lunes, 27 de junio de 2016

Un Brexit por reajustes de alianzas interimperialistas y por colapso del sistema capitalista



En plena campaña electoral de las elecciones generales del 26 de junio de 2016, la cuestión internacional entró en campaña, para asustarnos con los tópicos de siempre al populacho, hablando de Venezuela, donde todos los partidos del sistema, PP, PSOE, Cs defienden al fascismo venezolano en plena retirada, ante el vacío del pueblo, que ni pagando a la delincuencia y al lumpen consiguen adeptos los yanquis, para quemar almacenes del pueblo bolivariano o la cuestión Siria, que a finales de la campaña electoral el tema es mejor olvidarlo. Los mercenarios mildolaristas del EIS, cuando no cobran para poder alimentar a la familia, tampoco pelean. De Ucrania, mejor no hablar, Rusia con su alianza Euroasiática, sale reforzada ante el embargo de EE.UU  y de la oligarquía europea parasitaria, que en este tema obedece órdenes, para ridículo y pérdidas económicas de las empresas y de los países europeos (especialmente los del sur que no tiene patio trasero)

Pero en esto apareció el Brexit (referéndum sobre la salida de la Gran Bretaña de la Comunidad Europea)  y todos los partidos nuevamente del sistema PP, PSOE y Cs, se ponen a llorar por el peligro, que para los intereses de la actual Unión Europea, significa la salida de la Gran Bretaña. A contrapelo, encontraron el discurso unificador a lanzar, contra la que ellos llaman la derecha nacionalista y xenófoba, comparándola en objetivos, con el populismo venezolano y la visión crítica que Unid@s Podemos tiene sobre la construcción europea. Incluso apareció un fulano, que en su fervor nacionalista y xenófobo, se lanzó emulando al islamismo terrorista y le dio por asesinar a una dirigente política de izquierdas, en vez de ir a segar un prau. Aún así, no ganó el neoliberalismo el referéndum.
Pero sí es el único motivo político con amplitud conocido, que generó una campaña de miedo generalizado en la ciudadanía, con el cual, todas las fuerzas políticas del sistema y los grandes medios de comunicación, explotaron en el tramo final de la campaña electoral, fenómeno que sí pueden dar una explicación al extraño y desconcertante resultado electoral surgido este 26 J, aparte de otras valoraciones más técnicas, de estancamiento con pérdida de votos de Unid@s Podemos y de nueva victoria con crecimiento del PP.
Pero, volvamos al Brexit, en realidad ¿qué esconde el referéndum sobre la permanencia de la Gran Bretaña en la actual Comunidad Europea? más tarde o más temprano, historiadores, economistas, sociólogos y politólogos transversales, que intentan interpretar el mundo para que podamos transformarlo, nos dirán que sencillamente, es una ruptura o cambio de alianzas entre las distintas oligarquías europeas imperialistas, provocada por la agudización de la crisis global del sistema y fruto de las contradicciones en este caso, entre los distintos sectores de la burguesía dominante del Reino Unido, probablemente la más patriótica, tratada como nacionalista y xenófoba y la neoliberal como unitaria y democrática, pero leal aliada de la oligarquía neoliberal euroalemana, dominante en Europa.
Probablemente, una confrontación de intereses en la política económica a seguir y en lo fundamental, de cómo superar unos beneficios empresariales y bancarios en reducción continua, a la que todavía falta por gestionar gubernamentalmente. La clave estará en la política monetaria a seguir en Europa y quién ostenta el control  del euro, con todas las implicaciones que tiene en la exportación, importación, política fiscal y de beneficios para el pago de la deuda privada de la banca y empresas. Sería interesante conocer los intereses reales de EEUU en este juego cuando Obama desdramatiza el resultado del Brexit.
El tablero político europeo está cambiante y los intereses económicos contradictorios entre las distintas oligarquías europeas, en la actual situación de crisis, lo transformarán aún más. Las políticas neoliberales practicadas bajo la hegemonía euroalemana, que se lleva todos los beneficios (arrimándolos como sardinas a su ascua) han explotado por el eslabón más débil de la alianza, el de los intereses de la oligarquía o de una fracción importante del Reino Unido.
Es una situación, de fuertes movimientos en el tablero político europeo y también en el de su aliado EEUU, con la recuperación por la izquierda del Partido Demócrata bajo el candidato socialista Sanders. Se consolidan gobiernos de izquierdas populares en Grecia y Portugal, está también, la ruptura del bipartidismo en España, con un Unid@s Podemos que busca la hegemonía de la izquierda para ganar a la derecha o la erupción por la izquierda del laborista Corbyn en el Reino Unido.  Todo esto tendrá una enorme influencia en el resto de partidos socialdemócratas y revolucionarios en el resto de Europa.
De todas formas, este movimiento es solo el inicio de la reorganización de las alianzas entre los distintos sectores de las oligarquías dominantes en la Europa neoliberal. La relación que indiquen con respecto a Rusia y China por un lado y con EEUU por otro, serán las que nos digan, el camino escogido por cada una de las fracciones del gran capital imperialista en lucha. Por nuestra parte, que nos queda, cuando las clases trabajadoras y los pueblos tenemos intereses antagónicos con estos sectores.
