comunista de España (PCE). A consecuencia de su participación en alguna acción de sabotaje, pronto puso la Guardia Civil y la Falange ojos sobre el y su familia, siendo esta ultima la que siempre sufría más la represión en estos casos. Ello le obligo a tener que salir de España e iniciar su exilio en Francia, algo que cambio totalmente su vida, y la marco, siendo francés en España y español en Francia. De esos tiempos siempre recordaba mucho a su madre, y algunas veces se le llenaban los ojos de lágrimas cuando la recordaba.

 

            En Francia, pudo trabajar y encontrar un futuro laboral bastante digno, pero ello no le impidió, al contrario, profundizar su compromiso militante, tanto con el Partido Comunista español como con el francés. Militancia sindical y política siempre con un objetivo claro, volver a España, lo cual solo pudo hacer tras la muerte del tirano. Pero esa vuelta implico un nuevo trauma en su vida, teniendo que compartir vida entre Francia y España, pues en Francia quedaba su esposa, francesa, y sus hijos.

 

            De vuelta a España, en plena ebullición de la lucha por construir una democracia política y social, como el PCE defendía en aquel momento, Beltrán se asentó en La Calzada, y allí dirigió una fuerte agrupación comunista, forjando entorno así un buen grupo de amigos y camaradas. No fue fácil dicho proceso, y aunque Beltrán en su momento apostó por la vía Eurocomunista que defendía la dirección del partido, pronto vio sus limitaciones, lo cual le hizo asumir posiciones criticas con las posturas de Santiago Carrillo, primero, y luego de Gerardo Iglesias, y las concesiones que se hacían para consolidar lo que hoy se llama “Régimen del 78”.

 

En vísperas, del XI Congreso, abandonó el PCE, de la mano de Jaime Ballesteros, pasando previamente por la Fundación José Díaz, y luego en el año 1985 convergiendo en el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE). Su compromiso con dicho partido le llevó a ser Responsable Político del mismo en Gijón, durante casi 10 años, forjando un núcleo de resistentes que aguantaron los malos tiempos de la caída del muro y de la victoria del neoliberalismo, defendiendo con orgullo y dignidad la causa del Comunismo.

 

Su apuesta fue siempre clara: la unidad de la clase trabajadora, la unidad de la izquierda y la unidad de los/as comunistas. Ello le llevo, quizás lo que más le dolió, a abandonar el PCPE en el año 2009, por no considerar adecuada la línea política que esta partido asumía, y que el consideraba contradecía esos tres objetivos que el siempre defendió.

 

Ya con su salud deteriorada por la edad, continuó participando en movilizaciones (se le recuerda aun delante de la Policía, dando la cara,  en la carga que llevo luego al juicio de los “8 del Jovellanos”), debatiendo de política e intentando enseñar a los más jóvenes con su experiencia. En el año 2012 la entidad FAMYR le entrego, junto a Gonzalin, Maricuela y Joan Tarda, el galardón a los valores republicanos, por su trayectoria política. Luego vino ya su definitivo exilio a Francia, donde la mañana del 21 de Junio de 2017, termino sus días, seguro con un recuerdo en su mente, Asturies, Xixon y Cuturrasu.

 

Beltrán pasará a la historia de la lucha de los/as comunistas asturianos/as, y será ejemplo y semilla para futuras batallas. Beltrán será eterno en el recuerdo de los/as que lo conocimos.

 
Beltran camarada y amigo, hasta la victoria siempre             .