martes, 16 de febrero de 2016

¿Es mayoritariamente correcta la táctica de Podemos en la formación del gobierno de España?

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Combatiendo la enfermedad infantil del comunismo; Pablo Iglesias en nombre de Podemos y las confluencias, ha lanzado una propuesta a Pedro Sánchez candidato del PSOE, ha liderar conjuntamente un gobierno de progreso para la nación, para acabar con el gobierno de corrupción y austeridad del PP. Las críticas a la propuesta a debate, provienen mayoritariamente del comunismo dogmático y sectario.

Tod@s reconocen el acierto propagandístico de la propuesta y del momento político, también cierta virtud de desestabilización del famoso tablero político, que no es poco, dejando en segundo plano al PP como partido más votado, incapaz de formar gobierno no por la falta de aliados, sino por la corrupción generalizada que le sepulta, calculando en este proceso el suicidio de Rajoy y del PP.
La reacción de la derecha neofascista insertada en el PP, no se ha hecho esperar en el conjunto de los medios empresariales de comunicación, que expanden públicamente, los montajes paridos en las cloacas por las cúpulas de los aparatos del estado burgués. Al que debemos sumar, los sectores neoliberales del PSOE, enriquecidos a la sombra de gobiernos corruptos, que poco a poco, una justicia poco justa y sin medios también los acorrala. Como ejemplo entre otros muchos, el encausamiento judicial de los restos del felipismo en Andalucía y Asturies.
Poco debate se puede realizar con estos sectores, que por decirlo de alguna manera, son los mercenarios políticos que representan a la oligarquía euroalemana española o burguesía parasitaria o vende patrias que es lo mismo; es decir a los que hay que expulsar del gobierno, ya en principio por higiene política. Así dicho no parece que representa mucho, pero es un elemento central para cualquier gobierno de progreso o de mínimos, de quédate como estás, pero sin corrupción.
Esto, para una situación de crisis como la actual, desde la perspectiva de progreso para el pueblo es insuficiente. Pero sienta una premisa importante: la regeneración democrática. La cual ya no es poco, en una situación de alerta democrática como la que vivimos, donde la actitud con respecto a los titiriteros, Otegui, Alfón y otros muchos casos más,  es de represión y fascismo puro.
La propuesta del nuevo reformismo, ha abierto un escenario político que pretende cubrir la necesidad regenerativa y otras como el combate contra la austeridad. Nos lo presentan los sectores emergentes, como Podemos con sus confluencias e IU, Ciudadanos y el sector que muy hábilmente, mantiene la actual dirección política del PSOE. Son emergentes, pero difieren en sus posiciones políticas.
Todas coinciden contra la corrupción y la vetan en sus filas, pero divergen en la política económica y social. Esto significa, que un acuerdo de gobierno entre estas fuerzas políticas, sólo tendría validez sobre la regeneración democrática, ya que Ciudadanos confronta contra las políticas antiausteridad, pero ¿Tendría validez este gobierno para el pueblo, si únicamente reglamentase la regeneración democrática y legislase en poco tiempo, elementos centrales como la eliminación del aforamiento, de las puertas giratorias, de la elección democrática del gobierno de los jueces y fiscales o una ley electoral proporcional, donde todos los votos tengan el mismo valor de elección?
Un gobierno de pocos meses, con la simple tarea (pero determinante para la democracia) de la regeneración democrática, que una vez cumplida su misión convoca nuevas elecciones generales. Esta podría ser la única validez de un gobierno de las fuerzas progresistas con Ciudadanos. Lo contrario sería un gobierno pro austeridad y la socialdemocracia europea neoliberal nos enseña, que sería auspiciador del terrorismo y del intervencionismo imperialista de la OTAN.
Este segundo supuesto, es un gobierno a combatir en su formación, ya que sería una de las opciones de la oligarquía de liquidación del PP (incinerado por corrupción) que tendría que apoyar su formación y su sustitución por la imagen impoluta de Ciudadanos. Podemos en particular, IU y las confluencias en general lo combaten, es más de lo mismo y sin regeneración democrática.
Otra visión, la podemos ver en la propuesta recurrente de Cayo Lara, Gaspar Llamazares y no se sabe muy bien si por táctica o por qué, por Alberto Garzón, que son los consabidos pactos de izquierdas con el PSOE. Con lo cual raudamente, estos dirigentes aplauden la propuesta e insta a Podemos a negociar pactos de izquierdas allí, como en Asturies, donde gobierna el PSOE en minoría con el apoyo de IU.
Los compañeros y compañeras de la dirección de IU, están cegados por las deudas y…. por el poder. Se entiende que en Asturies no va a gobernar la derecha del PP por falta de diputados, excepto que como hasta ahora, el PSOE gobierne con el apoyo de IU, unos presupuestos pactados con el PP, conscientes de que un gobierno directo del bipartidismo, es el suicidio del PSOE asturiano y de IU.