El principal problema que tenemos las clases trabajadoras y los pueblos en Europa, son las políticas neoliberales, que solo buscan el beneficio para las empresas y los bancos, poniéndolos por encima de los intereses generales de la ciudadanía. Por eso han desarrollado políticas de austeridad, recortes y privatizaciones de todo lo público (que sintetizan el estado de bienestar) para acumular capital y salvar bancos y empresas. La gran influencia entre las clases trabajadoras de los partidos nacionalistas y xenófobos, es el fracaso de la izquierda socialdemócrata neoliberal y de los revolucionarios, que hasta ahora, fuimos incapaces de dar las respuestas adecuadas, a las luchas por mejorar las condiciones de vida de las masas.
Pero esto ha sucedido de forma desigual. El despertar en el Reino Unido y EEUU es reciente, en Grecia y Portugal, ya están en el gobierno, pero sin alianzas regionales europeas, será difícil que avancen en su proyecto, en España no ha sido de ésta, pero seguimos en frente de su puerta, en el resto de Europa, especialmente Francia e Italia, los cambios también están a dos pasos. Donde la socialdemocracia y los  revolucionarios rectifican o el populismo y los xenófobos, serán los que atraigan a la clase trabajadora.
¿Significa el Brexit la ruptura de Europa? El problema no se puede plantear de esta manera, porque solo sirve para asustar al pueblo. La actual Comunidad Europea, difícilmente puede desarrollarse, inmersa en una confrontación interimperialista por intereses contrarios, donde hay una Centroeuropa gobernada por el neoliberalismo euroalemán, con fuerzas crecientes antineoliberales populistas y de izquierdas entre las masas y un sur de Europa, gobernadas por fuerzas antineoliberales y progresistas o con fuerte presencia en la oposición, en una situación de crecimiento continuado de las desigualdades.
Esta contradicción se resolverá más tarde o temprano, con la ruptura de la Comunidad Europea paralizada por sus contradicciones, tanto como si el neoliberalismo euroalemán mantiene su hegemonía, que rompería por el sur por referéndum o expulsión, ya que las políticas neoliberales son rechazadas masivamente por las masas ante el empobrecimiento que traen, como por los euroalemanes, ante la pérdida de su hegemonía y la necesidad de la defensa de los beneficios de sus bancos y empresas. Lo mismo que ahora ha hecho o pretende hacer, un sector de la oligarquía dominante en la Gran Bretaña, estando este referéndum, en la agenda del día para la toma de estas decisiones, por Lepén en Francia y por Grillo en Italia.
La unidad de Europa o se logra de forma democrática, en un desarrollo creciente de las condiciones de vida de sus clases trabajadoras, en una sociedad de justicia e igualdad, que es el anhelo de la mayoría de la ciudadanía, lo cual nos implica, luchar por el mantenimiento y desarrollo de las libertades y los derechos democráticos o nos lo intentan nuevamente imponer, por medio de la fuerza, la represión y el posible genocidio de millones de ciudadan@s, si es por la fuerza militar. La gran Europa por la que aspira Alemania, es la de gran potencia que quiere competir con EEUU, Japón y el resto de potencias europeas, por su hegemonía imperialistas en el ámbito occidental, en la lucha contra las potencias emergentes que vienen de Eurasia, como China, Rusia, India, Indonesia, Irán, Vietnam……
Ya sabemos del colapso del sistema capitalista por sobreproducción, que lleva cuarenta y cinco años en descenso continuado de los beneficios empresariales. De llevar otros tantos en continuo aumento de la inversión para mantenerlos. De la generalización en las principales industrias transformadoras de la telemática y la robotización, que no crea plusvalía y los beneficios que provocan sus innovaciones, son anulados inmediatamente por la competencia, que solo les queda para ser competitivos y mantener el beneficio empresarial, una mayor explotación del ser humano, como productor y consumidor.
Ante esta disyuntiva que nos sitúa el sistema de capitalismo neoliberal, la única alternativa real, que actualmente existe y que puede vislumbrar una salida para la humanidad, se sitúa en el ámbito de las potencias económicas emergentes, especialmente, en aquellas que con su economía de mercado planificada, desarrollan proyectos de sociedad a los que llamamos países socialistas.
Su desarrollo y democratización, depende de la acción consciente del ser humano, para dirigir la producción hacia las necesidades humanas, superando el consumismo, que nos pone al servicio del beneficio de la empresa y de la propiedad privada. La Europa Unida de las clases trabajadoras y los pueblos, debe ser nuestra gran aportación a la humanidad, por el desarrollo intelectual, científico y técnico que posee. Una Europa así de ilustrada, tiene mucho que aportar al desarrollo de la economía de mercado planificada, supeditando la producción a las necesidades del pueblo. Una Europa, donde trabajemos tod@s, en unas condiciones de desarrollo de la justicia y la igualdad, haciendo realidad el sueño de Marx, de la gran aportación de la Europa desarrollada, en la construcción del socialismo.
Alonso Gallardo militante comunista por la confluencia popular           Junio 2016