La propuesta del Podemos asturiano, es sencilla para un gobierno de progreso: fin de la austeridad, colaboración con la justicia en el desenmascaramiento de la corrupción, apuesta por la regeneración democrática, desarrollo de políticas paliativas inmediatas de las desigualdades sociales y reducción de los privilegios y salarios de los cargos públicos. Estando IU de acuerdo en teoría  con todo, solo por lo último, ya prefieren apoyar un gobierno con políticas de derechas del PSOE y del PP. Por eso los compañeros y compañeras de IU, no se quieren despegar de su inexistente gobierno de izquierda.
Solo queda a grueso modo, otra opción de trabajo en la formación de gobierno, que es la que todos entendemos en la buena lógica, deducida de lo dicho y escrito por el equipo de dirigentes de Podemos y las confluencias. Un gobierno del PSOE, Podemos, las confluencias, IU y grupos nacionalistas, esto significa un gobierno de progreso, pero sólo lo sería, en relación a la propuesta presentada por Podemos y las confluencias: de regeneración democrática y eliminación de las políticas de austeridad.
Se podrían añadir muchas cosas más, pero la correlación de fuerzas, indicará los límites de una negociación presupuestaria. Pero sería sólo un gobierno de progreso, bajo las circunstancias de regeneración y antiausteridad, lo contrario, es lo negociado en Asturies o Andalucía de pactos de izquierdas, donde se siguen aplicando la austeridad y la corrupción, con privilegios de casta.
Esta posición de Podemos y las confluencias, que ha desestabilizado a las derechas reaccionarias y neoliberales, también provoca reacciones convulsivas, compulsivas y taquicardias en los sectores y pensamientos que representan a la izquierda dogmática y sectaria, de los distintos destacamentos comunistas y revolucionarios, como del oportunismo de derechas, del cual está casi todo aquí dicho.
La mayoría de la militancia de estos destacamentos, como la que se manifiesta dentro de Podemos y del ámbito de las confluencias, manifiestan directamente sus recelos o posiciones contrarias a negociar con el PSOE de Pedro Sánchez y mucho más con Ciudadanos. Los dirigentes e intelectuales de estos colectivos, como los que individualmente intervienen en la confluencia, se apresuran a criticar, que negociar con el PSOE, es negociar con el problema la búsqueda de la solución. Podrán entender el funcionamiento de las ondas gravitacionales en el espacio tiempo, pero imposible entender en la misma lógica dialéctica, las diferencias del espacio tiempo político de los años 70 a los actuales de crisis global.
La visión que proyectan del PSOE (como la del resto) como un todo único inamovible, es completamente falsa, por eso es conveniente situarse en la realidad social y política actual, como no procede en estos momentos entrar a fondo, lo encontrarás en http://epuntorojo.blogspot.com.es y
No debemos considerar la apreciación aunque sea cierta, de que el PSOE crujió negativamente con la propuesta de Podemos, debemos creer más bien, que Pablo Iglesias muy inteligentemente, situó a las dos almas fundamentales del PSOE, entre el dilema de su alianza histórica con la derecha o la que se plantea con las nuevas fuerzas emergentes del pueblo. La comprensión correcta está en la esencia de la posición constructiva, en conseguir la mayoría política (legítima) de la confluencia y la atracción hacia el polo progresista, de la mayoría de l@s votantes y militancia socialista con su partido, no por su destrucción. Ahora, en estos momentos políticos, no hay mayoría de progreso sin l@s votantes y sin la parte honesta del partido socialista, como en Portugal, para parar las políticas austericidas.
Pero esto es traición, gritan los izquierdismos dogmáticos infantiles, tanto dentro de la confluencia y Podemos, como fuera desde los distintos destacamentos comunistas y revolucionarios. Se fuerzan en explicarnos el carácter reaccionario de las políticas del PSOE y de su historial. Gritan diciéndonos, que no se habla nada de la salida del euro, de la Europa de mercaderes, de la OTAN, como si solo por mentarle el trabajo ya está hecho. Que así es más de lo mismo, que no resuelve nada para las capas populares.
Pero, la mecánica de valoración de la justeza de una posición política global, no viene dada por la valoración particular de una persona, ni de ningún colectivo, a excepción del corporativismo que lo hará siempre desde sus propios intereses políticos y económicos. Recordemos la experiencia de los pactos de izquierdas, que en cuarenta años de existencia, la conquista final lograda ha sido…. la liquidación del estado de bienestar, firmado con la oligarquía euroalemana en los años 70…. por ellos mismos.
Si la valoración desde esta izquierda, es de crítica a los pasos que se están dando en este juego de formación de gobierno de la nación, que llevan más de dos meses sin capacidad de formarlo las fuerzas conservadoras y neoliberales mayoritarias en la cámara. Incapaces de ejecutar el recorte inmediato de los presupuestos generales del estado (los diez mil millones de € por exceso de déficit según la troika) Es que miran con los ojos del pequeño burgués radical de izquierdas, sectario y dogmático, que desde fuera del juego del partido, nada le cuesta el todo o la nada.
Como todos los partidos de fútbol, tiene su proceso y su tiempo, estamos en medio de un primer tiempo y todavía no sabemos de qué color será el gobierno entrante, esto ya significa que las fuerzas del pueblo estamos ganando el partido ¿pero por qué afirmar que las fuerzas del pueblo ganan?
Los comunistas no sectarios, no buscamos la verdad en nuestros propios ojos, la buscamos desde la mirada de los intereses generales de las clases trabajadoras, y estas nos dicen, que vivimos en una situación desde la firma de los Pactos de la Moncloa en el 1978, que son mes tras mes, año tras año, un paso atrás en nuestros derechos y libertades, o sea en nuestros intereses generales.
Que llevamos viendo desde el 2008 (con el gobierno de Zapatero del PSOE) como han recrudecido mortalmente las políticas austericidas contra las clases trabajadoras y populares, de tal forma que, para millones de personas, las medidas económicas y sociales paliativas, las más sencillas y humildes, en estos momentos son cruciales para su supervivencia. El estado de bienestar está siendo liquidado, poniéndolo a las necesidades al del mercado, para el que pueda pagarlo.
Que en estos últimos cuarenta años, nos hemos quedado sin sindicato mayoritario de clase, que los que quedan, siguen firmando EREs tras EREs, despidos tras despidos y aceptando cierres de empresas, financiado con los fondos del estado burgués, vendiendo su conciencia. Que no tenemos un partido de masas, que realmente represente a la clase obrera. La respuesta es fácil camaradas sectarios y dogmáticos, solo tenemos que mirar desde el interés general de las clases populares.
Estos nuevos sujetos, que no tienen un planteamiento inicial revolucionario, de clase, han logrado lo que ni sumando todos los destacamentos de comunistas, incluidos los oportunistas de derechas, han logrado en cuarenta años de vida de democracia burguesa. Desestabilizar todo el entramado montado desde la transición política. Poner en duda la capacidad de ejecutar por sus mercenarios, los designios de la oligarquía euroalemana de enriquecimiento ilegítimo, con las políticas de austeridad, recortes, privatizaciones y apoyos a las guerras imperialistas. Han cambiado la correlación de fuerzas motivando al pueblo, que ha roto las cadenas, que con el viejo reformismo le ataba, han realizado una revolución.
Todo lo que estamos viendo, lo es siendo solo la tercera fuerza política y por el ejemplo que simboliza el gobierno en importantes ayuntamientos. Aunque sólo fuera, porque llevan dos meses la oligarquía euroalemana perdiendo los nervios, incapaces de formar gobierno teniendo la mayoría parlamentaria, para ejecutar los recortes a las pensiones y salarios de l@s empleados públicos, conscientes del miedo que pasan, por las consecuencias electorales en la aplicación de las políticas austericidas. Solo por esto, las clases trabajadoras y populares debemos decir SÍ a la confluencia y a las tácticas inteligentes que juegan partido ha partido, jugándose como se la juega la clase obrera, cuando lucha contra el cierre de la fábrica o el despido de su gente, peleando desde la lucha de clases contra el derecho burgués.
También por los tiempos que vivimos, y estos nos dicen, lo que toda la vida han dicho los marxistas, que todo tiene un principio y un fin y que lo nuevo nace de lo viejo. El capitalismo globalizado está en una encrucijada histórica, tanto por su crisis de superproducción, como por su propio desarrollo científico y tecnológico, que anula su propia existencia. Esta realidad es histórica en su magnitud, pero no nueva en sus efectos, empuja al conjunto de las clases populares a su proletarización, a asumir posiciones cada vez más revolucionarias. Esta es una de las claves del nuevo ciclo político abierto.
No podemos conformarnos con el fin que decida la naturaleza (como con el dictador que murió en la cama) y que él se transmute en lo que sea, que será de todo menos democrático. Necesitamos confluir todas las fuerzas obreras y populares, construir lo que tengamos que construir desde ellas, partido obrero, sindicato de clase, poder popular en el barrio. Para ello solo debemos poner los intereses generales de las clases trabajadoras, por encima de nuestras visiones individuales o de grupo. La unidad nos hace más fuertes, a nosotros y nosotras, a la clase obrera y al pueblo.
El socialismo, es la única alternativa política y económica que nos queda, ante la tremenda barbarie que el capitalismo en su decrepitud nos aproxima y porque el socialismo, es la única alternativa capaz de conciliar el trabajo, con el desarrollo científico y tecnológico y al ser humano, con la naturaleza.
Alonso Gallardo militante comunista por la confluencia                         Febrero de 2016